73 años de historia sobre los cielos de San Antonio
El 3 de julio de 1943 fue fundado el Club Aéreo de San Antonio, que este año inaugurará una nueva sede que demuestra la vigencia de esta institución que también presta ayuda social.
Jorge Ponce Gómez iba en sexto humanidades en el Instituto del Puerto cuando se acercó por primera vez al Club Aéreo de San Antonio. Tenía 16 años y siempre le llamaron la atención los aviones.
Sin pensarlo dos veces realizó el curso de piloto bajo las órdenes del instructor Carlos Mardones Díaz. Era 1957. Con esta experiencia, ingresó al poco tiempo después a las filas de Fuerza Aérea de Chile (Fach) donde obtuvo el grado de capitán reservista de bandada.
Casi seis décadas después, Jorge Ponce es en la actualidad el presidente del Club Aéreo de San Antonio. Lleva ocho años en el cargo y su última reelección fue precisamente este año. Bajo su mandato, el club está a punto de cumplir un sueño anhelado por años: la construcción de una nueva y amplia sede que le entregará más espacio para los socios.
Su inauguración será el próximo sábado 2 de julio, instancia en la que además se celebrará el aniversario número 73 de la institución con la solemne presencia de la Orquesta Sinfónica de la comuna parque.
"La construcción se pudo conseguir gracias al aporte de privados y de la Municipalidad de Santo Domingo, por lo que estamos agradecidos. Ahora podremos tener más espacio, y por ejemplo las reuniones de directorio se realizarán en la nueva sede, además de los planes de vuelo. La antigua oficina quedará como recepción", afirma Jorge Ponce Gómez, quien explica que la construcción de la nueva instalación comenzó a fin de abril y tuvo una demora de trabajo de un poco más de dos meses.
La escuela vigente
Actualmente, el Club Aéreo de San Antonio tiene cuatro alumnos provenientes de Santiago en su escuela para ser piloto privado y tres instructores que realizan las clases que tienen una duración de aproximadamente seis meses.
Tras la aprobación del curso, los alumnos tienen la posibilidad de realizar un raid donde ponen en práctica todo lo aprendido. "Se hace generalmente en otra ciudad para que existan otras condiciones de viento y clima. Los pilotos ponen en práctica lo aprendido en navegación y comunicación", cuenta Jorge Ponce.
Para acceder a la escuela de piloto privado hay que cumplir una serie de requisitos personales, además de disponer de los 4 millones de pesos que cuesta el curso.
Dentro de las actividades que hay que cumplir, una de las más esperadas por los alumnos es la de pilotar en un simulador de vuelo que es un verdadero lujo. Es lo más cerca que se tiene a volar previo a la aprobación del curso.
"Dentro de los clubes aéreos de Chile estamos bien posicionados y este simulador es una muestra de ello, ya que no todos tienen acceso a un programa así", reconoce Ponce, quien también destaca la gran ayuda social que realiza el club cuando sucede alguna catástrofe.
"Para el terremoto del 2010, por ejemplo, ayudamos al traslado de alimentos y frazadas, además de viajes para paramédicos y personal de salud, así como personas enfermas. También hemos colaborado con la búsqueda de personas desaparecidas en el mar o para los incendios forestales con la recarga para aviones cisternas. El club lleva el nombre de la provincia, por lo que representamos a todo el Litoral Central".
Historia aérea
El aeródromo de Santo Domingo fue creado en 1943 después que Demetrio Chacón donará el terreno para que la Fach construyera una pista de aterrizaje en tiempos en que el mundo era testigo de la Segunda Guerra Mundial.
"En San Antonio es imposible tener un aeródromo porque hay muchos cerros. Tuvo que ser acá ya que hay harta visibilidad para que el piloto pueda realizar un buen despegue o aterrizaje", asegura Jorge Ponce.
A los pocos meses que fue creada la pista, se fundó exactamente el 3 de julio de 1943 el Club Aéreo de San Antonio. El primer avión fue donado en 1955 gracias al programa estatal bautizado "Alas para Chile" que fomentó durante aquella época la aviación civil. En la actualidad, la institución cuenta con tres aviones que son guardados en un hangar que fue remodelado hace unos años.
Dentro de las anécdotas más recordadas, hay una que Jorge Ponce tiene fresca en la memoria. "Pusimos los aviones del club en pleno centro de San Antonio en la década del sesenta y toda la gente salió a mirar aquello que era un espectáculo, ya que Centenario se transformó en una verdadera pista de aterrizaje".
A pocos días del aniversario 73, el Club Aéreo de San Antonio sigue demostrando estar totalmente vigente. Las nuevas ampliaciones que serán inauguradas el próximo sábado 2 de julio son una vez más motivo de orgullo para la institución.
"Los que hemos volado sabemos por qué cantan los pájaros. No hay nada que a uno le provoque más felicidad que volar, y por eso también los pájaros cantan felices", dice convencido y orgulloso Jorge Ponce Gómez, quien a sus 75 años sigue sintiendo el mismo amor a la aviación que cuando tenía 16 primaveras y todos los días soñaba con volar en una de las salas del sexto humanidades del Instituto del Puerto.