La Librería Morelia, tradición de cariño, fe y santería llolleína
Lo que más se vende son los libros de primera comunión, pero también las réplicas de la Virgen de Montserrat para alejar las malas energías y las imágenes de San Valentín para olvidar las penas de amor.
Una de las primeras cosas que llama la atención al entrar a la librería Morelia en Llolleo es que está llena de imágenes de santos católicos (de todos los portes y colores) y de libros. Inclusive unas cuantas réplicas del actual Papa Francisco. Es que tras sus 20 años de historia este tradicional local de fe y santería sanantonino sigue más firme que nunca. Incluso cuando pareciera que ya no es así, la gente sigue necesitando de ese apoyo espiritual que entrega la fe y de la guía que aporta su dueño, Sergio Caro.
"Mi papá fue el primero y es como el único en San Antonio, porque tiene todo el tema religioso con una mezcla de santería y documentación eclesiástica", explicó Verónica Caro, que atiende el local algunos días a la semana.
"Pero para él, lo principal es el tema de servicio, porque es diácono y lo que le importa es ayudar a las personas que lo están pasando mal, más que sacar provecho económico", agregó Verónica.
Es precisamente esta vocación la que se nota al ir a comprar a su tienda y que hace que sus clientes hayan vuelto una y otra vez a lo largo de estas dos décadas de historia, "esta manera de evangelizar (siendo diácono), sumado al servicio de escuchar con atención cuando vienen acá y al cariño que se pone en la conversación con todas las personas se produce una riqueza espiritual extraordinaria en la que todos ganamos en el amor de Dios", comentó Sergio Caro.
La librería se centra en los elementos religiosos católicos; sin embargo, en varias ocasiones llegan personas buscando protección contra males de ojo o contra la magia negra. Verónica explicó que "muchas veces viene gente buscando ayuda para proteger a la familia de los males y como cada santo tiene un significado, se les guía en eso".
"Además, como mi papá es diácono, les aprovecha de dar la bendición y la gente se va con paz y mucha tranquilidad, por eso se forma una relación bonita con la gente", completó la sanantonina al momento de explicar la especial relación que se establece con la gente que acude al local.
Santos protectores
Lo que más se vende en este tradicional recinto llolleíno son los libros de primeras comuniones, pero Verónica cuenta que muchas veces llegan personas extremadamente angustiadas y buscando consuelo porque sienten que han sido víctimas de malas energías, envidia o mal de ojo.
"Aunque en realidad todos los santos son protectores, siempre hay un santo que les llama la atención, que en este caso es San Benito, que los protege a todos porque él era un exorcista. Entonces, es el santo protector de los males", explicó Verónica.
"Acá la gente llega muy agobiada porque dicen que les echaron un mal de ojo o les dejaron algo en sus casas y desde hace un tiempo, yo no sé cómo, pero toda la gente anda buscando a la Virgen de Montserrat. Llegan preguntando por la virgen de los ladrones, porque es buena protectora y buscan mucho esa medallita pues dicen que protege de todo mal", señaló Verónica con un poco de humor.
Es que según la tradición popular, para que la imagen realmente cumpla su misión protectora debe ser robada, "y eso ya nos ha pasado en más de alguna ocasión", comentó con una sonrisa Verónica.
Sin embargo, y a pesar de la firme creencia popular en este tipo de energías, Verónica es cauta al señalar que "hay mucha gente que cree, pero la Iglesia Católica no toma mucho eso; por lo mismo, mi papá trata de guiarlos explicándoles que al estar cerca de Dios es difícil que les pase algo, porque siempre van a estar protegidos".
Mal de amores
Pero no solo la protección contra el mal de ojo es lo que buscan algunos de los sanantoninos que acuden a la librería Morelia, sino que otras personas también llegan angustiadas buscando ayuda para superar una pena de amor o, de plano, tratando de encontrar algún santo que le eche una manito para hallar esposo/a o a recuperar a la pareja que perdieron.
"Algunas personas vienen a buscar la imagen de San Valentín, porque dicen que ayuda a encontrar el amor o a superar las penas del corazón. Es bien buscado", señaló Verónica con humor.
Esto se complementa un poco con lo que señala la tradición popular donde es San Antonio -que ayuda a recuperar objetos perdidos y a quien hay que poner de cabeza para que cumpla con su misión- el encargado de solucionar los problemas de pareja y aliviar el mal de amor. Aunque los sanantoninos siguen prefiriendo a San Valentín para curar o solucionar cualquier problema del corazón.
Trabajo
Sergio Caro tiene 66 años y los últimos 44 los ha compartido felizmente con su esposa Morelia, con quien tuvo tres hijos: Sergio, Morelia y Verónica.
Antes de crear su tienda, Caro ofició como sacristán en la parroquia de Llolleo y desde ahí se dio cuenta de una necesidad que existía en la comuna puerto, porque no había ningún lugar donde comprar libros de primera comunión ni imágenes religiosas.
Ante esto, y con el apoyo de su familia, decidió independizarse y abrió su propio negocio en la Galería Sevilla, ubicada en Los Aromos.
Su local comercial fue bien acogido por los sanantoninos, por lo que su librería se mantiene hasta hoy, abriendo de lunes a sábado y sin excepción, salvo en algunos momentos complicados que debió enfrentar la familia.
En la misma época en que surgió la idea de la librería, comenzó su inquietud por ordenarse como diácono permanente de la Parroquia Cristo Rey de Llolleo y aunque ahora el lugar donde desarrolla su apostolado cambió -porque se desempeña en la Parroquia de Santo Domingo- sus ganas de apoyar a la comunidad siguen intactas. "Inspirado en las cartas de San Pablo, llegué a entender que el apostolado litúrgico es una buena manera de evangelizar", dijo.
Durante estos años, Sergio tuvo que superar momentos muy difíciles y, a pesar de todo, sus ganas de apoyar al resto se mantuvieron.
Junto a la señora Morelia enfrentaron la que, probablemente, es la prueba más difícil de todos ser humano: la pérdida de un hijo. En septiembre del 2014, Sergio, su retoño, falleció tras luchar por más de una década contra un invencible cáncer que terminó por ganarle la batalla cuando recién tenía 40 años.
"Yo creo que Dios nos ha dado la fortaleza para soportar este momento, aunque para mi mamá ha sido más complicado convencerse de que su hijo no está. Sin embargo, y gracias a Dios, mi papá siempre ha sido un hombre de mucha fe, que nos ha motivado para superar este momento", completó Verónica.
Tal vez esa misma fe es lo que hace que Sergio tenga la palabra precisa para sus clientes y, así, logra convertir esa compra en su librería en algo más que una transacción de negocios y se transforme en un momento donde encuentren la tranquilidad y la paz que buscan quienes acuden a la Librería Morelia.
"La conversación con todas las personas se produce una riqueza espiritual extraordinaria"
Sergio Caro,, dueño Librería Morelia de Llolleo."
"Toda la gente anda buscando a la Virgen de Montserrat, llegan preguntando por la virgen de los ladrones porque es buena protectora"
Verónica Caro,, sobre lo que más busca la gente que va a la librería."
Papa francisco y juan pablo II
Además de los santos más conocidos, en los últimos años la industria de las imágenes religiosas también se ha modernizado y se popularizaron otras figuras actuales que lograron dejar huella en los fieles de la Iglesia Católica. Un ejemplo claro de esto, fue lo que sucedió con el Papa Francisco que ya tiene su propia reproducción que, según contaron en la Librería Morelia, es bastante cotizada por los feligreses. "Pero la que más se lleva la gente es la del Papa Juan Pablo II, porque pareciera que las personas quedaron marcadas con él y con lo que hizo", dijo Verónica Caro.