Especialista dice que colegios de la zona no quieren en sus salas a "niños problema"
Roxana Galaz es educadora diferencial y sicopedagoga y hace un par de años trabaja en el colegio El Tabo buscando mejorar el aprendizaje de los estudiantes que padecen déficit atencional e hiperactividad.
En el establecimiento tabino a cada estudiante que se le diagnostica este trastorno es sometido a un tratamiento durante todo el año escolar.
"Los llevamos a una evaluación neurológica y después hacemos un plan de trabajo en el colegio junto al profesor, sicólogo y educadora diferencial. Este plan se extiende durante todo el año, es un trabajo absolutamente personalizado con los alumnos", detalla.
A los estudiantes con déficit atencional e hiperactividad se les practican evaluaciones diferenciadas y para que tengan un aprendizaje mucho mejor, en ocasiones, se les enseña en aulas de recursos, es decir, son separados de sus compañeros para que capten de mejor forma los temas de las asignaturas.
"Esto que nosotros hacemos en el colegio no es tan recurrente en los demás establecimientos. Siempre los niños son derivados a centros de salud para que sigan un tratamiento, no se hace un trabajo dentro del colegio. Hoy las escuelas deben incorporar sicólogos y más educadores diferenciales, pero no los tienen para que no entren más niños con estas dificultades, porque son niños problema", informa la especialista.
Para Galaz parte fundamental en todo este proceso es el rol que cumplen los padres a la hora de iniciar un tratamiento. "Ellos también deben ser parte de este proceso y asistir a un sicólogo para evitar la frustración que muchos de ellos sienten", culmina.