Antiguo boxeador sanantonino da su última pelea en el mundo de la música
Luis Alberto "Tito" Ramírez se retiró de los rings en 1977. Pasó por el puerto y las pesqueras. En la actualidad es auxiliar de aseo en el Liceo Juan Dante Parraguez y doble del cantante argentino Leonardo Favio.
Luis Alberto Ramírez se pasea nervioso a un costado del escenario de la "Plaza del Adulto Mayor", en Llolleo. Toma un largo sorbo de agua, cierra la botella y escucha atentamente su presentación. Mira el suelo por unos segundos y en cuanto escucha su nombre sube con energía.
Lleva doce años cantando con éxito en pequeños eventos a beneficio, en festivales y hasta en la televisión, pero nunca ha perdido el miedo al público, a equivocarse, a que lo abucheen. Nunca ha tenido un mal recibimiento. Menos ahora, que es conocido como el doble sanantonino de Leonardo Favio.
Entre aplausos, parte con uno de los temas más conocidos del fallecido cantante argentino: "Ella ya me olvidó".
El público mueve los labios siguiendo la letra. Cuando llega el coro se escucha en todos los rincones de la plaza: "Yoooo, yo no puedo olvidarla..."
Frente a su audiencia, "El Tito", como lo conocen sus amigos y compañeros de trabajo, se transforma por completo. Deja de lado su temor e interpreta con sentimiento. Al cabo de media hora, casi al término de su show, está emocionado, al borde del llanto.
"Cuando veo las caras de las personas me conmuevo mucho, porque son las canciones con que se unieron muchas parejas, de cuando eran lolos", cuenta el artista, quien se apronta a jubilar para dedicarse por completo al mundo de la música.
"Voy a hacer esto por lo que me quede de vida, aunque sea en la calle y no me den propinas", promete.
Luego de una larga vida laboral en las pesqueras, en el puerto de San Antonio y más recientemente como auxiliar de aseo en distintos colegios de la comuna, está esperando "terminar con los trámites" para dar rienda a su segundo gran amor: el canto. El primero fue el boxeo.
Las peleas
Entre los 18 y casi los 30 años, experimentaba periódicamente la misma sensación que ahora tiene al entrar a escena: un pequeño pánico no muy grande como para dejarse llevar por él, pero no tan pequeño como para sentirse confiado en lo que pasará, en este caso, sobre el ring.
"Nunca he vencido esa timidez", reflexiona mientras rememora sus triunfos en el pugilismo.
"En San Antonio antes había mucho interés por el boxeo y varios clubes que se dedicaban a este deporte. Así como en la actualidad se juega a la pelota, en ese tiempo, entre fines de los sesenta y los setenta, se peleaba", relata Luis Alberto.
Como si fuera ayer, aún está fresco el recuerdo de su debut. "Mi primer round fue en el gimnasio Esparta, donde ahora está el supermercado Tottus. Al medio armaban un ring y se llenaba de personas, sobre todo de hombres. Era una tremenda entretención en la época".
"Acá fui campeón varias veces, incluso fundé el club de boxeo en la pesquera en que trabajaba. Fui a Santiago a representar a San Antonio en más de una vez, pero no me alcanzó para ganar", añade con nostalgia.
"Al final la gente se olvidó de mí, de que había sido boxeador, pero ahora con la música quiero mantenerme vigente", revela.
Su último enfrentamiento fue en 1977, en el gimnasio Montemar, tras pasar por las categorías gallo, pluma y peso liviano.
Favio
El gusto por Leonardo Favio permanecía dormido. Era su ídolo, pero no tenía idea que algún día terminaría personificándolo.
"Lo de cantar viene desde que era chico, pero nunca pensé que podía ser algo a lo que me pudiera dedicar como lo estoy haciendo ahora".
-¿Qué lo motivó a ponerse a cantar en eventos y en festivales?
-En el 2005 se hizo un festival de la voz acá en San Antonio y una polola que tenía en ese entonces me dijo que participara, que tenía bonita voz, que podía hacerlo. Fui a inscribirme y participé. Se hizo en la Escuela España ese concurso.
No ganó, pero su vida cambió radicalmente.
Por el tono de voz se dio cuenta que los temas que mejor le acomodaban eran precisamente los del astro trasandino.
"Él era un gran cantante, cuando murió (en el 2012) lo sentí mucho", confiesa. Al igual que ese día en la plaza de Llolleo, sus ojos vuelven a llenarse de lágrimas.
"Yo le debo mucho a Favio", agrega.
Participar en el certamen fue solo el puntapié para iniciar su carrera.
-¿Es verdad que fue a la tele?
-Sí pues, cuando salieron los programas de dobles fui a cantar al 13 (Mi nombre es) y al Mega (Yo soy).
-¿Cómo fue esa experiencia de estar en la televisión?
-Ahí sí que me fue difícil, porque me traicionaron los nervios.
-¿Por qué?
-Es que es otro ambiente, las luces, con los famosos ahí mismo. No se pudo nomás.
Lo que se viene
Hace un tiempo grabó un primer disco con la ayuda de un amigo y lo repartió entre los más cercanos. Ahora se prepara para el segundo álbum. Esta vez para venderlo. Asegura que no le importa la plata, que lo importante es y será siempre cantar.
"Creo que dentro de no mucho tiempo terminaré en la calle. Con que la gente me escuche, con que les pueda alegrar el día con una letra bonita y traerles un recuerdo, me doy por pagado. Como sea, yo me muero cantando", finaliza.