David Muñoz Castillo
Un día antes del inicio de la séptima fecha de la fase nacional de la Segunda División vence el plazo para que los equipos inscriban a tres jugadores para sus planteles.
La jornada comenzará precisamente este sábado en el Olegario Henríquez Escalante con el duelo entre San Antonio Unido y Lota Schwager (17 horas).
En la escuadra lila la opción de sumar al menos a una de las tres opciones que permiten las bases se ve lejana.
La realidad económica del club es el principal factor para descartar el arribo de un jugador.
Luis Pérez, desde que llegó al SAU, dijo que necesitaba al menos un delantero.
Incluso antes de fin de año se desvinculó a tres jugadores (Fabián Ovejero, Emanuel Ponce y Héctor "Bambino" Núñez) para hacer caja y permitir el arribo principalmente de un goleador.
Luego con la partida del defensa Cristian Oviedo a Cobreloa la llegada de un central era necesaria.
Sin embargo, a un día de la expiración del plazo el DT es realista. "Vamos a descartar el tema de los refuerzos, principalmente por recursos. Tenemos claras las deficiencias en el plantel, pero también tenemos deficiencias en los contratos de los juveniles y el aporte económico para los chicos que vienen de las divisiones inferiores y que están trabajando con nosotros", explicó el adiestrador.
Pérez fue claro: "Prefiero tener a un grupo de jugadores sano, con sus sueldos al día, con sus necesidades básicas cubiertas, que estar trayendo jugadores para aumentar las deudas".
Si bien la llegada de refuerzos no es un tema de su completa injerencia, pues también es económico y administrativo, Pérez aseveró que "asumo la responsabilidad de jugarme la opción con el plantel que tenemos, salvo que llegue un jugador costo cero, de un plantel de un equipo grande que no tenga posibilidades".
Esa era la carta que manejaba Pérez, con Luis Marcelo Salas, pero el final el delantero se quedó en Colo Colo en un equipo de proyección.
Desde la dirigencia, si bien no descartan definitivamente el arribo de un refuerzo, la apuesta de la regencia es proyectar jugadores de la cantera y gastar de acuerdo a los recursos que se tiene, para no adquirir deudas que pueden derivar en castigos.