Rodrigo Ogalde
Apenas el equipo de diario El Líder llegó ayer a la esquina de las calle Olegario Henríquez y Los Cóndores, en Llolleo alto, los comerciantes de la feria libre se lanzaron a reclamar contra el basural que cada viernes deben soportar en dicho lugar.
Se trata de un problema que, según contaron los feriantes, se repite desde haces meses y que perjudica a los locales que se instalan en el sector.
En el montón de desechos que había en esa intersección estaban los restos de un colchón, bolsas con papeles, comida descompuesta y mucha mugre. A un lado pasaban las "caseritas", que no podían evitar poner mala cara al ver este lamentable espectáculo.
"Todos los viernes es lo mismo, imagínese el problema que es para mí que vendo mote y frutos secos. La gente de las poblaciones de acá no tiene respeto por el lugar en que vive al tener esta hediondez y basura", dijo el feriante Otorino Astorga.
Silvana Hinojosa, dirigenta del Sindicato de Bazares N° 2, aseguró que la situación ya es muy molesta tanto para los locatarios como para los cientos de clientes que tiene la feria. "Todas las semanas pasa esto, se supone que la gente viene a dejar cosas en desuso, pero son cochinos y sólo traen basura", explicó esta mujer que lamentó que no puedan realizar sus ventas en condiciones dignas.
Beatriz Plaza, quien vende ropa en una lona que instala justo en la esquina de Los Cóndores y Olegario Henríquez, aseveró que "es desagradable trabajar aquí por el mal olor; a veces tiran hasta animales muertos. Lo fome es que esto lo provoca la misma gente de esta población". Su hija, la pequeña Carla, se sumó a sus reclamos: "esto es asqueroso porque daña el medio ambiente", expresó la inocente niña.
6 de la madrugada sería la hora en que algunos vecinos lanzan basura en Olegario Henríquez.