Carolina Bustos Muñoz
La sanantonina Miriam Catalán se ha convertido en un verdadero ejemplo para las emprendedoras locales.
Hace algún tiempo decidió formar su propio negocio de producción fotográfica, el cual la llena de satisfacciones, aunque reconoce que no ha sido un camino fácil.
-¿Es difícil ser una mujer emprendedora?
-Súper, porque las mujeres debemos demostrar que somos inteligentes, a diferencia del hombre que por ser hombre "sabe". El trabaja por eso sabe, él es ingeniero por eso sabe. Las mujeres ganamos menos porque debemos "demostrar" que sí sabemos y abrirnos paso.
Para esta sanantonina, la clave de su éxito tiene que ver con su forma de enfrentar la vida. "Esto también va en uno, porque cuando yo me planteo un proyecto, no siento que tenga que luchar ni con mujeres ni con hombres. Yo compito conmigo y eso lo hemos ido trabajando en la Asociación de Emprendedoras a la que pertenezco, ya que muchas veces, las mujeres nos discriminamos entre nosotras", afirmó.
Antes de formar su propio negocio, Miriam trabajó muy de cerca de los microemprendedores a través del Fondo Esperanza.
Tras independizarse, formó una empresa de tecnología y publicidad junto a su hermano en Santiago, pero al tiempo decidió regresar a San Antonio.
"La empresa está funcionando y como mi hermano es 'seco', yo no tenía mucho que hacer así que decidí regresar", sostuvo.
El marido de Miriam es aficionado a la fotografía, por esa razón, fue adquiriendo distintos equipos. Un día, esta sanantonina decidió rentabilizar la inversión de su esposo, así que formó una empresa de producción fotográfica que, con el pasar de los días, fue tomando fuerza. Actualmente sus servicios llegan a varias regiones del país.
-¿Y cómo les ha ido?
-Nos ha ido relativamente bien porque hay que considerar que éste es un servicio y no es algo que se demande todos los días, pero la verdad es que nos hemos ido manteniendo en lo que queremos ofrecer.
Al principio la empresa la formaban Miriam y su marido, pero en la actualidad, cuentan con una diseñadora gráfica, una decoradora y una community manager que les ve las redes sociales. "Esto nos tiene contentos porque podemos darle trabajo a otras personas", recalcó.