Familia de abuelito muerto en atropello: "Perdonamos al chofer"
Ayer fue el funeral de Lautaro Suazo (71), quien falleció arrollado cuando atravesaba en un paso de cebra.
La tarde del martes recién pasado Lautaro Suazo Salazar (71) falleció cuando atravesaba en el paso peatonal que está en la esquina de calle Luis Reuss con Blanco Encalada.
La causa de la muerte de Suazo Salazar fue por el golpe que recibió del acoplado de un camión que transitaba por un lugar no permitido para vehículos pesados y porque no respetó la preferencia del peatón, según el informe entregado por el Servicio de Investigación de Accidentes de Tránsito (Siat) de Carabineros.
Pese a conocer la responsabilidad del conductor en el deceso de su ser querido, la familia Suazo expresó que "nosotros perdonamos al chofer del camión porque fue un error que cometió, nadie sale de su casa queriendo matar a otra persona", analizó Eva, una de las tres hijas de Lautaro Suazo.
María Muñoz, la viuda de "Don Lauta", como le decían, expresó su profundo dolor tras el deceso de quien fue su esposo por 37 años.
"Es como algo que me contaron y que no es verdad. Salió de la casa y como 15 minutos después ya estaba fallecido. Ha sido un gran dolor para todos nosotros", dijo Muñoz.
Activo
Lautaro Suazo siempre salía a pasear desde su casa en calle Maestranza, pues "era muy activo, ágil, tenía mucha energía", describió Eva Suazo.
La tarde del accidente se dirigía al centro. Sus familiares creen que iba al Teletrak, ya que era aficionado a las carreras de caballos y ahí compartía con varios amigos.
"Mi papá era una persona generosa, preocupado de todos. Sus hijas y sobrinos están muy agradecidos de él porque les ayudó cuanto pudo, hasta con su educación", explicó la hija del difunto.
Además relataron que "estaba muy, pero muy orgulloso de su sobrino Chupete Suazo".
Lautaro Suazo era casado con María Muñoz y padre de Eva, María Soledad y Elizabeth. Tenía además seis nietos que eran su adoración.
Ayer en la que fue su casa de Maestranza, frente al club Unión Católica, se realizó una ceremonia religiosa, que contó con la asistencia de sus hermanos de la Iglesia Adventista.
Luego el cortejo se dirigió al cementerio Parque Mirador de Bellavista.