Crónica
Mensualmente son cerca de 90 reclusos, junto a sus respectivas parejas, los que utilizan los venusterios existentes en el Centro de Cumplimiento Penitenciario (CCP) de San Antonio. Las dos piezas existentes para el programa de visitas íntimas son empleadas de lunes a domingo desde las 9.30 hasta las 17 horas.
El constante uso de estas dependencias ha implicado que Gendarmería invierta periódicamente en la reparación y mejora de las mismas en cada una de las unidades de la Quinta Región. En el caso del penal de San Antonio, la institución adquirió recientemente dos nuevas camas y remodeló el sistema eléctrico de las piezas destinadas a los encuentros conyugales.
El encargado del programa de visitas íntimas del recinto de Gendarmería, Jorge Retamal, detalló que "se hicieron arreglos en la pintura y sistema eléctrico, además se instalaron ventiladores y se compraron dos camas con sus respectivos colchones, las que llegaron el martes de esta semana".
Agregó que "los trabajos eléctricos y de pintado fueron realizados por los propios internos del penal que forman parte del área laboral. Se trata de reclusos que han cursado talleres laborales de instalación eléctrica y construcción".
A diferencia de lo que ocurría antiguamente, este año los encuentros sexuales se extienden durante toda la semana. Hasta el año pasado los venusterios funcionaban sólo cuatro días a la semana. "Por la cantidad de gente que está postulando se hizo necesario que fuese de lunes a domingo", indicó el asistente social Jorge Retamal.
El jefe de la unidad penal de San Antonio, teniente coronel Jonny Avilés, indicó que desde el punto de vista fisiológico, es esencial que los internos tengan acercamientos íntimos con sus parejas.
"Desde esta lógica (los encuentros sexuales) permiten también desestresarse, tener una conducta distinta y un mejor manejo de sus conflictos, por ende, la tensión disminuye y el sujeto está mejor predispuesto a enfrentar el día. Este espacio permite consolidar el lazo familiar y así lograr que prospere en el tiempo cuando la persona salga en libertad" aseveró el alcaide.
Guillermo Echeverría, uno de los reos beneficiados con el programa, comentó que "esto es lo mejor que a uno le puede pasar estando en este lugar. Ahí estamos solos, son tres horas de visita, y es muy distinto a estar en la cancha, donde están todos. Esto es algo privado, es la única privacidad que uno tiene en este lugar. Uno está con hartas ganas esperando el día que a uno le toca la visita. Uno, a la vez, cuida su conducta, porque de lo contrario, pierde este beneficio".
90 Los reclusos que mensualmente utilizan los dos venusterios o habitaciones destinadas a las visitas íntimas que existen en el penal de San Antonio.