Sanantoninos cuentan cómo le dan la pelea al mal de Parkinson
Tres centros de rehabilitación atienden a 41 pacientes en la comuna. Ellos, con su perseverancia, salen adelante.
El terremoto del 27 de febrero de 2010 es una fecha que marcó física y emocionalmente a María García, quien por ese entonces vivía junto a su esposo Luis Leiva, en Tejas Verdes a escasos metros de la desembocadura del río Maipo.
Aseguró que a partir de ese momento y a raíz de su angustia y miedo por las evacuaciones y réplicas, comenzó a debilitarse su salud lo que sumado a una depresión y crisis de pánico, la hizo ponerse en alerta de que algo no andaba bien.
La enfermedad de Parkinson se manifestó en ella un año más tarde con episodios de rigidez y dificultad para caminar. De pronto, la marcha fue más lenta, señal que fue advertida desde un principio por su esposo Luis, quien la apoyó y acompañó en todos sus exámenes médicos. "En las primeras visitas al doctor me hacían levantar un brazo y se me caía, me hacían levantar una pierna y lo mismo. Fueron días muy difíciles", contó María.
Asimilar su enfermedad no fue fácil. Los primeros meses no tenía ganas de vivir, ni siquiera de levantarse de la cama, situación que se revirtió con una luz de esperanza que hoy la mantiene más optimista y dispuesta a dar la batalla: La rehabilitación física y emocional que recibe en el Centro de Rehabilitación de Llolleo, lo que le ha permitido compartir su experiencia con otras pacientes y recibir la ayuda de sicólogos, fonoaudiólogos, médicos y kinesiólogos, entre otros profesionales.
"Me siento mejor ahora, me cambié de casa, estoy más renovada, los malestares siguen, pero no son tan fuertes. Asumí esta enfermedad, acá me dan ánimo y me ayudan mucho", dice.
Respaldo
El apoyo de un cuidador es clave para la rehabilitación de pacientes con Parkinson. En el caso de María, el amor y apoyo de su esposo Luis es muy importante. Él le brinda los cuidados necesarios y se convirtió en un estudioso de esta enfermedad.
"Uno al principio ignora muchas cosas. Yo no sabía cómo tratarla, de qué manera atenderla, es por eso que decidí informarme, busqué orientación y asistencia médica. Fuimos golpeando puertas y mientras eso sucedía no había progreso físico en ella, por lo que fuimos derivados a este centro en Llolleo donde hemos recibido atención especializada de parte de todo el cuerpo profesional. Nos sentimos muy apoyados, y gracias a la buena atención mi esposa ha ido recuperando terreno", dijo.
Luis afirmó que la ayuda ha sido positiva, pero que no existiría progreso si no existiera además el apoyo y la contención familiar que, asegura, es clave para el tratamiento de su amada María. "El cariño y preocupación de los seres queridos es muy necesario, es tremendamente valioso y es algo que hay que recalcar a todos quienes pasen por una situación como la que estamos viviendo nosotros como matrimonio".
Avances
El kinesiólogo, Sergio Rohten, destacó las ganas de rehabilitarse que tiene ella y los demás pacientes, y la labor que se desarrolla a diario en los centros de rehabilitación existentes en San Antonio: CCR Bellavista, CCR San Antonio de Padua y CCR Llolleo. "El trabajo es en equipo. Tratamos de ver todos los aspectos que tiene esta enfermedad, lo motor, lo cognitivo, lo emocional, realizamos terapia individuales y grupales. La enfermedad de Parkinson se manifiesta distinto en cada uno; por tanto, es necesario un trabajo más independiente con cada paciente".
Agregó que "esta enfermedad afecta más a hombres que a mujeres y ocurre en el cerebro en una zona que se llama sustancia negra en donde hay un neurotransmisor que se llama dopamina y se encuentra más disminuido en este tipo de pacientes. Lamentablemente, es el que controla los movimientos, aún no se sabe por qué da. Hay muchas teorías e investigaciones y uno debe estar preparado para que le pase a uno, a un familiar, a un vecino, compañero de trabajo o un cercano".
"Nos sentimos muy apoyados, y gracias a la buena atención mi esposa ha ido recuperando terreno".
Luis Leiva"