El "Capitán Chichi" sigue haciendo soñar con su "casa navideña"
Sigifredo Ojeda con la ayuda de su señora Susana Briceño crearon hace más de diez años el verdadero hogar del Viejo Pascuero en San Antonio. "Somos felices viendo a los chicos sacándose fotos", dice la feliz pareja.
El "Capitán Chichi" se ha convertido con el paso de los años en un personaje que seguramente conoce mucha gente en San Antonio. Desde hace más de una década, con la gran compañía y ayuda de su señora Susana Briceño, don Sigifredo Ojeda Cortés convierte su casa ubicada en Alto Mirador en una verdadera fantasía navideña. Las luces, los adornos, los viejitos pascueros, los renos, los soldaditos de plomo, los duendes que trasladan los regalos, todos elementos presentes en el mágico hogar del "Capitán Chichi".
"La tradición que tenemos es encender las luces y todos los adornos el 8 de diciembre. Los mantenemos un mes, hasta el 8 de enero que terminamos esta tradición navideña", afirma don Sigifredo.
Durante un mes, la comunidad sanantonina aprovecha de sacarse fotos y visitar la casa ubicada en calle Salvador Allende. Incluso, algunos entran al mismo living del inmueble, algo que no es para nada una molestia para los anfitriones. "Al contrario, nosotros felices de recibir a la gente. Hace poco vino un caballero de avanzada edad que me pidió por favor si podía quedarse un rato sentado en el living al lado del árbol, ya que eso lo hacía sentirse en el Polo Norte, visitando al Viejo Pascuero", acota el dueño de casa, quien agrega que lo que más le llama la atención es que el buzón de cartas que tiene en el patio de su hogar se llena de cientos de misivas para el Viejo Pascuero de parte de las niñas y niños de la ciudad puerto.
"Y la verdad que no puedo leerlas enteras, llegó a la segunda o tercer línea, porque me da mucha emoción ver lo que piden algunos pequeños. Muchos piden cosas muy simples, como una cena familiar o algún remedio para la madre que está enferma. Me gustaría para el próximo año que alguna empresa nos ayude a poder cumplir algunas de estas peticiones, sería un lindo regalo de Navidad para aquellos que vienen a dejar las cartas al buzón de la casa, la que todos creen que es la casa del Viejito Pascuero en San Antonio", reflexiona el "Capitán Chichi".
De puerto en puerto
Sigifredo Ojeda Cortés nació hace 66 años en la ciudad de Talcahuano. Su itinerante vida lo llevó a vivir junto a su familia también en Puerto de Chacabuco y en Valparaíso, previo a recalar a San Antonio para desempeñarse como capitán de remolcador, el oficio que ha desarrollado por más de cuatro décadas.
"Después de realizar los cursos necesario en el Inacap de Valparaíso y un curso de tripulación en Talcahuano, pude comenzar a trabajar en 1982 en la empresa Asmar. Desde ese momento tuve la posibilidad de estar en casi todos los puertos de Chile, hasta ahora que ya me radiqué con mi familia en San Antonio. Este trabajo es minucioso, porque un pequeño error puede costar que un buque sufra un daño importante, así que hay que estar muy atento a todas las circunstancias que suceden en alta mar", reconoce el "Capitán Chichi", quien explica que en un día puede mover entre seis y siete embarcaciones. "En el remolcador me siento como en casa", afirma con orgullo.
Anclado para siempre
Hace 17 años don Sigifredo llegó a la ciudad de San Antonio. "Vine a realizar unos trabajos y cursos y me terminé quedando para siempre. Acá conocí a quien es actualmente mi gran compañera y mujer Susana Briceño. Estuve casado antes pero lamentablemente mi primera mujer murió de cáncer", recuerda con nostalgia.
Justamente con su actual señora Susana, el querido "Capitán Chichi" comenzó a darle una vuelta a la idea de realizar una ornamentación especial para Navidad. A sus 66 años, el hombre de mar recuerda cuando era chico "y pedía el equipo completo de Wanderers, con pelota y zapatos, porque me gustaba mucho jugar fútbol y como vivíamos en Valparaíso íbamos mucho al estadio".
En tanto que para su pareja Susana Briceño, la Navidad tenía un sabor diferente. "Yo viví la primera fiesta navideña a los 19 años, cuando tuve a mi primera hijo, antes nunca había estado en una celebración, porque en nuestra familia no nos alcanzaba para tanto. Desde los seis años que comencé a trabajar planchando a carbón o lavando ropa con mi madre para ayudar en casa, entonces todo lo que se recaudaba era para comprar otras cosas, no teníamos para regalos", explica la señora Susana, quien para la primera Navidad junto a su hijo "cortaba un pino natural que adornaba con algodón, para simular nieve, y con cerezas amargas, como si fueran pelotitas de colores. Había que tener harto ingenio y eso me dejó los mejores recuerdos".
Por eso es que tanto para el "Capitán Chichi" como para Susana Briceño, entregarles un momento de alegría y felicidad a los niños es para ellos el mejore regalo que pueden recibir en Navidad.
Y para eso también reciben la ayuda de la familia completa. "Mis hijos a veces se han disfrazado de duendes, o de otros monitos navideños, ya que ellos también están felices de que la casa de los abuelos sea la casa del Viejo Pascuero en San Antonio", comenta Venecia Ojeda, quien junto a Sigifredo y Yesenia, son los tres hijos de don Sigifredo.
Doña Susana agrega que muchas veces tiene que decirle a los pequeños que ella es la hija del Viejo Pascuero. "Me piden ir a verlo, pero les digo que está en su pieza, que está preparándose para salir a entregar los regalos. Así que estoy feliz de ser la hija del Viejo Pascuero", asevera entre risas la compañera de aventuras del "Capitán Chichi".
Para la feliz pareja, la Navidad que se celebró este fin de semana tiene que ser principalmente "un momento en que las familias puedan reunirse, más allá de los regalos o los juguetes. Para nosotros ese es el gran sentido de la Navidad, ya que además de las luces y los adornos, disfrutamos estos días como familia".