La investigación de la BH de San Antonio que llegó hasta el FBI
El caso de Segundo Inostroza, quien desapareció y fue encontrado muerto siete días después enterrado, además es candidato a llevarse el premio "Excelencia en la investigación" de la Policía de Investigaciones.
"Yo nací para investigar".
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El año 2015 la prensa policial dio a conocer uno de los casos más espeluznante del último tiempo.
Segundo Arístides Inostroza Paredes, de 65 años, era un vecino del sector San Carlos de la comuna El Tabo, que se perdió repentinamente el 20 de marzo del año pasado.
Su desaparición no dejó, aparentemente ninguna huella, es por ello que su exmujer, al no tener ninguna pista del paradero de su exesposo, quien vivía solo en la comunidad de Vista Hermosa, estampó una denuncia por presunta desgracia en Carabineros de Las Cruces.
Siete días después, los mismos familiares de Segundo Inostroza, lo encontraron enterrado a 400 metros de su casa, en un predio colindante.
La información preliminar que manejaba Carabineros, la Policía de Investigaciones (PDI) y la fiscalía, solo hacía presagiar un típico caso de asesinato. Sin embargo, eso estaría muy lejos de la realidad, puesto que el cuerpo del obrero encontrado muerto fue trasladado al Servicio Médico Legal (SML) de la comuna y posteriormente llegó hasta SML de Santiago. Algo extraño pasaba...
La bh de la pdi
La Brigada de Homicidios (BH) sanantonina de la PDI fue creada hace cinco años.
Uno de los encargados de darle vida a esta sección fue el subcomisario Rodrigo Burgos, quien actualmente es parte importante de la dotación de la BH. Con su jefe, el comisario Víctor Quintanilla y Roberto Barrientos, son los encargados de resolver los crímenes que envuelven a la provincia de San Antonio.
Burgos, quien lleva 19 años como funcionario de la PDI y 10 de ellos investigando crímenes, llegó a la comuna solo.
"Fue difícil al comienzo. Estaba solo y poco a poco fue naciendo un apego con San Antonio. Acá he podido desarrollarme y proyectarme como profesional en lo que a mí me gusta: yo nací para investigar. Es algo que me apasiona, que siempre quise", recalca el oriundo de Puerto Natales.
Por la oficina de Burgos, ubicada en la Prefectura de 21 de Mayo, han pasado investigaciones de varios crímenes. Pero solo dos lo han marcado de sobremanera.
El primero de ellos fue el caso de Sergio Acuña González (52), más conocido como "El Tafay", quien el 22 de mayo de 2011, resultó calcinado en un voraz incendio que consumió su hogar en Llolleo alto.
Un siniestro accidental era la hipótesis que Bomberos y la PDI barajaban; sin embargo, esta última no estaba convencida que una colilla de cigarro fuera lo que originara el incendio que le costó la vida a este exentrenador de fútbol.
"Bomberos nos decía que las causas del incendio había sido la colilla de un cigarro. Que había sido accidental. Pero algo nos decía que no podía ser esa la causa", recuerda Burgos, quien junto al equipo de la BH, no se equivocaba.
Pericias posteriores de la misma PDI dieron a conocer, finalmente, que en la vivienda de "El Tafay" se encontraron vestigios de un acelerante, en este caso bencina, la cual fue esparcida en el inmueble de la víctima para cometer este cruel asesinato.
"Tuvimos que empezar toda la investigación de nuevo para saber cómo ocurrieron los hechos y así dar con el paradero de los autores. Fue uno de los casos más complejos y más largos, pero con las diligencias nos dimos cuenta que no había hollín en el cuerpo de la víctima. Eso nos reveló que hubo participación de terceros, porque una persona que muere de esta forma aspira esta sustancia. Al hombre lo habían matado antes del incendio", detalla.
Burgos confiesa que este "fue uno de los casos más complejos, al igual que el que sucedió con el enterrado vivo", rememora.
El enterrado vivo
"A mi papá lo asesinaron y sabemos de varios sospechosos", indicó con angustia la hija de Segundo Inostroza luego que encontraran enterrado el cuerpo de su padre en El Tabo. Y no estaba equivocada.
Un año antes que sucediera este horrible caso, Burgos fue escogido para realizar un importante curso dictado por el mismo FBI, la principal rama de investigación criminal del Departamento de Justicia de los Estados Unidos.
"A través de un llamado que realizó la embajada de Estados Unidos para efectuar este curso con agentes del FBI, fui designado o escogido por haber esclarecido el crimen del Tafay", detalla Burgos sobre el caso ya relatado.
En total fueron cinco chilenos los que participaron en el curso impartido por la Academia Internacional para el Cumplimiento de la Ley (ILEA, por sus siglas en inglés), que se desarrolló en junio de 2014 por ocho días, y que contó con comitivas de todo el mundo en el país centroamericano de El Salvador.
En total han sido 300 los agentes de diversas instituciones, pero relacionadas con el área de homicidios, los que han sido parte de esta capacitación y 126 de ellos son funcionarios de la PDI, entre los que destaca el subcomisario sanantonino, Rodrigo Burgos.
"Nos prepararon en materias como manejo de la escena del crimen, levantamiento de evidencia, entrevista policial y muchas prácticas que se realizan en el sitio del suceso y que te pueden entregar valiosa información para la investigación", comenta.
Fueron precisamente estos estudios, los que ayudaron a esclarecer el crimen de Segundo Inostroza.
"Este caso aún se encuentra en proceso judicial. El trabajo científico técnico que se utilizó fue determinante para saber la responsabilidad de cada una de las personas. Sobre todo, la entrevista policial fue importante", confiesa.
Burgos agrega que "el hombre cuando fue encontrado tenía cal. Seguramente los autores pensaron que con eso aceleraban el proceso de descomposición para que no encontráramos el cuerpo", revela.
Pero esa misma cal también fue encontrada al interior del cuerpo de este tabino. Cómo, entonces, llegó esta sustancia hasta su estómago.
"El hombre fue enterrado vivo y esa misma cal la encontramos en la vivienda de una sospechosa, quien huyó de la zona", declara.
A mediados de abril, en Santiago, se realizó una reunión que convocó a todos los exalumnos que se han capacitado con el ILEA. La única solicitud de la academia era que cada integrante llevase un caso exitoso y Burgos expuso el de Segundo Inostroza.
"Ellos leyeron mi escrito y fue uno de los destacados porque consideraron que se aplicó todo o gran parte de lo enseñado por el FBI", comenta.
Incluso, la metodología utilizada por la BH de San Antonio es postulada al premio "Excelencia en investigación" de la PDI.
-¿Por qué le gusta investigar crímenes, Rodrigo?
-Uno da cierta tranquilidad a los familiares de las víctimas cuando esclarece qué fue lo que pasó, le entrega la verdad y por otro lado, sacamos de circulación a una persona que es peligrosa para la sociedad.