Ayer despidieron a la gran matriarca del Anthurium
Familiares, amigos, clientes y el mundo empresarial le dio el último adiós a la querida Adela López.
Mucha tristeza, pero también tranquilidad había ayer en los familiares de la querida empresaria llolleína Adela López, en el último adiós que le brindaron sus seres queridos en el Parque del Sendero, donde descansan los restos de quien fuera la impulsora del restobar Anthurium.
La mujer falleció a la edad de 67 años afectada por un cáncer hepático, diagnosticado hace cuatro meses, y múltiples enfermedades. Pese a ello siempre estuvo preocupada de su restobar, al que le dedicó más de 30 años.
Su hija Elizabeth Fernández López contó que "nosotros, toda su familia, nos sentimos muy orgullosos de ella, de todo lo que hizo. Es nuestro pilar fundamental, gracias a ella somos los que somos".
Respecto a su labor como madre, enfatizó que "siempre estuvo cuando la necesitamos. Así era ella. Nosotros también estábamos con ella cuando nos necesitaba. Lamentablemente esta fue la voluntad de Dios, pero se fue contenta rodeada de sus seres queridos".
Adela dejó este mundo en su hogar, ubicado en calle Toconce, en Llolleo, rodeado por sus más cercanos. Ayer se ofició una ceremonia religiosa en el salón velatorio de la Funeraria Belén y luego sus restos fueron trasladados hasta el cementerio Parque del Sendero, pero antes le rindieron un sentido homenaje en el restobar Anthurium, local que fue su casa por más de 30 años.
67 años dejó de existir la empresaria llolleína Adela López, afectada por un cáncer hepático.