Vuelve el terror a Villa del Mar: edificios quedaron con fisuras tras fuertes sismos
Algunos vecinos abandonaron sus departamentos por miedo a que ocurra lo mismo que en el terremoto de 2010, cuando los blocks resultaron con graves daños estructurales que obligaron a demolerlos.
Han pasado siete años desde el terremoto de 2010 y el recuerdo de ese 27 de febrero sigue intacto entre los vecinos de los blocks de la Villa del Mar de San Antonio.
"No queremos volver a vivir lo mismo. Yo pasé acá el terremoto, en mi departamento, y vi cómo todo esto se movía y se destruía. Quedé encerrada y fue terrible. Ahora, con todos estos temblores tenemos miedo de volver a vivir lo mismo", recalca una y otra vez Sandra Acevedo en una improvisada carpa ubicada en uno de los patios de su edificio, donde una decena de vecinos se reúne a almorzar y a "refugiarse" de esta seguidilla de sismos.
"No queremos estar adentro de los departamentos. Da un miedo terrible porque acá un temblor de grado 3 se siente como de 5. Algunos vecinos se fueron por el mismo miedo y los que quedamos armamos esta carpa para almorzar y estar acá, porque los que pasamos el terremoto de 2010 acá, tenemos terror de volver a vivir lo mismo", confiesa Acevedo visiblemente afectada.
La preocupación de esta residente y del resto de los propietarios comenzó hace una semana, cuando se iniciaron los fuertes temblores en la zona central del país.
Carolina Morales, otra pobladora de la villa, cuenta que "a los pocos días que comenzaron estos temblores nos dimos cuenta que los edificios volvieron a presentar fisuras, que se extienden desde el primer al quinto piso, no solo por afuera del recinto, ya que adentro de mi departamento igual hay paredes que se hundieron. No sabemos si es estructural o no, por eso estamos preocupados".
"Del año pasado que comenzó este problema (de las fisuras) y ahora con estos sismos se agrandó. Para ver la profundidad, metimos un fierro y son como 20 centímetros", completa Morales.
Falta de seguridad
Marcia Polanco era dirigenta vecinal del block 1136 cuando ocurrió el devastador terremoto de 2010 que dejó con graves fallas estructurales a estos edificios del Serviu, los cuales debieron ser demolidos para iniciar una nueva construcción, la que fue reinaugurada en 2012.
"Me tocó pelear tanto para recuperar nuestros departamentos. Pasé muy malos momentos, fallecieron dos personas cercanas a mí, mi papá también estuvo a punto de morirse, me dio fibromialgia (dolores musculares) por tantas discusiones y malos ratos que viví", dice hoy, quizás más preocupa que el mismo 2010.
"Tengo una nieta chiquita y la amo. No quiero que le pase nada malo y por eso hoy estoy acá luchando para que no nos pase nada. Estamos preocupados y queremos que alguien nos diga con claridad cuál es el daño que presentan los departamentos. Acá ni siquiera hay vías de evacuación señalizadas. Nadie se hizo cargo de eso. Cada vecino arranca como puede", manifiesta.
El ingeniero en prevención de riesgos Sebastián Abarca llegó ayer hasta los departamentos de Villa del Mar para analizar en terreno la situación en cuanto a seguridad.
El profesional, una vez que revisó el lugar junto a los afectados, detalló que "las vías de evacuación no cumplen con la normativa. No hay señalización en ningún lado. Además que por donde salen los vecinos se ve obstaculizado porque deben evacuar por los estacionamientos. Si un temblor ocurre en la noche, les costará mucho salir, porque evacuarían todos los vecinos juntos y el lugar es muy estrecho".
El ingeniero explicó que "cuando se construye un edificio se debe dejar establecido todo el tema de seguridad y eso no se cumple en estos blocks. Sí hay que decir que poseen red húmeda y red seca, pero en cuanto a las vías de evacuación aquí no hay nada".
"También falta culturizar a la gente, enseñarle cómo debe reaccionar y qué se hace después del temblor. Es importante que todos los vecinos se informen sobre este tema de seguridad y que las autoridades (del Serviu) se acerquen al lugar", mencionó.
La vecina Erica Gómez expresó que el martes acudirá al Serviu para dejar una constancia de lo sucedido. "Lo único que queremos es prevenir y no lamenta", finalizó.
6,0 grados fue el temblor más fuerte que se registró el reciente viernes en San Antonio.