Padres piden a gritos que internen a su hijo que padece esquizofrenia
Manuel Gamboa (80) y Flora Moraga (79) sufren constantemente las agresiones de uno de sus retoños. El reciente jueves el hombre de 50 años atacó a su madre en pleno centro de San Antonio.
"Para nosotros, como familia, no es fácil contar esto que estamos viviendo, porque nos duele. Pero hemos golpeado tantas puertas sin que nadie nos ayude que no nos quedó otra que hacerlo público".
Marco Gamboa Moraga (51) cuenta que su hermano Orlando, hoy de 50 años, se volvió un completo extraño cuando concluyó el cuarto medio.
"Él era súper inteligente. Cuando salimos del Fiscal rindió la Prueba de Actitud Académica y le fue súper bien. Ese mismo verano comenzó a trabajar con una tía para pagarse los estudios. Ahí notamos un cambio. Ya no era el mismo. Tenía reacciones extrañas hasta que intentó matarse. Como familia nos dimos cuenta que algo extraño le pasaba. Nosotros, por supuesto, ni siquiera intuíamos lo que podía ser", describe Marco en el comedor de su casa, en la calle Carlos Corsi, en la comuna de Cartagena.
Luego que Orlando intentara quitarse la vida cuando tenía 19 años, sus padres y hermanos comenzaron una serie de visitas a sicólogos y siquiatras, quienes les entregaron un diagnóstico que jamás pensaron recibir: padecía esquizofrenia.
La sicóloga y organizadoras de charlas de siquiatría, la sanantonina Alejandra Reyes, explica que esta enfermedad "está dentro de la categoría sicosis, que es lo que la gente entiende por 'locura'. Esta patología siquiátrica provoca que los pacientes pierdan el juicio, por lo tanto, no comparten una apreciación de la realidad igual que el resto de las personas y tienden a tener una reacción agitada".
Violencia
Marco Gamboa explica que desde que su hermano fue diagnosticado con esquizofrenia se convirtió en un verdadero extraño para él, para sus hermanos y también para sus padres, con quienes viven ambos hijos.
El último hecho de violencia ocurrió el reciente jueves en pleno centro San Antonio y tuvo como víctima a la madre de ambos hermanos, Flora Moraga Moraga (79).
"Mi mamá me llamó por teléfono ese día en la tarde y me contó que mi hermano la había botado al suelo y le pegó. Orlando desde que tiene esquizofrenia se ha vuelto muy violento. Mis padres, dos abuelitos de la tercera edad, tienen que soportar sus constantes agresiones. Él, con pastilla o sin pastilla, es igual. También lo hemos internado pero a los meses lo dan de alta", confiesa Marco junto a su padre Manuel Gamboa (80).
Este último agrega que "mi señora ayer (jueves) no se quiso venir para la casa. Tiene mucho miedo y se fue a quedar donde otro hijo. Hoy (ayer) la fui a buscar y no se quiere venir por miedo".
"A mí me da pena, mucha. Ver a un hijo así es terrible para los padres. Él se ha vuelto un desconocido para nosotros, porque no sabemos cómo va a reaccionar. Yo tengo problemas a la columna y artritis y no aguanto estar mucho de pie. Nosotros queremos que lo internen para que se mejore. Mi señora y mis hijos han ido a la Municipalidad de Cartagena y al hospital Claudio Vicuña, pero no pasa nada. Nadie nos ayuda", describe el padre de esta familia.
Manuel añade que precisamente cuando está descansando su hijo se abalanza contra él para golpearlo y pedirle plata para cigarros, vicio que lo tiene consumiendo tres cajetillas diarias.
Marco recalca que "lamentablemente por la situación que estamos viviendo no puedo dejar a mis padres solos por miedo a que mi hermano les pueda hacer algo. Yo sé que él también sufre porque tiene momentos de lucidez. Pero igual es agresivo y por eso hemos tenido problemas con vecinos y familiares".
La sicóloga Reyes aclara que "ningún tipo de esquizofrenia tiene como manifestación la violencia. Esta puede ocurrir porque está mal medicado. Hay que identificar qué es lo que descompensa a esta persona".
Orlando se acerca silenciosamente al comedor de la casa donde están su hermano Marco y su padre Manuel. Sale de la casa y busca el sol para capear el frío.
El padre abandona su hogar para ir a caminar. Dice que le hace bien para los dolores que sufre, pero antes de cerrar la puerta realiza su última confesión: "tenemos miedo que algo nos pase. Nosotros no sabemos cómo puede reaccionar y tenemos miedo que le haga algo a mis nietas".
19 años Orlando Gamboa fue diagnosticado con esquizofrenia. Ha estado internado pero a los meses lo dan de alta.