¿Cómo somos los sanantoninos con el amigo cuando es forastero?
Más de 400 inmigrantes hay actualmente en la provincia de San Antonio, según fuentes de la PDI. Además, hay una larga lista de extranjeros que realiza sus trámites para quedarse en el Litoral de los Poetas.
"¡Qué rica!". Ese fue uno de los primeros piropos que recibió Dariana Palacios cuando llegó a San Antonio.
"No entendía qué significaba. Para nosotros los venezolanos rica o rico está asociado a la comida cuando es sabrosa", explica esta profesora de 25 años.
Dariana escapó de Venezuela el 5 de julio de 2016 en dirección a Chile. Lo hizo con su madre, a quien le diagnosticaron una compleja enfermedad neuromuscular.
"Allá no hay medicamentos, no hay comida, no hay seguridad, no hay tranquilidad. Mi mamá se enfermó y sabíamos que debíamos irnos del país para tratar su enfermedad y pensamos en Chile", recuerda.
El 6 de julio llegó a Melipilla y a los pocos días comenzó a trabajar en "Sabor Caribeño", un local de comida venezolana y colombiana, que está ubicado en calle Maestranza, Barrancas.
Allí cuenta que proviene de la ciudad de Tinaquillo, perteneciente al estado de Cojedes. Y es profesora de Trabajo, una especie de docente de contabilidad.
"Un familiar se casó con un chileno, pues, y él nos hablaba de su país y que estaba muy bien la situación acá", describe.
Cuenta que se ha encontrado con todo tipo de personas: buenas, malas, soberbias, humildes y simpáticas.
"Una sola vez me he sentido discriminada. Cuando venía de Melipilla para acá a trabajar, el conductor del bus, de la nada, me dijo: 'extranjera culi...'. Me sentí mal, pero no todas las personas son malas. He conocido gente muy buena y muy simpática. En general el pueblo de San Antonio, es muy chévere. En Santiago la gente es como más pesada, distante. Acá no. Son más cercanos, más cariñosos y amigables", destaca.
-A la provincia recién están llegando extranjeros en masa, ¿les llama la atención a los sanantoninos?
-Sí. Siempre que alguien viene, me refiero a un chileno, me preguntan de dónde soy, qué hago acá y por qué me vine.
-¿Y es muy pasado para la punta el sanantonino?
-Es caballero. Todo muy bien. Sólo esa vez que me dijeron ¡qué rica! y no entendía. Pero todo bien. Eso sí, me he dado cuenta que al chileno le gustan las chamas (mujeres) extranjeras. Pero en general, acá en San Antonio son buenas personas. En todos lados uno va a encontrar gente de calidad y personas malas. Pero esta experiencia ha sido buena.
-Usted trabaja atendiendo gente. ¿Cómo son los clientes?
-En Venezuela como que somos más de saludar. Por ejemplo, acá la gente te dice 'hola' y ya está. Allá nosotros decimos: 'hola, buenas tardes, cómo le va'. Acá son un poco más cortantes. Pero es algo de cada país y está bien, me ido acostumbrando.
Pasteles de colombia
Jasson Hidalgo tiene 26 años y llegó hace un mes y medio a San Antonio. Proviene de Cali, Colombia, donde asegura que "están las mejores mujeres del mundo".
La conversación se pone interesante cuando su amigo Arles Álvarez (25), otro colombiano, le rebate su opinión: "las mejores están en Medellín, señor".
Junto a estos dos amigos está Isabel Moncada (25), de Pereira, y completa la comitiva parcera Mauricio Londoño (34).
Estos muchachos encontraron trabajo en Sei Minimarket, ubicado en avenida Barros Luco. Allí, y gracias a una sanantonina que confió en ellos, se desempeñan elaborando y vendiendo berlines, donuts, conejitos, entre otros pasteles.
Londoño, quien lleva cuatro meses en San Antonio, dice que dejó su país buscando más oportunidades.
"Acá la gente es muy amable. Es muy tranquila esta ciudad . Personalmente me he sentido bien. He conocido gente buena que me ha ayudado".
Álvarez precisa que "a diferencia de Santiago, que es una ciudad más grande, acá la gente no anda tan rápido y es más simpática".
Moncada cree que acá las personas son "carismáticas. Te responden bien y no son tan distantes. Hasta el momento, todo ha sido muy bueno".
De lima, perú
Marilin Postigo (28) llegó a San Antonio hace 3 años y 6 meses. Confiesa que se vino casi por obligación.
"Mi mamá se casó con un sanantonino y entonces quería que me viniera para acá. Fue difícil dejar mi país y mi ciudad", reconoce.
Cuenta que "Lima es una ciudad inmensa, es capital, es como Santiago. Hay de todo. Cuando llegué a San Antonio me costó acostumbrarme a que es una ciudad más pequeña, más lenta. Pero aprendí a valorar la tranquilidad y que todo esté más cerca".
Tanto cariño le ha tomado a San Antonio esta peruana que cumplió uno de sus sueños en la comuna: se estableció con una peluquería. Lua Bella se llama el centro de estética donde Marilin deja a los habitantes de la provincia a la moda con los mejores cortes de cabello.
"Llevo tres años y medio acá. He aprendido a conocer a los sanantoninos. En general todo ha andado muy bien. He conocido a mucha gente buena", recalca.
-Chile y Perú siempre han tenido una rivalidad histórica y futbolera. ¿Le ha tocado convivir con alguna situación de este tipo?
-En todo este tiempo creo que han sido tres veces. Una fue porque un tipo empezó a decirme cosas pesadas porque Chile iba a jugar con Perú. En otra ya me sentí más discriminada, porque una mujer empezó a decir que las nanas deberían ser peruanas. No me sentí mal porque me dijeran nana, sino porque lo hicieron de forma despectiva.
-¿Y se han vuelto a repetir esos casos?
-No. Ya no. Uno ya conoce a la gente. Pero sí me he dado cuenta que a lo mejor falta un poco más de apertura de mente en otras cosas. Un día salí con un short que era bien cortito y con una polera escotada, y mucha gente me quedó mirando como que estuviese haciendo algo malo.
De Uruguay
Laura Calderón (45) es oriunda de Montevideo, Uruguay, y llegó a Chile hace 23 años. "Yo me siento chilena", dice con el inconfundible acento uruguayo.
Arribó a San Antonio por casualidad y dice que hoy le tiene un cariño muy especial a esta ciudad, incluso "cuando voy a visitar a mi gente en Montevideo, extraño mucho a esta ciudad".
"La gente de acá de San Antonio es como la uruguaya: tranquila, buenas personas. Obvio que uno va a conocer gente mala onda, pero en todos estos años son más alegrías que penas", dice esta peluquera.
Hace pocos días el departamento de Extranjería y Policía Internacional de la PDI inició una campaña para que los inmigrantes indocumentados regularizaran su situación. El jefe de la unidad sanantonina, el comisario Oscar Peña, manifestó que "hay 400 extranjeros en la provincia y la cifra seguirá aumentando".