Estaciones de Llolleo y San Antonio: los lugares que no celebrarán el patrimonio
Ambos recintos están abandonados y llenos de basura. Por el contrario, la estación de Cartagena luce en perfectas condiciones gracias a su remodelación.
Hoy el patrimonio se viste de gala. Una decena de edificios históricos de la provincia, como la Municipalidad de San Antonio, la Iglesia de la Candelaria de Algarrobo o la casa de Pablo Neruda de Isla Negra, desempolvarán todos sus rincones para revelar sus secretos al público. Todo esto, en el marco del Día del Patrimonio Cultural.
Lamentablemente, mientras algunos espacios recobran el esplendor de antaño, otros se arruinan cada vez más. Dos claros ejemplos son las estaciones ferroviarias de San Antonio y Llolleo. Ambas comparten la misma historia de bonanza del tren de pasajeros del ramal que unía Santiago y Cartagena entre los años 20 y 70. En la actualidad también comparten la misma decadencia: están llenos de basura, son punto de reunión de antisociales e improvisadas casas para vagabundos.
Justo Quiroz, geógrafo e historiador sanantonino, cuenta que la Estación de Llolleo nació en 1911 y fue clave para el renombre que alcanzó la playa del mismo nombre hasta la década del 70.
"En los treinta se transforma en una estación parque. Grandes jardines la rodeaban con innumerables flores, todo a cargo del jardinero y ferroviario Romualdo Galleguillos. Su labor fue tan apreciada, que la embajada británica lo premió por mantener la estación más hermosa de Chile", revela.
En cuanto se extinguió el ramal partió el abandono. "En el año 1998 un grupo de ciudadanos quiso rescatar el emplazamiento y solo se pudo ocupar el galpón como un lugar para eventos culturales, cosa que ya no ocurre", detalla.
En la Estación de San Antonio pasó lo mismo que en Llolleo. El recinto pertenece a un privado, pero de acuerdo a fuentes municipales, un ambicioso proyecto podría darle nueva vida. Se trata de una recuperación del ala sur de la estación, la única que se mantiene en pie, y la construcción de una galería comercial hacia el norte.
El proyecto fue comunicado oficialmente en julio de año pasado y debe sortear los requerimientos técnicos antes de comenzar a ejecutarse.
Pero qué hacer para que estos lugares no terminen por desaparecer. Cartagena ya aprendió la lección y recuperó su estación. Es más, hoy estará abierta al público.
Justo Quiroz, quien nos ayudó en la recopilación de datos históricos, propone declarar a la Estación de Llolleo como Patrimonio Nacional y "recuperarla para los habitantes de San Antonio como un lugar de esparcimiento y recreación, como jardines, parques temáticos, plaza para niños, parques deportivos, lugares para realizar acciones culturales y la creación de un anfiteatro al aire libre". La otra pregunta que queda es: ¿cuántos días de patrimonio tendrán que seguir pasando antes de que sean conservados como se debe? A primera vista, muchos más.