El mercado cambió sin perder la esencia
Una serie de mejoras se han llevado a cabo en el tradicional recinto sanantonino, todo pensado en brindar más seguridad a los clientes.
Las siempre frescas frutas y verduras coquetean sin reparos con cada uno de los transeúntes que circulan por los coloridos pasillos de este recinto de San Antonio
Por otro lado, los detergentes y lavalozas se venden como pan caliente, mientras varios maestros de la construcción devoran un contundente desayuno compuesto por un pan gigante con papas fritas y un té.
Son las 11 de la mañana en el popular mercado de San Antonio y poco a poco este pintoresco lugar se comienza a llenar de sanantoninos.
"Acá la gente puede encontrar de todo. Desde hierbas medicinales, comida para perros, hay restoranes, frutas, verduras, ropa, de todo", cuenta la administradora del recinto, Marta Abarca Agüero.
Más de 50 locales componen este recinto que paulatinamente se ha ido modernizando, pero como dice Abarca, "cambiamos sin perder la esencia del mercado".
Más seguridad
"Con los locatarios y con la directiva hemos ido realizando una serie de mejoras para el recinto, para darle mayor seguridad a las personas que vienen y también a los mismos dueños. Las lluvias y los temblores de alguna forma han gatillado que estemos trabajando en más detalles para darle más seguridad", explica la encargada.
Abarca detalla que luego de la serie de incendios que han afectado a varios mercados de nuestro país, como el de Concepción y Temuco, se plantearon modernizar el sistema de gas, electricidad y seguridad para evitar robos.
"El año pasado se mejoró el sistema del gas, porque la normativa así lo exige. Cada local debió aportar cerca de 600 mil pesos. También se cambió la iluminación de los pasillos para ahorrar energía y sobre todo para arreglar el tema del cableado eléctrico y así quedara más seguro", pormenoriza. Para este último ítem invirtieron más de 20 millones de pesos.
Debido a los constantes sismos que afectan al país, la remodelación del techo fue casi una obligación para los trabajadores del mercado.
"No podíamos esperar que a alguien se le cayera un pedazo del techo por un sismo para cambiarlo. Ahora está nuevo y quedan algunos detalles por arreglar, sobre todo por el tema de las lluvias y las filtraciones que se producen", describe.
El mercado de San Antonio además cuenta con 70 cámaras de televigilancia que han evitado robos y en otros casos, también han ayudado a descubrir a los antisociales amigos de lo ajeno.
"Ahora con la directiva estamos trabajando en un proyecto de mejoramiento del piso. Es complicado, porque eso significaría que los trabajos se deben hacer en la noche y en la mañana debe quedar habilitado para que las personas trabajen en sus locales. Esperamos concretar este gran paso para nosotros en un corto plazo, aunque sabemos que es difícil", dijo.