Bárbara Riveros y su gran quinto lugar en Río
La triatleta será la abanderada de Chile en la ceremonia de clausura.
Estuvo cerca, muy cerca. Bárbara Riveros vivió ayer en Río de Janeiro una jornada que difícilmente podrá olvidar. Llena de emociones, y muy fuertes.
A las 11 horas comenzó su carrera en la triatlón. Sobre sus hombros tenía la presión de ser "la" carta nacional en estos Juegos Olímpicos. Además, la autoexigencia de mejorar lo realizado en Beijing y Londres. Y cumplió.
Incluso rozó la presea al terminar en un meritorio quinto lugar. Durante toda la competencia se le vio muy concentrada, mientras de fondo se escuchaban muchos "ceachei" apoyándola.
Cruzó la meta. En su rostro era evidente al alegría. Uno tras otro se sumaron los que se acercaron a ella para saludarla. De todos los países. También la prensa internacional quería saber qué opinaba la latina mejor ubicada en la triatlón olímpica.
Pero hizo una pausa. Entre el público estaba su padre y corrió hasta donde él para fundirse en un emocionante abrazo. Luego la saludó el presidente del Comité Olímpico de Chile, Neven Ilic. Y lo hizo con una importante propuesta. Le ofreció ser la abanderada de Chile en la ceremonia de clausura de esta noche.
La idea del COCh siempre fue que la triatleta portara la bandera en el cierre. Sólo dependía de ella. Y aceptó. Así vivió Bárbara Riveros uno de los días más importantes en la carrera de la deportista chilena.