Los sanantoninos que olvidan sus limitaciones aprendiendo a curtir cuero
Veinticinco personas con distintas enfermedades participan en el taller dictado en la población de la 30 de Marzo gracias a un proyecto que se adjudicaron los ostomizados de San Antonio.
La serie de enfermedades que padece Mariluz Mora (56) no le permiten realizar su vida con normalidad.
Se desplaza gracias a la ayuda de un bastón, no puede practicar ningún tipo de ejercicios y tampoco está posibilitada para trabajar, así que por mucho tiempo ha tenido que rebuscárselas para sacar a su familia adelante.
Asegura que a raíz de las enfermedades que sufre sólo pudo trabajar algunos años y el dinero que logró reunir no le permite jubilar.
"Sólo trabajé a los 20 años y eso me ha traído muchos problemas para mi jubilación porque es muy poco el dinero que alcancé a juntar y tampoco me dejan recibir la pensión de invalidez", explica Mariluz Mora.
También cuenta que participar en el taller de curtido de cuero, que se imparte desde el 5 de mayo en la sede de la población 30 de Marzo, le ha traído muchas satisfacciones. "Para nosotros es muy difícil conseguir un trabajo, pero gracias a estos talleres uno tiene la posibilidad de aprender y de ver qué se puede hacer con los conocimientos aprendidos".
Agregó que "yo me muevo gracias a una muleta pero mis capacidades siguen intactas, por lo mismo este taller, y los otros en que he participado, me han servido para darme cuenta que sí puedo hacer algo a pesar de las dificultades que se presentan por culpa de estas enfermedades que heredé de mi madre".
Debido a los problemas que tiene en sus manos, para Mariluz no ha sido fácil trabajar el cuero de animales más grandes, por eso decidió enfocarse en el cuero de pescado.
"El trabajo es más simple, así que opté por el cuero de pescado. Puede ser de reineta o de otro pez como el tollo. Además es fácil de conseguir porque uno va a las pescaderías y los comerciantes, que tienen una voluntad de oro, altiro te ayudan a conseguirlos", cuenta la sanantonina.
Sara Farías (58) tiene artrosis, artritis reumatoide y meniscopatía. "Tengo una invalidez física del 60 por ciento".
Dice que siempre quiso aprender el proceso del curtido del cuerpo, por eso cuando le ofrecieron ser parte de este taller impartido por el instituto Ecatema y financiado por Sence, no lo pensó dos veces.
"Tenía mucha inquietud por aprender el curtido del cuero porque además es algo nuevo para mí", afirmó Sara, quien además valoró que este tipo de iniciativas se lleven a cabo en la comuna.
Aracelli Kappes es la profesora que ha estado acompañando a estos 25 sanantoninos que llevan tres semanas tomando parte del taller.
Para ella formar parte de equipo ha sido de mucho aprendizaje. "Son muy solidarios y han formado un buen equipo de trabajo ya que si uno no puede, el otro le ayuda, ya que no todos tienen las mismas capacidades", admite.
-¿Quiénes participan en este taller?
-En el taller hay personas ostomizadas, que se trasladan en sillas de ruedas o que se desplazan con muletas. También participan quienes sufren alguna enfermedad grave y pacientes con patologías mentales que están siendo tratados.
La docente señala que estos talleres también pretenden recuperar esta tradición, la que con el pasar de los años se ha ido perdiendo. "Esta es una tradición que se iba pasando de generación en generación, pero con el tiempo se ha ido perdiendo debido a la llegada del cuero sintético".
-¿Qué han aprendido en este taller?
-Se les ha enseñado todo el proceso relacionado con el curtido del cuero porque partieron desde cero. Ellos aprendieron a elegir la piel que necesitan, a limpiarla y trabajar en ella. Muchas veces estas pieles se pierden pero nosotros queremos aprovecharlas y recuperar las tradiciones.
Para Aracelli la experiencia de trabajar con estos alumnos ha sido muy gratificante ya que le han puesto mucho empeño en aprender.
"Primera vez que venimos a San Antonio a impartir este taller y la verdad es que ha sido una bonita experiencia porque estas personas tienen muchas ganas de aprender", afirma la docente.
Iniciativa
Carlos Contreras es el presidente de la organización de Ostomizados de San Antonio y gestor de este proyecto que el año pasado vio la luz al ser escogido por Sence una postulado a través de la Gobernación Provincial.
El dirigente asegura que las personas que presentan algún tipo de discapacidad necesitan ser escuchadas, pero sobre todo consideradas. "Muchas veces hemos sido discriminados y eso no puede ser posible. Acá hay gente que no tiene piernas, que anda con muletas o que está atravesando por una grave enfermedad. No quisimos dejar a nadie afuera".
Contreras informa que el taller ha tenido una asistencia del 95 por ciento, lo que, según el dirigente, se traduce en la buena disposición que han tenido los alumnos.
"Hay uno de los participantes que tras el taller comenzará a trabajar en la artesanía. La idea es que las herramientas que están recibiendo les sirvan para enfrentar la vida porque nadie se puede imaginar lo que significa sentir que no puedes hacer tus cosas o trabajar como el resto de las personas", dice Contreras.
"Yo soy ostomizado y por lo mismo sé lo que significa ser discriminado porque uno no puede hacer su vida normal. Además para la mayoría de las personas somos invisibles", agrega.
El sanantonino espera que esta iniciativa sea recogida por otras agrupaciones ya que aún faltan instancias para que las personas que tienen alguna discapacidad puedan desarrollarse con normalidad.
"Somos lo que nadie quiere ver, pero aunque cierren los ojos estamos acá, insertados en un mundo donde muchas veces no tenemos cabida. Es bueno que estas instancias se realicen porque nos entregan herramientas y además nos da la posibilidad de emprender", concluyó Contreras.