De generación en generación: mujer enseña el uso medicinal de las plantas
Liliana Escobar Maulén (68) aprendió a través de su abuelo la importancia de la medicina natural en la salud. Ahora traspasa su conocimiento a sus hijos, nietos y bisnietos para que este conocimiento no desaparezca.
Liliana Escobar Maulén (68) es una mujer muy observadora y paciente. Estas dos características que describen su personalidad a la perfección, la han llevado a aprender mucho sobre la medicina natural, que hoy se ha trasformado en su única fuente de ingreso económico.
Cuando era sólo una niña le encantaba pasar horas con su querido abuelo Evaristo Maulén, en su casa en Llolleo.
Liliana era la primera nieta, por eso su abuelo la consentía y la regaloneaba como a ninguna. Él sabía mucho sobre el uso de las plantas y no dudó en traspasarle ese bello conocimiento. "Yo soy de ascendencia mapuche y mi abuelo me explicaba para qué servían las plantitas. Siempre estuve vinculada a ese mundo".
El método que Evaristo tenía para explicarle a su nieta era muy sencillo. "El no te enseñaba, sólo te hacía observar y si te veía muy complicada te daba alguna respuesta. Lo más importante para él era que uno escuchara y viera lo que hacía", recuerda alegre.
Liliana veía como muchas mujeres se acercaban a su abuelo en búsqueda de la misma pomada. Al principio no tenía ni la más mínima idea de la razón, hasta que con los años se dio cuenta de una triste realidad oculta.
-¿Qué venían a buscar las mujeres?
- Una pomada de espuela de galán. Ellas le decían a él que se habían caído por la escalera y él les respondía: "se habían caído en una mata de combos". Con los años supe qué significaba eso. Fue terrible.
LA Tía Lili
Esta sanantonina le encantaba aprender y compartir con otras personas lo que su abuelo le comentaba. Esta sed de conocimientos la llevó a estudiar a Santiago, en primera instancia Educación Parvularia, y luego Educación Básica, en donde fue conocida como la Tía Lili.
"No lo hice con la intención de ganar más lucas, sino que se juntaron dos cosas que me gustaban: los niños, porque yo era solita, y la naturaleza. Siempre traté de incluir la importancia de las plantas en cada materia".
Luego de 47 años, regresó a San Antonio, pensando que sería mucho más fácil trabajar en la ciudad. "Me fue mal, pero en el Departamento de Cultura de la municipalidad me apoyaron con mi emprendimiento de plantas medicinales".
-¿Cómo fue ese comienzo?
-Me apoyaron desde un principio. Me motivaron a hacer shampoo y gotitas medicinales, porque primero les daba una receta a mis clientes, pero nadie hacía el remedio. Todos estos productos aparecieron acá (ríe orgullosa).
La botica de leonor
Mucha gente conoce a Liliana por el nombre de Leonor, incluso le dicen con cariño Leíto, pero en realidad su local se llama así en honor a su madre y su abuelo. "Le puse botica por mi abuelo, porque él me enseñó todo."
El proceso que realiza la Tía Lili con las plantas se inicia con la reproducción, recolección, secado y almacenamiento.
-¿Y luego qué hace?
-Ahí vienen los preparados que son las infusiones, té, cataplasmas y pomadas.
Durante estos procesos la Tía Lili debe macerar, hervir y dejar reposar el material para que las plantas no pierdan su aceites esenciales.
Ella hace hincapié en que cualquier persona puede hacer sus propias cremas, pomadas o shampoo diciendo que "si yo sé que el dedal de oro está en la línea del tren o si la doca está en la calle yo voy y lo recolecto. Toda la gente lo puede hacer".
Liliana tenía su local en el centro de San Antonio pero sus ingresos estaban en números rojos y tuvo que cerrar. "Ahora estoy haciendo clases particulares y talleres para sustentarme porque la plata de la jubilación es muy poca", aclara.
En las sesiones enseña para qué sirve cada planta y hace que sus alumnos practiquen. "Recuerdo que mi abuelo hablaba de plantas medicinales y no de hierbas medicinales porque toda la naturaleza es parte de nuestra medicina", aclara.
-¿Qué parte de la planta es la que se debe ingerir?
-Se puede consumir toda la planta, excepto la raíz para que la mata no muera. Además, en invierno se puede sacar un palito porque ahí se encuentra la savia y en primavera u otoño se utiliza la flor ya que es un concentrado de los aceites esenciales.
Liliana mientras conversa recuerda las palabras de su abuelo. "Él decía que la savia era la sangre de las plantas, por eso yo, mis nietos y bisnietos somos muy respetuosos con ellas".
Su vida
Actualmente Liliana vive en Cerro Alegre. Ahí fabrica sus pomadas y seca las plantas para luego venderlas durante la primera semana de cada mes en la Expo Expresión que realiza en el establecimiento del Departamento de Cultura de San Antonio, ubicado en 21 de Mayo al frente del BancoEstado.
La Tía Lili, además de trabajar con plantas, fabrica cremas con baba de caracol. "Mi mamá se comía los caracoles, pero yo no puedo porque no soy capaz de matarlos. Yo los baño, les hago cariño, los pongo al sol y les doy lechuguita.
-¿Y cómo se comía los caracoles su mamá?
-Se los comía en estofados, carbonadas y charquicán (ríe).
-¿Para qué es buena la baba de caracol?
-La baba de caracol restaura el tejido; por lo tanto, es exfoliante y saca todas las células muertas. Además sirve como cicatrizante, pero eso también depende de la piel de la persona.
Ahora, esta sanantonina dedica su tiempo a aprender más de la cultura mapuche y así enriquecer su alma.
"Yo no sé hablar, pero estoy estudiando para tener un mejor desempeño en lo que quiero realizar. Mi objetivo no es comercial, fundamentalmente es cultural, pero en el camino se ha ido modificando sin perder la esencia".
Liliana desempeña un hermoso oficio, es por eso que al igual que su abuelo se ha dedicado a traspasar sus sabios consejos a sus hijos, nietos y bisnietos.
"De los seis hijos que tengo todos usan lo que fabrico, pero sólo uno se interesa de verdad por el tema. Mi nieto Martín da charlas en el colegio con sólo nueve años", nombra orgullosa.
De boca en boca y de generación en generación el tema se esparció por su familia y sus conocidos. Aunque Lili está dispuesta a algo más. "Si alguien quiere aprender puede llamarme al 9-84815399 yo tengo todo para enseñar", dice optimista.