Humilde familia vivió pesadilla en asalto donde encañonaron a un niño
Siete sujetos encapuchados ingresaron a la vivienda. Incluso le robaron todo su sueldo al dueño de casa, un obrero de la construcción.
"Me puso la pistola acá (indica con el dedo en su sien) y me dijo que me quedara sentado o disparaba". Este estremecedor relato es de un niño de apenas 12 años que enfrentó un violento asalto en su casa.
Eran las 3 de la madrugada de ayer cuando los residentes de una humilde vivienda de la población Caupolicán , en Cartagena, se estaban acostando, luego de celebrar un cumpleaños. Oyeron que un vehículo paró afuera de la casa y al instante escucharon "como una explosión".
"Sonó como que reventaron algo. Fue cuando le pegaron una patá a la puerta para volarla. Entraron con pistolas. A mí me encañonaron y me hicieron ponerme boca abajo en el suelo. A mi hijo lo apuntaron (de 12 años), a mi señora y a mi nieto (de 5 años) también les pusieron pistolas", narró el dueño de casa sobre el brutal atraco.
Según el testimonio de los afectados, que por temor solicitaron mantener sus nombres bajo reserva, los asaltantes les preguntaban dónde tenían una supuesta droga, mientras los mantenían encañonados.
"Yo creo que se equivocaron de casa, que pensaron que acá había droga o plata", especularon las víctimas la mañana de ayer aún conmocionados.
Lo que esta familia de Cartagena no logra comprender es por qué se ensañaron con una familia de escasos recursos, pues les robaron las pocas cosas de valor que tenían.
Los antisociales sustrajeron un televisor, a la dueña de casa le robaron unos aros de fantasía que llevaba puestos y lo peor es que se llevaron todo el sueldo del dueño de casa.
Luego del atraco, los afectados atinaron a pedir ayuda a los vecinos y pasaron la noche en otra casa por miedo a que los hampones regresaran. Además pidieron apoyo al presidente del comité de seguridad rural, suboficial (r) de carabineros Julio Benavente. "Pese a que yo soy del sector rural me llamaron y vine. Llamamos a Carabineros y conversamos con vecinos para que todos estén siempre unidos, que entre ellos se den seguridad", dijo.
El dueño de casa se lamentó diciendo que "me saco la mierda trabajando como obrero de la construcción y ahora quedé con los bolsillos vacíos. No tengo ni para comprar el gas que se acabó. Así de simple, nos robaron y nos dejaron sin un peso para pasar el mes".