Las vueltas de la vida: pasó de ser empresario a vendedor ambulante
Iván Durán Pardo, quien está ciego hace seis años, llegó a tener tres casas en la capital y ahora ni siquiera posee un lugar para trabajar en la calle. En sus 66 años de vida ha conocido el éxito y los fracasos.
Cuando hace 20 años Iván Durán Pardo se separó y traspasó a nombre de su ex señora y sus hijos las tres casas que había comprado durante la década de los 80 mientras vivía y trabajaba exitosamente en Santiago, nunca pensó que terminaría con el paso de los años como vendedor ambulante de artesanías en el centro de San Antonio.
Hace seis años, producto de un desprendimiento de retina provocado por sus altos niveles de azúcar, perdió la totalidad de su visión. "Cuando me separé creía que iba a seguir trabajando con el ritmo que tenía en esos momentos y podría comprarme una casa con el tiempo, pero lamentablemente no fue así, porque quedé ciego", reflexiona el hombre de 66 años.
época dorada
Iván nació en San Antonio, pero tras finalizar la enseñanza escolar optó por estudiar en el Bellas Artes y se trasladó a vivir a Santiago. En la capital comenzaría a trabajar como artesano en el Pueblito de Los Dominicos que se ubica en Las Condes.
"Estuve un tiempo trabajando y pude armar mi propia empresa de confección de artesanías que luego contaría con el apoyo de Prochile. Lo bueno fue que hice contactos para exportar a Estados Unidos, así que ni siquiera tenía que hacerle publicidad al taller, porque todo se vendía bien para el extranjero", recuerda.
Los buenos ingresos que le generaba la empresa de confección de artesanía le permitieron a su dueño la posibilidad de comprar tres casas. Dos de ellas ubicadas en el barrio Bellavista, en el centro de Santiago, y otra en Providencia, cerca del hotel Sheraton. En esos tiempos Iván Durán estaba casado y tenía tres hijos.
"Pero me separé y ahí la relación con mi ex señora y con mis hijos dejó de existir hasta el día de hoy, ya que nunca me han venido a ver a San Antonio. Cuando estábamos separándonos le pasé una de las casas a mi ex mujer, y las otras quedaron para mis hijos", hace memoria.
Vuelta al puerto
Buscando nuevos aires Iván Durán volvió a su natal San Antonio. En la ciudad puerto dejó atrás la vida en la capital y comenzó a vivir una dura experiencia tras quedar ciego hace seis años.
"Gracias a la gestión de un caballero de nombre Patricio pude trabajar en el paseo Bellamar, y luego Patricio Lucero (funcionario municipal) me dio permiso para instalarme acá en calle Centenario. Ahora ya no confecciono las artesanías, sino que las compro y las vendo", explica Iván, quien lamentablemente esta semana sufrió por partida doble: le robaron su bastón con el que se movilizaba y además fue visitado por inspectores municipales para avisarle que debía abandonar su habitual puesto de trabajo.
"Don Iván es una persona trabajadora, que no le hace mal a nadie, entonces deberían considerar su condición y no meterlo en el mismo saco de los que andan robando", dice Clara Espinoza, quien trabaja junto a su marido Claudio Aillapán en el mismo sector que el artesano.
Para alegría de Iván Durán, carabineros de San Antonio, al percatarse del robo del bastón, le regalaron uno nuevo al trabajador. "Agradezco la gestión del carabinero Ulloa, ya que cuando me robaron me dejaron con un palo de escoba prácticamente", cuenta feliz.
Lo que le urge ahora es saber sobre su próximo paradero laboral. "Ojalá tengan conciencia, ya que en mi condición de discapacitado deberían entregarme la oportunidad para trabajar. Lamentablemente no tengo un lugar físico donde poder instalarme", se queja don Iván, quien a sus 66 años, finalmente consiguió tener su propio hogar.
"Vivo en Bellavista en un departamento social entregado por el Estado, así que finalmente conseguí tener mi casa, aunque cuando me muera pasará a otra persona", comenta sin perder su entusiasmo el artesano sanantonino Iván Durán Pardo.
6 años lleva ciego Iván Durán Pardo, un ex artesano sanantonino que perdió la visión producto de un desprendimiento de retina.