Sería único en Sudamérica: el dramático caso del niño que nació sin ojos
El muchacho de Cartagena, de trece años, carece de globos oculares y de nervios ópticos. Es el único caso del continente que registre la falta de ambos. Su familia pide ayuda para colocarle prótesis.
Cuando Cristian Julio vio el rostro de su hijo recién nacido supo de inmediato que algo no estaba bien. Tenía los párpados cerrados y hundidos. Empezó a preguntar, pero no le supieron decir qué era lo que había pasado. Al día siguiente, el médico a cargo del parto le explicó que el niño había nacido sin ojos. Era julio del 2003.
"Fue terrible para nosotros, no sabíamos qué hacer con mi señora. Nos preguntábamos por qué nos había pasado esto a nosotros", confidenció el progenitor, quien hace poco más de un año se instaló en Cartagena en busca de tranquilidad.
"Llegamos acá por sugerencia del doctor. El niño se pone muy nervioso con la bulla, le dan crisis y nos dijo que lo mejor era que nos cambiáramos a un lugar más calmado", contó. Cristián Felipe, hoy de trece años, es el único caso de Sudamérica de un niño sin ojos y sin nervio óptico.
"En aquel tiempo el caso apareció por todos lados. En los matinales, en los diarios, en todas partes, y el ministro de Salud (Osvaldo Artaza) de la época nos ayudó en todo", detalló Julio.
"El doctor fue a la casa y me ayudó a conseguir hora. Además, se encargó personalmente de hacer un estudio para ver qué tan común era el caso. Hasta entonces, mi hijo era el único caso en Sudamérica y en el mundo había solo cuatro. Yo desde entonces también he estado atento, por eso sé que mi hijo sigue siendo el único del continente, porque a él no solo le faltan los ojos, sino que también el nervio óptico".
-¿Y le dieron alguna explicación de por qué nació así?
-Nos dijeron que era algo genético. Mi señora y yo compartíamos un gen idéntico y eso fue lo que produjo esto.
-¿Antes del parto se había logrado anticipar que tendría un problema así?
-Nos dijeron que podía ser más pequeño de lo normal, pero cuando nació estaba todo bien, solo que tenía los ojos cerrados y empecé a preguntar que cuándo los abriría. Nadie sabía muy bien cómo explicarlo.
-¿Cómo ha sido la vida para el niño?
-Hemos tratado de que sea lo más normal posible. Hemos hecho de todo, pero de todo para que pueda tener su prótesis.
A lo largo de su corta vida, el pequeño se ha puesto dos globos oculares idénticos a los de un ojo. Aunque no le permiten ver, luce mucho más normal.
"Al principio igual es como raro para la gente, pero nunca hemos vivido discriminación o nos han dicho algo malo", agregó.
"El problema ahora es que el niño necesita nuevas prótesis, porque las de ahora se le salen", reveló el padre.
-¿Se le salen los ojos?
-Así es. Como él ha ido creciendo, también lo han hecho las órbitas y se le caen. Hasta ha tomado la mala costumbre de sacarse los ojos.
-¿Cuánto cuestan las nuevas?
-Varios millones y no tenemos prácticamente ni una ayuda de parte del Estado.
Cualquier aporte en dinero para que el niño pueda tener sus ojitos, lo puede hacer contactándose con el papá del pequeño al 9-86160933.