Mamá del Rambito: "Antes de que me muera quiero saber quién mató a mi hijo"
Mañana se cumplen tres años desde que asesinaron a Jorge Santis Toro, cuyo caso se cerró sin un culpable.
Como un refugio. La habitación de Jorge Santis se convirtió en el único lugar en el mundo donde su madre, Carmen, logra un poco de tranquilidad.
Una botella de Coca Cola de un litro con bebida hasta la mitad es una prueba de que, a tres años del homicidio del "Rambito", como le decían de cariño a Santis Toro, su recuerdo sigue intacto. Ese envase de gaseosa lo dejó Jorge la tarde del 14 de noviembre de 2013, cuando salió para no volver jamás.
"No he movido nada, es que no puedo. Es la pieza de mi hijo. Le tengo su pijama donde lo dejó, sus remedios, todas sus cosas porque a veces pienso que va a volver, pero no llega, no llega nunca", dice la madre llorando desconsolada.
El dolor de Carmen Toro comenzó el 15 de noviembre de 2013, cuando le avisaron que encontraron muerto al "Rambito" en un sitio eriazo cerca de la cancha de Torino. Lo habían matado. Se habían ensañado pegándole.
Caso cerrado
"Yo no tuve justicia. No hubo verdad para mí ni para mi familia", llora Carmen Toro.
Sus palabras se deben a que el caso por el homicidio de Jorge Santis Toro (31) se cerró sin que hubiese un culpable.
En 2015 se llevó a cabo un juicio en contra del único acusado del asesinato. El imputado siempre guardó silencio. Jamás explicó por qué en su chaqueta se halló sangre de Santis Toro.
Pese a que existían pruebas en contra del acusado, el Tribunal Oral lo absolvió.
La lucha judicial de la familia del "Rambito" continuó y tras una apelación se rehízo el juicio, el que terminó con el mismo resultado: absolución del imputado.
"Enfrentar la muerte de mi hijo es un dolor tremendo y que nadie respondiera por lo que le hicieron es otro dolor que con mi familia cargamos. Es un sufrimiento tan grande que no se lo doy a nadie. Hubiese preferido morirme yo a que mataran al Jorgito", dice la progenitora.
Carmen junto a su esposo Jorge Santis comenta que mañana será un día doloroso. La mujer confiesa que prácticamente no se levantará porque le da "una pena que me va matando".
"Pienso todos los días y a cada segundo en mi hijo. Lo único que le pido a Dios es que antes de que me muera quiero saber quién mató a mi hijo", imploró.
15 de noviembre de 2013 asesinaron a Jorge Santis en un sitio eriazo cercano a la cancha de Torino.