Dejó el alcohol por la velocidad de su nueva motocicleta
Michael Góngora confiesa que llevaba una vida lincenciosa; sin embargo, la muerte de dos amigas lo hizo reflexionar. Hoy lucha por convertirse en el mejor piloto de moto. "Ha sido mi sueño de niño y ahora lo voy a cumplir", dice.
Michael Góngora Yáñez (28) confiesa sin pelos en la lengua que llevaba una vida de excesos y desenfreno.
"Trabajaba y carreteaba. Solo para copete juntaba plata. Tomaba mucho. Salía casi todos los días y no me daba cuenta de lo que hacía", manifiesta frente a su moto de velocidad, en el sector de Bellavista-Brasil, en la comuna de San Antonio.
Allí en su taller de pintura y desabolladuras, "El Oso", como le dicen sus amigos, confiesa qué lo hizo cambiar.
"Hace un par de meses perdí a dos de mis amigas más cercanas. Una en un accidente automovilístico y la otra producto de un cáncer. Con ambas compartí grandes cosas y nos conocíamos desde hace muchos años. Ha sido todo muy difícil y eso te hace pensar, evaluar y analizar lo que uno está haciendo en la vida", dice con sinceridad y agrega "después aparecen buenas personas que a uno lo hacen reflexionar y me di cuenta que mi gran pasión, desde que tengo 8 años, son las motocicletas de velocidad. Que en eso debía enfocarme y dejar de perder el tiempo en copete y esas cosas".
"Había estado perdiendo tiempo. Hace dos meses que no tomo una gota de alcohol porque estoy enfocado en mi motocicleta", cuenta "El Oso", quien el próximo 27 de noviembre comenzará a competir en un torneo de motocicletas de velocidad, que se desarrollará en el autódromo de Quilpué.
"Hay gente que ahora está confiando en mí. A ellos no les puedo fallar y no lo voy a hacer, porque este ha sido mi sueño de niño y lo voy a cumplir", asegura este piloto que quiere llegar a lo más alto en el circuito de dos ruedas.
En total serán nueve fechas que este sanantonino tendrá que disputar en la categoría novato de 400 centímetros cúbicos, arriba de su Kawasaki GPZ.
Para ello está trabajando fuertemente en mejorar sus tiempos y la motocicleta, junto a sus auspiciadores Repuestos Fabián, Pinturas Rach y el gimnasio Troy.
"Me gustaría salir del país y competir por Chile. Sé que estoy empezando. Esta es la primera vez que compito, pero pienso en grande. Para ello tengo que trabajar harto para arreglar la moto. Agradezco a mis auspiciadores y ojalá que alguna empresa, sería ideal una local, me ayudara y creyera en este proyecto", solicita.