18 abuelitos ya forman parte del nuevo centro del Hogar de Cristo
En mayo abrió sus puertas este recinto ubicado en Luis Alberto Araya 2139.
Raúl Abarca Pailamilla
No faltan los pinganillas. Don Emilio Morgado, un robusto abuelito de 81 primaveras, está furioso luego que un malandra entrara a robar al recién abierto Hogar de Cristo.
Una radio, que utilizaban los ancianitos que hoy son atendidos en este lugar ubicado en calle Luis Alberto Araya 2139, en Barrancas, dos estufas y un gas fueron los artículos que sustrajeron desde esta casona.
"Pero bueno, hay que darle nomás", se relaja Morgado, quien junto a otros 17 abuelitos son los primeros beneficiados por el Hogar de Cristo que volvió abrir sus puertas en San Antonio.
La coordinadora del hogar, Carolina Castro, cuenta que "la fundación siempre estuvo funcionando en estos 20 años que ha estado en San Antonio. Pero desde mayo abrimos este centro de encuentro que cuida a las personas de la tercera edad".
Castro, quien es la trabajadora social del Hogar de Cristo, detalla que el objetivo específico del centro es ayudar a 30 sananoninos.
"Las personas que estamos atendiendo deben ser iguales o mayores a 60 años, estar en situación de abandono, que no haya un vínculo con sus familiares, y ser autovalentes, porque los adultos mayores deben llegar por sus propios medios hasta este centro", detalla.
Además de recibir el desayuno, almuerzo y la cena de manera gratuita, hay una serie de talleres que estimulan sus capacidades tanto mentales como físicas.
Dentro de ellos destacan los cursos de alfabetización, además del digital, actividades físicas, de recreación y estimulación cognitiva.
Además de Carolina, en el lugar trabaja otra serie de profesionales y 10 alumnos en práctica provenientes de la Universidad del Pacífico de Melipilla y el IP La Araucana de San Antonio, cuya principal función son los talleres.
"También estamos trabajando con otras organizaciones de la zona y además brindamos operativos de aseo con nuestros voluntarios. Ellos van hasta la casa de los adultos mayores a limpiársela para que vivan de manera mucho más digna", señala.
-¿Y la seguridad?
-Es una lástima lo que pasó, porque eran artículos que ocupaban nuestros adultos mayores. Mañana (hoy) nos instalan el sistema de alarma.
-Don Emilio, ¿cómo lo han atendido?
-Súper bien, nada que decir. Los talleres me acortan el día.
Las personas que deseen ser socios o voluntarios del Hogar de Cristo solo deben dirigirse hasta este recinto.
abarca.raul@gmail.com