La familia contó cómo el ex alcalde Fernando Rodríguez Vicuña enfrentó a la muerte
Por 10 meses luchó contra un cáncer que finalmente le quitó la vida. Sus esposa e hijos lo velan junto a cientos de vecinos en Santo Domingo.
P asadas las 03.00 de la madrugada de ayer, el ex alcalde de Santo Domingo, Fernando Rodríguez Vicuña, falleció en una de las habitaciones de la Clínica San Antonio. Terminó así una intensa pero corta lucha que él se atrevió a dar contra el cáncer a la vejiga que hace 10 meses le fue detectado.
Rodríguez Vicuña tenía 72 años, 16 de los cuales los dedicó a su labor como jefe comunal de Santo Domingo, cargo que dejó hace 8 años cuando su hijo homónimo se impuso en las elecciones municipales.
En mayo del presente año, cuando dio su última entrevista en Diario El Líder, el ex alcalde dijo que "estoy luchando contra el cáncer porque se la vamos a ganar". Era la etapa en que había comenzado a asistir a las sesiones de quimioterapia.
Pero la muerte fue más fuerte y Fernando Rodríguez Vicuña perdió la batalla final aunque cientos de vecinos de la comuna parque consideran que su historia seguirá vigente.
La noticia generó impacto en la provincia de San Antonio, ya que pese a que Rodríguez fue un hombre que estuvo a la derecha de la política, tenía adherentes y amigos de todos los colores partidistas. Eso sí, él se consideraba ante todo "un hombre de campo".
"Este es un momento de tristeza pero afortunadamente han habido muchas muestras de aprecio y cariño y eso a uno lo va reconfortando. La pérdida de un padre es irreparable, estoy súper emocionado y dolido pero tuvimos tiempo para despedirlo, agradecerle y estar con él. Creo que fue un gran hombre, cuesta encontrar personas como él", afirmó su hijo, el alcalde de Santo Domingo, Fernando Rodríguez Larraín.
La enfermedad había causado un grave daño en el cuerpo de Fernando Rodríguez Vicuña, pero él seguía estoico. "Estaba dando la pelea hasta el último minuto, él tenía la salud muy delicada pero el ánimo no lo perdió nunca; fue un luchador, un guerrero, un trabajador, un alcalde con vocación de servicio público, nos deja a todos la vara muy alta".
El amor
El 12 de octubre de 1973, Fernando Rodríguez Vicuña y Pilar Larraín Doggenweiller se casaron ante todas las leyes. Así se selló una historia de amor que perdura hasta ahora."Fue un hombre excepcional, la verdad es que ahora lo admiro más que antes", afirmó ella sin lágrimas en sus ojos.
"Nos conocimos en Santiago por intermedio de una amiga, y nos gustamos apenas nos vimos, pololeamos y nos casamos", contó Pilar Larraín al recordar que no se pudo hacer el matrimonio en septiembre de 1973, tal como se había planeado porque, según ella, sobrevino "el pronunciamiento militar". Por lo mismo, lo aplazaron para octubre de 1973, año en que se vinieron a vivir a Bucalemu.
María Jesús, la menor de las hijas de Fernando Rodríguez, acompañó a su padre en los últimos meses para que enfrentara el cáncer, pues vivía con él y su madre en la casa familiar de Bucalemu."Hoy más me convenzo más que mi padre es un ángel, no demostró resistencia al encontrarse con un ser divino porque estuvimos hasta sus últimos días aquí en la Tierra, acompañándolo en la cama de la clínica. No sintió dolor, no estuvo sedado, se fue completamente en un estado natural. El último día me decía que en 20 días se iba a recuperar y nos íbamos a ir al Caribe. Con la muerte de mi papá, estoy segura que pierdo al amor de mi vida", manifestó la más joven del clan Rodríguez-Larraín.
Los restos del ex alcalde son velados desde ayer en la Parroquia de Santo Domingo, donde mañana, a las 15.00 horas, habrá una ceremonia religiosa que antecederá al funeral en el Cementerio Parque del Sendero, en Llolleo. "Eso fue lo que dispuso en vida, y se cumplirán sus deseos", confirmó el alcalde.
A Fernando Rodríguez le sobreviven sus hijos Carlos Fernando Rodríguez Moya, además de Macarena, Fernando José, Paulina y María Jesús Rodríguez Larraín, y 14 nietos que eran sus regalones.
3 días de duelo comunal decretó el alcalde para rendirle un homanaje a su extinto padre.