Rodrigo Ogalde
Camila Lobo tiene solo 18 años. En 2016 egresó de Cuarto Medio en el Instituto del Puerto. Ella, como muchos jóvenes de San Antonio, tiene en su mente algo más que pensar en pololeo o carretes. Así lo demostró esta semana cuando se le ocurrió organizar una campaña para recolectar agua, bebidas isotónicas y barras de cereal y llevarlas a los bomberos y brigadistas que pelean contra los megaincendios de las regiones Sexta y Séptima.
"En diciembre mi casa casi se quema en Lo Abarca, quedó a un metro del fuego. Por eso pensé que por algo se salvó mi casa y quise iniciar esta campaña. Hablé con los de la comunidad que teníamos en el colegio y me apoyaron, sobre todo el profesor Patricio Barbatto, que es el animador de esa comunidad", contó Camila.
"Cami" se alió con su amiga Valentina Ramos, de solo 14 años y alumna de primero medio del Instituto del Puerto, para impulsar esta iniciativa. Ayer, ellas dos eran quienes recibían a los solidarios que llegaron a ese establecimiento para entregar sus aportes.
"Me llegó el mensaje por WhatsApp de Camila para que hiciéramos la campaña. Le ayudé a viralizarlo en las redes sociales y a todos mis contactos les pedí que lo compartieran, hasta mi mamá lo hizo en sus propias redes", explicó Valentina Ramos.
Agentes de cambio
El profesor Patricio Barbatto se mostró orgulloso de la actitud y decisión que tuvieron estas dos sanantoninas. "Frente a la problemática que tiene nuestro país, era necesario tomar la iniciativa", resaltó el docente.
Barbatto dijo que la idea de Camila y Valentina se masificó en las redes sociales y que luego generó impacto en la gente, que ayer comenzó desde las 10.00 horas a llevar productos al colegio.
"Es necesario que los jóvenes sean agentes de cambio y que tomen la iniciativa en los problemas que afectan a nuestros compatriotas. Hoy día hay mucha gente que está sufriendo y muchos están combatiendo el fuego, y se necesita apoyarlos de alguna forma", resaltó el profesor sobre el gesto de Camila y Valentina.
Y como "Cami" es de verdad, ella consiguió que sus padres le prestaran su "camioncito" para trasladar el cargamento de ayuda.
"Pienso que la mayoría de los jóvenes siempre se está quejando y dice que el país no hace nada, que los políticos no hacen nada, y nadie hace nada. Pienso que uno tiene que empezar el cambio porque si me quedo quieta no tengo derecho a quejarme", aseveró Camila Lobo.
Un análisis similar hizo Valentina Ramos, quien recalcó que los jóvenes pueden dar pasos que sean un ejemplo para el resto, especialmente en campañas de ayuda y de conciencia social. Ellas lo lograron y no les costó mucho, solo le pusieron ganas.
"Uno tiene que empezar el cambio porque si quedo quieta no tengo derecho a quejarme".
Camila Lobo"