Familia damnificada por voraz incendio en El Carmen acusa que recibió amenazas
"Conversamos con el gobernador y le expusimos nuestro caso. Estamos pensando en dejar la ciudad por miedo a lo que le puedan hacer a nuestros hijos", dijo Carlos Toledo junto a su esposa Leslie Montoya, quienes perdieron su hogar.
La desolación aún es completa en la familia Toledo Montoya, tras el devastador incendio que afectó a su hogar el pasado viernes 13 de noviembre, en el cerro El Carmen de San Antonio.
Cuando todavía no se recuperan del shock que les provocó perder todo lo que habían construido en 16 años, Carlos Toledo, el patriarca de la familia, contó que están siendo víctimas de amenazas por parte de familiares de la casa vecina, donde habría comenzado el siniestro.
Junto a su esposa Leslie Montoya, cuenta que "lamentablemente la delincuencia y las drogas están ganando. Hemos recibido amenazas por parte de los familiares de los niños que viven en la casa donde comenzó el incendio. Cuando estábamos limpiando nuestra casa llegó una mujer a decirnos que iban volver a quemar nuestro hogar".
Carlos agrega que puso en conocimiento a la fiscalía y al gobernador provincial de la amenaza sufrida y revela que junto a su familia están pensando en dejar la comuna de San Antonio.
"Conversamos con el gobernador y le expusimos nuestro caso. Estamos pensando en dejar la ciudad por miedo a lo que le puedan hacer a nuestros hijos. Lamentablemente son niños abandonados los que viven al lado de nuestra casa. Su padres están en la cárcel y ellos están solos y no en un centro del Sename o en un hogar para que hagan algo por ellos", detalla.
Toledo asegura que el siniestro comenzó en la casa colindante a suya, donde viven estos tres menores de edad que fueron formalizados por el delito de incendio.
"Primero habían dicho que comenzó porque estaban cocinando, pero vecinos nos dijeron que fue porque estaban robando luz, incluso tenemos un video donde se muestra dónde comenzó el fuego, porque ellos dicen que partió en nuestra casa", expone.
Crisis nerviosa
El trágico incendio comenzó a eso de las 19 horas, de aquel 13 noviembre. Leslie se encontraba en su hogar junto a su pequeño bebé de apenas tres meses de vida cuando se desató la pesadilla.
"Yo iba a entrar a la ducha cuando me di cuenta de las llamas y el humo negro que había dentro de la casa. Estaba con mi bebé y le dije a mi otro hijo que lo tomara y que salieran de la casa porque estaba muy tóxico. No se podía respirar. Así que los niños salieron corriendo de la casa igual que yo", recuerda.
El incendio se demoró pocos minutos en devorar casi por completa la vivienda que habían construido Carlos y su esposa Leslie hace 16 años, cuando llegaron a estos terrenos que eran una toma.
El jefe de hogar cuenta con tristeza que "todo se nos vino abajo. Mi hijo no ha podido ir mucho al colegio porque cada vez que recuerda este tema, llora. Anda muy nervioso, como con una crisis. El niño más chico al principio también lloraba mucho, estaba muy nervioso y nosotros con mi esposa igual, porque perdimos todo".
Este panadero, su esposa y sus tres hijos ahora están viviendo de allegados en la casa de una de las hermanas de Carlos, donde comparten una vivienda entre nueve personas.
"Es incómodo para nosotros estar en esta condición, porque a uno no le gusta andar molestando. Somos bien caseros y de trabajo con mi señora. Todo nos ha costado conseguirlo y ahora empezar de nuevo es muy complicado porque no tenemos plata. Pero sí agradecemos a toda la gente que nos ha ayudado y nos ha demostrado todo su cariño, en especial a los vecinos", menciona.
Por ahora la familia Toledo Montoya piensa en dejar San Antonio por las amenazas que sufrieron. Pero antes quieren levantar su casa para luego venderla y buscar un nuevo horizonte.
"Lo conversamos con el gobernador y le solicitamos la posibilidad incluso de cambiar mi casa cuando la levantemos por otra para evitar problemas", señala.
Las personas que deseen ayudar a esta familia con materiales de construcción, se pueden contactar al celular de Carlos: 9 63188407.
16 años llevaba viviendo en su hogar, ubicado en calle Amapolas 1480, la familia Toledo-Montoya. La casa quedó reducida a escombros tras el incendio.