Raúl Abarca Pailamilla
Ante un auditorio repleto de asistentes, José Andrés Murillo, querellante en el caso Karadima y presidente de la Fundación para la Confianza -creada para prevenir los abusos sexuales contra menores-, expuso en el seminario "Mirada sobre la Infancia", que organizó la ONG Paicabi y el Sename en el instituto profesional La Araucana, y que tuvo como eje fundamental el abuso que hoy en día sufren miles de menores en todo el país.
En la cita, el doctor en filosofía y ciencias políticas explicó que "hoy en día hay una especie de normalización del abuso".
"La indiferencia en el contexto es lo que produce más daño en los niños abusados. Con el contexto me refiero a los amigos, la familia, el barrio y la sociedad finalmente. La indiferencia no es la falta de reacción, sino la confirmación por parte de la sociedad de que el abuso es algo normal", especificó este profesional que fue víctima de los abusos del padre Fernando Karadima.
Con esto, Murillo no solo se refiere al abuso sexual que puede recibir un menor, sino a la violencia física y también a la explotación laboral que cientos de niños sufren día a día.
"A veces los niños manifiestan de alguna manera algún indicio de ser abusado. Y qué es lo que pasa. Nadie se mete porque no queremos tener problemas, porque pensamos que puede sanarse solo. Se saca al niño del colegio o del jardín y preferimos silenciarnos que hacernos cargo denunciando", detalló.
Pese a que legislativamente se ha avanzado, como cree Murillo, aún no es suficiente, porque "no se saca nada en avanzar en leyes si la sociedad no está comprometida".
Lista de espera
Iván Zamora, director ejecutivo de la ONG Paicabi, contó que en San Antonio trabajan con el centro Kalán y Alún prestándole ayuda a niños que han sufrido algún tipo de abuso.
Como en todos lados, en San Antonio "hay una lista larga de niños que esperan ser atendidos porque no hay suficientes profesionales y porque existen problemas financieros. Es un tema angustiante porque hay niños que son fuertemente abusados y no pueden ser oportunamente tratados".
Zamora asegura que ellos fueron los primeros en denunciar las largas filas de espera de estos menores que son violados en sus derechos fundamentales.
Para el directivo de Paicabi, el futuro no se ve muy alentador con la baja inversión que el gobierno de Michelle Bachelet destinó a esta área. "Para el próximo año, si bien hay un aumento de 28 millones de dólares para el Sename, de ese total la gran mayoría de los recursos va a los hogares y cero a programas de este tipo, lo que es muy lamentable", cerró.