David Muñoz Castillo
Este año tuvo de todo para José Patricio González Ramírez. El atleta de 19 años supo de la alegría del triunfo en varias competencias, pero también sufrió con las lesiones y con un hecho que lo sumió en el dolor y la depresión.
El "Pato" en enero de este año vivió una de las tristezas más grandes de su corta existencia. El 6 de enero dejó de existir su hermano Pablo, de sólo 21 años. "Falleció de cáncer, le creció un tumor entre el pulmón y el corazón. Se lo detectaron en 2014, en 2015 se hizo quimioterapias y el 6 de enero se le apagó la velita", recordó con tristeza el deportista de Círculo Atlético San Antonio.
Cuando el inminente fin de sus días se aproximaba y se temía un triste final para la vida de Pablo, "El Pato" como es conocido por sus amigos, hizo un compromiso. "Le hice una promesa antes que se muriera. Él me dijo que algún día tenía que salir campeón nacional y me hizo prometérselo. Para eso entreno, para cumplirle", aseveró.
No ha sido fácil honrar la palabra empeñada a su hermano.
Para este joven que vive con su madre, sus abuelos y un tío, en el sector céntrico de San Antonio, se le complicó todo durante este 2016. "Este año fue difícil en todo sentido. Partí bien entrenando, después tuve unas lesiones, luego falleció mi hermano, como que tuve una baja. Después empecé a trabajar, la pega me quitaba mucho tiempo, no podía descansar y me lesioné de nuevo. Entre junio y agosto anduve muy, muy mal. Entrenaba un par de días y no rendía", recordó sobre esos momentos ingratos que le tocó vivir.
Sin embargo, con la ayuda de su familia, de sus amigos y de sus compañeros del Casa se levantó.
Los dolores de las lesiones desaparecieron como por arte de magia. "Como que no pesqué y se me quitaron solos todos los dolores que tenía", rememoró.
Y empezó el repunte. Comenzó a entrenar con regularidad, más días a la semana y comenzaron a llegar los buenos resultados.
Por eso su profesor, Higinio Bustos, la leyenda del atletismo en San Antonio, no duda en destacar al "Pato" como su mejor pupilo en la actualidad.
En septiembre cambió todo. "El cuerpo con la pega se fue acostumbrando, después entrenaba todos los días y desde septiembre estoy full. Ahí me empecé a dedicar más, a entrenar. Ahora que trabajo por turnos, por ejemplo me toca de noche, entro a las 11, salgo a las 6, de ahí short y polera y salgo a entrenar. Después a dormir", contó sobre su rutina de trabajo y entrenamiento.
Comenzó amarrando buques en San Antonio Terminal Internacional (STI) y ahora fumiga contenedores y camiones para la misma concesionaria portuaria.
-¿Es difícil mantener este ritmo de vida: trabajar y entrenar?
-Sí, es complicado, pero cuando quieres hacer las cosas y te motivas lo haces. Como que se me va el cansancio cuando salgo de la pega, después de entrenar quedo "planchado" eso sí.
Desde que comenzó a practicar atletismo, José Patricio vio en los resultados una motivación para seguir adelante. Los logros obtenidos en el segundo semestre lo alientan a conseguir sus objetivos en la vida y cumplir con la promesa hecha a su hermano fallecido en enero de este año. "Gané las dos corridas de San Antonio. La del año pasado me la ganó el 'Pancho' Duarte, ahora la de mayo la gané yo y la de octubre también. He ido a varias competencias, a Santiago con segundos y terceros lugares", detalló el atleta.
Inicios
Cuando era pequeño José Patricio, como todo niño, se jugaba una que otra pichanga con sus amigos. "Era malo para el fútbol, la pelota jugaba conmigo", reconoció.
Por eso buscó otra disciplina y encontró en el atletismo su pasión. "En 2011 comencé a practicar. Comencé en el atletismo con Basilio Ureta y su hijo Javier, que es mi mejor amigo, era como para hacer deporte. Después me presentó al profe Higinio y ahí me uní al club (Círculo Atlético de San Antonio)", recordó.
Poco a poco fue entrenando y participando en carreras. Eso lo motivó aún más.
"Empecé a ir a carreras, de repente sacaba una medalla. Cuando entré al club el ambiente era bueno, eso me gustó. Nos llevaban a carreras y sacaba a veces un tercer lugar o medallas y eso me incentivó", explicó el atleta.
En 2012 ganó su primera carrera y eso "me motivó poco a poco para conseguir varios logros. Cuando partí entrenaba tres días a la semana. Todos los que empiezan van lunes, miércoles y viernes, después del año iba más seguido y empecé a entrenar más fuerte", contó.
Metas y sueños
El "Pato" dejó atrás la tristeza, por los golpes que le dio la vida este año. Se planteó metas y objetivos para lo que viene y tiene un gran sueño, algo que marcará su futuro.
En lo deportivo ya fijaron un itinerario junto a su entrenador para los primeros meses del 2017. "En las corridas estoy haciendo los 10 kilómetros y ahora me estoy preparando para correr el Regional de Cross Country. Este es mi primer año en la categoría adultos. Espero tener un buen resultado", proyectó.
La idea es meterse entre los mejores de esta competencia. "En enero se corre el Regional y la idea es clasificar al Nacional. Será difícil entrar a los todos competidor. Igual me tengo fe".
Además el "Pato" se propuso dar un vuelco en su vida. Quiere iniciar una carrera en el Ejército y por eso intentará entrar a la Escuela de Suboficiales.
"En marzo tengo que postular. Me tengo que preparar física y sicologicamente, y estudiar. Eso es lo que más quiero, para no perderme", aseguró sobre su futuro.
Para el "Pato" el atletismo es una pasión, una forma de vida. Si ingresa a la institución castrense, cree que podría seguir con su actividad deportiva.
"Ahora trabajo en el puerto, pero el próximo año quiero postular a la escuela de Suboficiales del Ejército, ahí podría seguir con el atletismo. Cuando fui a carreras conversé con algunas personas del Ejército y me contaron que los apoyan harto. Es como una escapatoria, en el Ejército ayudan harto a los atletas, es una salida para surgir, para entrenar cómo se debe. Me quiero dedicar a eso", explicó sobre la decisión que tomó para el futuro, donde el atletismo le puede abrir puertas para construir una mejor vida para él y para su familia.