David Muñoz Castillo
A mitad de 2015 se inició la conformación del plantel de San Antonio Unido. Se apostó por la experiencia y se armó una millonaria plantilla que bordeó los 25 millones de pesos. Un riesgo, pero la dirigencia pensó que con esta inversión se retornaría a la Primera B, luego de 33 años. No fue así.
Fue uno de muchos errores cometidos en este torneo, que terminó con el SAU sin opciones de subir antes del término del campeonato.
El dinero no garantizó el éxito y San Antonio sufrió con rendimientos individuales bajos, falta de gol, graves errores técnicos (como el castigo por el juvenil), rotación en el banco (pasaron 4 técnicos) y falta de caja para pagar sueldos.
La influencia del gerente deportivo, Marcelo Palma, fue fundamental en la estructuración del equipo. Él trajo a Jorge Miranda como DT y a un importante número de jugadores que conoció en su larga estadía en Magallanes. Nombres "calados" en el ambiente como el portero Rodrigo Paillaqueo, el defensor Sergio Moreno y el goleador Maximiliano Alaniz, se sumaron a nombres como el volante Nahuel Donadell y el puntero John Agüero. Del equipo del torneo pasado solo permanecieron Johanns Dulcien y el volante Jaime Lobos.
La expectativa era enorme, pero el comienzo fue decepcionante. Derrota en el Olegario Henríquez ante Colchagua por 1 a 2.
Algunos dirigentes reconocen que creían que se ganaba el campeonato con ventaja y que esa fue una de las razones para no cumplir con el juvenil en cancha.
Miranda de a poco generó detractores. El principal opositor fue el presidente de la comisión fútbol, Andrés Isaza, quien se enfrascó en una discusión mediática con el DT luego de la derrota ante Naval por la novena fecha (2-1).
El traumatólogo cuestionó las decisiones técnicas, como la marginación del volante Johanns Dulcien. El quiebre era evidente y los días de Miranda estaban contados. El DT ya no tenía la confianza del directorio y al gerente técnico le quitaron el piso. Tras la derrota con Valdivia en el Municipal, el 2 de noviembre lo desvincularon.
El sucesor era Luis Pérez. El acuerdo estaba listo, pero optó por permanecer en las cadetes de Colo Colo. Guillermo Pérez dirigió ante Lota Schwager, aunque con dudas por sus experiencias pasadas en interinatos.
Jorge García llegó de emergencia. El domingo 8 de noviembre se estableció el acuerdo y el martes 11 se presentó oficialmente. El "Chicho" era resistido por algunos jugadores que trajeron Miranda y Palma. Las primeras semanas no fueron fáciles para el DT.
La paridad con Ovalle y la humillante goleada sufrida en Los Andes ante Trasandino por 4 a 1 (5 de diciembre por la fecha 17), provocaron un remezón interno en el plantel. Discusiones entre los jugadores en el camarín y una conversación en el primer entrenamiento de la semana marcaron un cambio radical.
San Antonio, en el clásico con Melipilla inició una racha histórica de 6 triunfos consecutivos. Después de la victoria sobre el "Potro", el SAU celebró ante Malleco, Linares, Santa Cruz, Naval y Mejillones.
El momento cúlmine de esta racha fue la victoria sobre el "Ancla" por 2 a 1. Por primera vez en la temporada el SAU alcanzaba el primer lugar.
En la fecha 24, La Pintana le propinó la tercera derrota en casa del torneo (1-0) y comenzaría una serie de tropiezos y empates del equipo de Jorge García.
La fase regular terminó con un triunfo sobre Lota, pero en la liguilla la victoria fue esquiva. Paridades con Santa Cruz, La Pintana, Valdivia y Trasandino otra vez remecieron el banco lila.
El 30 de marzo García fue citado un almuerzo en el restorán del casino con el presidente del club Miguel Díaz. El timonel no lo despidió directamente. Jorge Garcés estaba listo y llegaba con empresario que aporta recursos al club, a 6 fechas del final del torneo.
"Peineta" debutó con un triunfo sobre Naval; sin embargo la falta de gol fue un problema sin solución en toda la campaña. Los empates con Santa Cruz y La Pintana, más la derrota en el sur con Valdivia sentenciaron la suerte del SAU. El empate con Trasandino lo confirmó.
Se comenzó con la ilusión de siempre, con la esperanza del ascenso y se terminó en la decepción, con una afición que vio ayer como Valdivia y La Pintana luchaban por el título.