La historia de la mujer no vidente que enseña a fabricar mandalas
Luz Herrera (64) quedó ciega producto de una retinopatía diabética que se complicó luego de que se realizara la operación. Ahora, se reinventa dando pequeñas lecciones sobre tejido a personas con capacidades diferentes.
"El día en que perdí mi vista, lloré un rato en el pasillo del hospital de Valparaíso y pegué un grito muy fuerte. Me dije a mi misma que ya no debía llorar y que desde ahora en adelante pasaba a una nueva etapa de mi vida". Así es como Luz Herrera (64), más conocida como Lucy, recuerda el momento en que su vida giró en 180 grados.
La historia se remonta al año 2015, en donde Lucy se realizó una operación ocular para dar solución a la retinopatía diabética y cataratas que padecía; sin embargo, a pesar de las intervenciones, no volvió a ver la luz del sol.
"Me operaron para que viera mejor, pero no, quedé peor. Me volvieron a intervenir por una hemorragia ocular y ahora ya no veo nada", comenta con pesar.
Lucy rememora que luego que le comentaron el trágico diagnóstico se tranquilizó y tomó el bus que la llevaría a Cartagena, en donde llegó a contarles la situación a sus familiares. "Llegué con otro ánimo de Valparaíso. Me senté para conversar con mi madre, pero le mentí y le dije que luego de un tiempo iba a volver a ver, no le pude decir la verdad porque mi mamita estaba muy mal".
Simplemente, el año 2015 fue el peor en la vida de Lucy porque luego de un par de meses su madre falleció.
"Me vine a Cartagena desde Coquimbo solamente para estar con mi mamá. Ella estaba enfermita y yo quería estar con ella, por eso me compré una casa aquí", indica.
Su madre estaba mal de salud e incluso le habían dado ocho infartos a sus 79 años, es por eso que quiso aprovecharla hasta el último momento. "En el hospital le decían doña Milagro porque le daba un infarto y al otro día estaba muy sentada en la cama, como si nada", agrega.
Luego de la partida de su querida madre el mundo se le vino abajo, pero a pesar de todas las situaciones Lucy que estaba viviendo nunca se echó a morir.
"Estaba mal, pero no me di tiempo para deprimirme".
Aunque Lucy se muestra fuerte y siempre con una sonrisa a flor de piel, se nota cómo su corazón se llena de pena cada vez que toca el tema, pero lleva un tiempo tratando de subir el ánimo.
Taller de autoestima
Todo lo que pasó en la vida de Lucy fue muy doloroso y complicado, es por eso que le recomendaron integrarse al taller de manualidades de la Casa de la Discapacidad de Cartagena que imparte Claudio Sánchez para salir de la pena y entretenerse.
"El que me anima harto es mi profesor de artesanía. Él es minusválido, no tiene sus brazos ni sus piernas, pero pinta hermoso con su boca y canta maravilloso", agrega con brillo en sus ojos.
Lucy sabe que el profesor la estima y que siempre le alegra el día. "Nos queremos harto, él es mi apoyo junto a mi hermana y mi amiga".
-¿Qué es lo que más te gusta del taller?
-Me encanta porque las chiquillas llegan tristes y se van alegres. El taller es como un imán, porque a pesar que los doctores las dan de alta, por la depresión igual siguen yendo.
Al principio la agrupación tenía solo ocho participantes, pero de a poco se corrió la voz hasta que la cifra ascendió a 30.
"Todas nos levantamos el ánimo y nos ayudamos. Hicimos un bingo para una de nuestras compañera y en las últimas semanas ha llegado más gente".
Los días martes y jueves desde las 11.00 a 13.00 horas se sientan a conversar, tejer mandalas, a crochet, pintar y a olvidar sus problemas.
"Les cuento chistes y cantamos. Si llegamos tristes tenemos que subirnos el ánimo de alguna forma, así que después nos vamos todas alegres y contentas. Ansiamos los días martes y jueves".
-¿Qué les dices a tus compañeras cuando las ves tristes?
-Cuando llegan muy deprimidas yo no las dejo que estén así. Les digo que todas las mañanas entro al baño a mirarme al espejo y me digo que amanecí hermosa y muy linda, que al salir de la casa voy a matar (ríe).
-¿Lo pasas bien en el taller?
-Sí, por mí me juntaría toda la semana, pero como somos dueñas de casa no se puede (ríe a carcajadas).
Mandala
Cuando Lucy ingresó al taller lo primero que le llamó la atención fue una mandala. Pensó que era todo un desafío para una persona no vidente llegar a hacerlas.
"Aprendí a hacer las mandalas en una hora, la señora del profesor (Paula) y su hija Tábata me enseñaron", indica orgullosa.
Los presentes no podían creer lo que había logrado Lucy en tan poco tiempo, parecía que había nacido con los hilos entre las manos.
"Primero hice uno chiquitito, después uno grande y hasta uno de tres palitos", reconoce.
Cada vez que hacía uno lo regalaba y con el tiempo se dedicó a enseñarles esta técnica a otras personas.
"Hay tres personas cieguitas y yo les doy una lección, lo único que debemos pedir es que nos ayuden a elegir los colores".
-¿Qué colores te gusta elegir para las mandalas ?
--Me encanta hacerlos matizados y me gusta iniciar con el amarillo.
Lucy ha mejorado su técnica y sus avances se pueden observar en la mesa de su comedor en donde ordenó todos sus diseños para que fueran registrados por Diario El Líder.
"Me quedan pocos porque el que se viene para acá se lleva uno", agrega con humildad.
Lucy toma con sus manos una de sus mandalas y recuerda entre risas que su profesora intentó. sin éxito. fabricar una con los ojos vendados.
"Se puso algodones y se vendó bien, pero a pesar de que era la profesora, no pudo hacerlo", cuenta picarona.
Paula se confió porque Lucy aprendió en tiempo récord, pero cuando empezó a trenzar, en un dos por tres toda la lana estaba enredada.
"Lo pasé bien, nos reímos mucho ese día".
Con este hermoso gesto realizado por los profesores del taller, Luz se sintió especial, ya que superó al maestro y le dio el empujoncito para que ella le enseñara a los demás.
Simplemente Lucy es el vivo ejemplo que al mal tiempo buena cara, ya que a pesar de todas las dificultades siempre tiene una sonrisa para regalar. Así que si la ve en la Expo Indígena que se realizará este 3 y 4 de diciembre en el sector de la ruca de Llolleo no dude en saludarla y comprarle uno de sus hermosos diseños.