El inglés "made in Chile" que se enamoró de una llolleína
Francisco Labbé nació en Santa Cruz pero cuando tenía un año tuvo que trasladarse a Londres con su familia. Hoy disfruta de la tranquilidad que le entregan sus vacaciones entre Santo Domingo y Llolleo.
Francisco Javier Labbé Mena tenía 24 años de edad cuando se trasladó en tren desde España a Francia con el propósito de ver por primera vez a la selección chilena sobre un campo de juego europeo. La instancia no era menor: la Roja dirigida por Nelson Acosta debutaría en el Mundial de Francia 98 ante Italia, en aquel momento tres veces campeona del mundo.
Nueve años atrás, en el Estadio Nacional, Francisco había visto en directo su primer y único encuentro de la selección. Fue el recordado empate 1-1 ante Brasil en 1989 en el Estadio Nacional, válido por las Clasificatorias al Mundial de Italia 90. "Una verdadera guerra, todos estábamos tirando frutas a la cancha después del partido", agrega a la historia el protagonista que por aquel entonces tenía 15 años y había llegado hace apenas unos meses junto a su familia a Chile tras el exilio político en Inglaterra.
En 1998, y aprovechando que estudiaba en la Universidad Complutense de Madrid, quiso ir a ver al equipo liderado por Iván Zamorano y Marcelo Salas. Tomó un tren en la capital española y el 11 de junio desembarcó en la ciudad de Burdeos, Francia.
Fue uno de los miles de chilenos que pudo disfrutar y gritar los dos goles del "Matador" Salas y en los minutos finales mascar la amargura de un empate con sabor a injusticia.
"Me acuerdo que saliendo del estadio me entrevistaron para un matinal y manifesté mi molestia y rabia contra del arbitraje por esa mano que cobraron al final. Después gracias a otro chileno pude llamar a mis abuelos en Chile y me contaron que me vieron en la tele", recuerda de aquella experiencia Francisco Labbé, fanático del fútbol hasta el día de hoy.
Chile desde londres
Pese a que nació el 21 de febrero de 1974 en la ciudad de Santa Cruz (Sexta Región), Francisco desde que tenía un año y medio que comenzó a vivir en Londres, en el barrio de Islington, situado al norte de la capital británica. Sus padres, Francisco Labbé y Rosa Mena, eran profesores de Estado que se dedicaron a realizar su docencia en el Chile campesino, comprometidos con la reforma educacional que quería llevar a cabo el gobierno de Salvador Allende.
Por eso, apenas comenzada la dictadura militar, la familia Labbé Mena fue inmediatamente apuntada y perseguida. Optaron por el exilio, primero en Argentina y luego en Inglaterra, estancia definitiva hasta la vuelta a la democracia en 1989.
"Cuando volvimos a Chile llegamos a Viña del Mar, y la verdad que no me acostumbré mucho, porque había crecido en Londres. Lo pasaba muy bien, de hecho llegué al colegio a tercero medio y era el payaso del curso, pero terminé repitiendo. Así que estuve un año y decidí devolverme", reconoce.
Francisco estudió Economía y Negocios una vez que terminó el colegio en Londres. Pese a que la carrera no lo deslumbraba, era el camino lógico que pensaba tenía que seguir. Estaba en tercer año cuando consiguió un intercambio con la universidad Complutense. Se mudó a Madrid en 1998 y durante su estadía en España logró desarrollar el idioma español que había aprendido en su hogar londinense gracias a las conversaciones entre sus padres, las canciones de Los Jaivas o Víctor Jara que sonaban por lo menos una vez a la semana; o con las pocas conexiones que encontraba de aquella patria lejana a miles de kilómetros de distancia.
Amor a la chilena
Un año después, mientras disfrutaba de sus vacaciones en Viña del Mar (su familia se estableció en dicha ciudad tras retornar al país), Francisco acompañó a un amigo que estaba estudiando para ser profesor de inglés a una de sus clases. Ese día fue la primera vez que miró y coincidió con la llolleína Margarita Lira, una de las estudiantes presentes en la sala.
"Ella no se acuerda, porque seguramente estaba concentrada estudiando, porque es muy matea, y yo andaba de vacaciones, en otra. Pero esa fue la primera vez que vi a Margarita. Después en el 2002 la pude comenzar a conocer mejor, salíamos a comer, a bailar, y en el 2005 vine a Chile a buscarla y a decirle que se fuera a vivir conmigo a Londres. Así fuimos armando una relación que formalizamos en 2008 con un casamiento por el Civil en Valparaíso que luego continuó con una fiesta en Reñaca", relata Francisco Javier, agregando que la relación que ha construido junto a su señora Margarita "ha sido muy importante para mi conexión con mi país que es Chile, además ya tenemos una hija de 15 meses que se llama Bonnie Rose".
Junto a Margarita Lira, pudieron viajar, por ejemplo, a los partidos de la selección chilena en el Mundial de Sudáfrica 2010. Además, le entregó la posibilidad a Francisco Javier de conocer la ciudad puerto de San Antonio.
Desde que se emparejó con su señora, las venidas a Chile comenzaron a dividirse entre Viña del Mar y Llolleo. "El pasado 4 de febrero llegamos a Llolleo de vacaciones. Lo que más me gusta de venir es la tranquilidad, la amabilidad de la gente. Caminar por la plaza de Llolleo, o ir a jugar pool. La familia de mi señora tiene un carrito de comida rápida en Providencia que se llama 'El Container', y me encanta ir a conversar con la gente y de vez en cuando preparar algunos completos", dice encantado por las bondades del Litoral Central.
Un regalo del cielo
Y fue justamente en los días previos a viajar a Chile que Francisco Labbé tuvo la oportunidad de retomar un viejo anhelo que había dejado enfriando durante una década. Grabó una escena para la próxima serie de televisión producida por la BBC que se llamará "McMafia".
"Hace diez años tuve la inquietud de actuar, algo que no tiene nada que ver con mi trabajo, porque tengo una empresa de recursos humanos internacional. A lo más tenía un poco de personalidad porque había cantado en un grupo de rock. Así que tras conseguirme un agente, tuve la posibilidad de estar en siete películas y algunas series de televisión. Entre ellas, el film 'Munich' que fue dirigida por Steven Spielberg. Grabamos en Budapest, Hungría, y tuve incluso la oportunidad de charlar con Spielberg, quien me entregó algunos consejos y me dijo que estuviera tranquilo, que la escena iba a salir bien", explica.
Además, pudo participar ese 2005 en la producción "Children of Men", dirigida por el mexicano Alfonso Cuarón, quien posteriormente en 2014 ganó el premio Oscar al Mejor Director por la película "Gravity".
"En esos años Alfonso estaba comenzando a hacer cine en Inglaterra, y pudimos tener una buena relación porque en el rodaje de 'Children of Men' no había nadie más que hablara español, así que así fuimos conociéndonos y compartiendo algunas cervezas después de las grabaciones".
El exitoso y reconocido Alfonso Cuarón fue, sin quererlo, el causante de que el chileno radicado en Londres haya vuelto a su pasión. El 6 de octubre de 2015, mientras caminaba con un grupo de amigos por el barrio de Nothing Hill, como si fuera un regalo del cielo, desde un taxi se bajó el director mexicano. Estaba viviendo por ese sector, y al ver a Francisco, lo reconoció y lo saludó afectuosamente y le preguntó de inmediatamente si estaba aún actuando.
"Le conté que estaba dedicado a otra cosa, y me dijo que por qué no probaba de nuevo en la actuación. La verdad que sus palabras las tomo como una señal y un regalo del cielo. Después de ese encuentro comencé a escribirle a mi agente nuevamente, y así fue como pude llegar a grabar en la serie 'McMafia', donde hago una escena en la que soy el jefe de un cartel de drogas colombiano", comenta Francisco Labbé, quien asegura que tiene un gran sueño, tan grande como el que tenía de ver a la selección chilena en el debut de Francia 98. "Me encantaría trabajar en alguna serie en mi país", dice de manera convencida.