Acusan que desalojaron un centro de rehabilitación a punta de pistolas
Encargada del "hogar" manifestó que el administrador sacó de la residencia a personas que no tienen donde ir, incluyendo a una embarazada. "Dijeron que debíamos el arriendo, pero es mentira", aseguró.
Una seguidilla de desencuentros entre arrendatarios y ocupantes de una residencia terminó de manera violenta, pues, según cuentan los encargados de un centro de rehabilitación de alcohólicos y drogadictos, "nos desalojaron a punta de pistolas".
La historia que terminó con la intervención de Carabineros comenzó en febrero de este año.
La pastora evangélica y vicepresidenta de la Confederación de Iglesias Evangélicas de San Antonio (Cievsa), Mirta Campos, relató que a comienzos de año llegaron hasta un hotel de San Sebastián para arrendarlo e instalar ahí a 23 personas en rehabilitación.
"Son centros del Ministerio Soldado de Dios. Llegamos porque los administradores son cristianos (evangélicos) y creímos en ellos. Pese a que en febrero se cobró un millón 800 mil pesos por el arriendo, se hizo el esfuerzo y cancelamos. Luego, desde marzo se pagaban 400 mil mensuales por ser temporada baja", detalló Campos.
Aseguró que desde que llegaron a la residencia ubicada en avenida El Peral, tuvieron roces con los administradores. "Se supone que nos entregarían una cocina y un lugar para comedor y eso no se cumplió, entre otras promesas", expuso la pastora evangélica.
Más tarde, narra, "nos enteramos de que el hotel no es de estos administradores, sino de una mujer, la señora Marina, de Santiago, y ella los tiene con orden de desalojo porque no le han pagado hace años. Cuando (los administradores) supieron que nosotros sabíamos de esta estafa comenzó el hostigamiento", expuso la mujer.
La "mala onda" alcanzó su peak, dijo Campos, cuando le informaron que tenía que irse con los 23 rehabilitados porque no habían cancelado el arriendo. "Pero nosotros le pagamos, tenemos los voucher (recibos) del banco con los pagos que lo acredita, así que no nos íbamos a ir", dijo. Agregó que "por eso nos cortaron la luz y el agua para forzarnos a salir de ahí".
Ataque
La mujer expresó que luego de que les cesaran los suministros, vino un hecho de violencia. "A punta de pistolas llegaron y se desalojó el hogar cuando ya era de noche. Intimidaron a los jóvenes, y a una embarazada también la sacaron a punta de pistola", denunció Mirta Campos.
Tras el hecho, llamaron a Carabineros para denunciar lo ocurrido y hasta el sitio del suceso acudieron patrullas de la Segunda Comisaría de Cartagena.
"Llegaron, pero salieron los administradores y al final nos echaron la culpa a nosotros. Se llevaron detenido a nuestro encargado del hogar. Fue todo al revés", dijo la pastora evangélica.
Lo que hoy pide Mirta es que desde el hotel donde arrendaban les entreguen las cosas que tenían ahí, puesto que pertenecen al centro de rehabilitación.
"Tenemos varias pertenecías, como camarotes, ropa de cama, cocina y hasta la mercadería que es de los miembros en rehabilitación. Ahora están todos en mi casa quedándose hasta que hallemos otro lugar", manifestó. Añadió que "si nadie nos ayuda, ellos (miembros del hogar) en cualquier momento pueden volver a la calle y caer nuevamente en la droga o el trago", teorizó.
23 miembros tiene el hogar del Ministerio Soldado de Dios, que estaba en San Sebastián hasta la semana pasada.