"Aguas abajo", el exitoso cortometraje que muestra a San Antonio como nunca lo habíamos visto
El film, disponible desde hoy en Soysanantonio.cl y distintas plataformas web, cuenta la historia de un joven que vuelve al puerto tras un fracaso amoroso. En su regreso se encuentra con un lugar pegado en el pasado, gris y sucio.
Javier, quien acaba de volver a San Antonio tras terminar con su novio, habla de su padre con su hermano menor mientras este orina en el tronco de un árbol. Un perro negro y peludo, "Astor", lo espera atento.
Los cuatro, incluyendo al cachorro, son los protagonistas de "Aguas abajo", un cortometraje del sanantonino Nicolás Tabilo que muestra al puerto "gris, detenido en el tiempo y de paso", según contó el propio creador.
Los tres hombres van en camino a la playa de Santo Domingo, a un costado de la ribera del río Maipo para repetir una de sus tradiciones familiares: pescar.
En el lugar se encuentran con un panorama más triste que de celebración. En realidad nadie parece dispuesto a pasarlo bien. El padre de los jóvenes está enfermo. Habla poco, gruñe más bien. Javier y su hermano hablan en secreto. Hay incomodidad. Algo quieren decirse, pero no lo hacen.
Esos son los primeros minutos. La historia, de cerca de 30 minutos de duración, sigue mostrando a sus personajes y sembrando más dudas que certezas.
"Aguas abajo" no es ningún estreno. Fue filmado en 2014, y al año siguiente tuvo su debut en el Santiago Festival Internacional de Cine (Sanfic). Desde entonces ha recorrido una larga lista de certámenes. Sin embargo, como todo lo que nace en San Antonio, estaba destinado a volver a su origen. Desde hoy estará disponible en Soysanantonio.cl, en YouTube y otras plataformas web, tal vez para que todos reconozcamos en él un poco de nuestra propia historia.
Tras cámaras
Nicolás Tabilo reveló a Diario El Líder varias de las respuestas que quedan dando vueltas (por ejemplo, ¿Qué pasó con Astor?) y cómo fue la génesis del proyecto, que es más que humilde.
"Este corto fue realizado en el marco del Taller de Ficción de la Universidad de Chile, en el 2014. La idea nació porque estudiando en Santiago, me alejé de San Antonio, de mi familia, que creo que es algo que le pasa a mucha gente de regiones que tiene que abandonar su ciudad natal; cada vez que venía a San Antonio tenía una desconexión y venía a una ciudad que se quedaba un poco en el pasado. También tenía esta visión que estaba muy empobrecido, está todo lleno de contenedores. Es un sitio en tránsito, llegan muchos contenedores de distintas partes del mundo, pero se van. Nada queda realmente acá. Lo mismo pasa con muchos de nosotros, a veces no te queda más que migrar".
-Migrar como Javier, el protagonista de "Aguas abajo", y tú también. ¿Hay algo de biográfico en el corto?
-Ciertamente en algunos puntos hay elementos biográficos. Esta es una ficción, aun así creo que inevitablemente en toda creación hay algo muy propio. Un día encontré unas fotos de cuando yo iba a pescar con mi papá y mis tíos y en ellas noté que había cierto patrón, una especie de ritual muy masculino que me interesó explorar. "Aguas abajo" no es mi historia, es la de un chico que vivía en San Antonio y que vuelve después de varios años afuera, donde tenía una relación con su pololo. Vuelve y lo que más quiere es un abrazo del papá.
La grabación duró solo unos días en condiciones más bien incómodas. La arena, la niebla y el viento no fueron aliados, pero sí elementos muy presentes en el film.
"Éramos un equipo pequeño, de cinco personas y no tuvimos financiamiento de ningún tipo. No hubo tiempo para postular a fondos, así que todo fue autogestionado y muy rápido. El proyecto fue elegido en agosto y en octubre ya estábamos filmado", revela.
-¿Y los actores de dónde salieron?
-Hicimos convocatorias abiertas en grupos de Facebook de actores. A algunos ya los conocíamos. Por ejemplo, tenía la idea desde el principio de trabajar con Samuel González (Javier). Nicolás Rojas (su hermano) nos lo recomendaron profesores, fue una grata sorpresa y muy agradable.
-¿Y el papá del protagonista?
-Ese es mi papá (Marcelo Tabilo) en la vida real (risas), quien no tenía experiencia, porque no es actor. Fue súper desafiante. Él era protagonista de estas historias de pesca de cuando yo era niño. También es aficionado al cine, así que estaba chocho con ser parte de este proyecto.
Larga vida
El resultado fue un éxito. No solo en términos académicos, sino que más tarde en los festivales.
-Tú, el director, y el equipo son estudiantes aún, ¿cómo fue ver el trabajo proyectado en la pantalla grande?
-Después que terminó ese año académico nos quedamos editando un par de meses más y logramos quitar diez minutos. La experiencia fue muy gratificante. El estreno nacional fue en Sanfic, en la categoría talentos nacionales. No ganamos, pero el hecho de ver el corto proyectado en una sala de cine grande es muy alentador.
-¿Dónde más se ha visto?
-En Chile estuvo presente en varios festivales de regiones, lo cual me hace mucho más sentido por cómo fue gestado desde su origen. Ganó la última versión del Biobío Cine, como también el Festival de Cine Litoral que se hizo acá en San Antonio.
-Ahora es momento que lo vea toda la gente...
-Así es. Me di cuenta de esto porque ya ha pasado harto tiempo y temí que el corto quedara tal como el álbum de fotografías que encontré: arrumbado en un mueble.
-Este es un buen debut para un joven cineasta como tú, ¿qué se viene para más adelante?
-Sí, sin duda. Sin embargo, nos falta mucho por aprender aún. Actualmente soy productor ejecutivo de un documental basado en el incendio en la cárcel de San Miguel, dirigido por Francina Carbonell. Éste será nuestra tesis y estamos muy agradecidos y motivados porque nos adjudicamos un Fondo Audiovisual para realizarlo este año.
Como la historia de sus protagonistas, "Aguas abajo" nació en San Antonio, migró, tuvo éxito, pero volvió. Véalo desde hoy en Soysanantonio.cl.