Peregrinación religiosa despertó más interés que las protestas
Más de 200 jóvenes participaron ayer en la Primera Peregrinación del Decanato de San Antonio, cifra que no había alcanzado ninguna marcha del último tiempo en la zona.
Ni la manifestación en contra del retraso en la construcción del hospital Claudio Vicuña o la marcha por la legalización de la marihuana congregaron tanto público como la Primera Peregrinación del Decanato Juvenil de San Antonio.
La actividad, que conmemora el Año de la Misericordia, que se extenderá por solicitud del Papa Francisco hasta noviembre, partió bien temprano a pesar del intenso frío que se sentía la mañana de ayer. A las 8.30 horas comenzaron a llegar los primeros jóvenes a la Parroquia de San Antonio, desde donde salieron caminando en una larga columna con globos, cánticos y cruces.
Dos horas después, las delegaciones se detuvieron en uno de los puntos más emotivos de la caminata. Un grupo de feligreses, encabezados por el obispo de Melipilla, Cristián Contreras Villaroel, ingresó a la cárcel de San Antonio para conversar breves minutos con las internas del penal. Allí, cerca 20 reclusas compartieron solemnemente una oración con sus visitantes.
Minutos más tarde, se reunieron alegremente en la explanada frente a la Gobernación Provincial. El obispo fue claro en su mensaje.
"Hemos ingresado a la cárcel, donde había un grupo de internas de mediana edad y abuelitas. Eso nos demuestra que la libertad es muy frágil, la podemos perder por un error, por las malas juntas, por los malos consejos, por caer en las redes de las personas que piensan el mal", expresó.
"Dediquémonos a ser personas de bien y solidarios con la gente que se encuentra en situaciones de frustración y de marginalidad", agregó.
Martín Laredo, coordinador del Decanato de San Antonio, explicó que los jóvenes reunidos ayer pertenecían a ocho parroquias "desde El Tabo por el norte hasta Santo Domingo por el sur. También nos acompañaron tres escuelas de San Antonio: Cristo Rey, colegio Papa Juan Pablo II y la Escuela Industrial (Eisa)".
El grupo, que superó ampliamente las 200 personas, siguió hasta la Parroquia Cristo Rey de Llolleo, donde celebraron una misa y más tarde siguieron caminando hasta su destino final en el cerro Cristo del Maipo.
200 jóvenes de ocho parroquias y tres colegios participaron ayer en la peregrinación.