Las similitudes entre la muerte de Laura Landeros y el caso de Juan Pablo Mitjans
En los decesos de ambos jóvenes hay varias coincidencias que llaman la atención: los dos padecían depresión, estuvieron varios días desaparecidos, atrajeron la atención nacional y decidieron lanzarse desde una antena.
El hallazgo del cuerpo sin vida de Laura Landeros, la joven de 23 años que estuvo desaparecida en la comuna de Quilpué, hizo recordar el trágico desenlace de Juan Pablo Mitjans, un estudiante de 19 años que en el verano de 2010 también acaparó la atención nacional luego de que se perdiera sin dejar rastros sobre su paradero.
Las similitudes entre ambos casos no son pocas y llegan a sorprender. En primer lugar, ambos captaron el interés de toda la prensa nacional y del país entero, pues se trataba de jóvenes estudiantes que tenían todo un futuro por delante.
Además, los dos estuvieron varios días desaparecidos. En el caso de Laura, fueron 13 los días que transcurrieron desde que salió a trotar desde su hogar hasta cuando su cuerpo fue hallado, la tarde del jueves, al interior de un terreno particular donde se encontraba una antena de telefonía celular. Juan Pablo Mitjans, hijo del empresario Eduardo Mitjans, dueño de la marca de licores que lleva su apellido, permaneció 5 días extraviado desde que fue visto por última vez la madrugada del martes 23 de febrero de 2010 en los estacionamientos de la desaparecida discoteque Ice de Santo Domingo, a un costado de la Ruta de la Fruta.
Los esfuerzos policiales y particulares por encontrarlos en ambos casos fallaron. En Quilpué no se había revisado el predio donde apareció Laura y fue un trabajador de la empresa de telecomunicaciones el que halló el cadáver de manera accidental al concurrir a efectuar labores de mantención. "Me subió la presión. No puedo hablar más", fueron las escuetas declaraciones que entregó a la prensa el hombre que efectuó el hallazgo.
Una situación muy similar ocurrió con Juan Pablo Mitjans. Su familia y sus amigos también realizaron una incansable búsqueda sin resultados. Su padre, un día después de su extravío, se trasladó desde la capital a San Antonio y leyó una declaración pública al borde del llanto: "Juan Pablo te queremos mucho y esperamos estar pronto contigo. Nuestra familia está muy afectada por lo ocurrido y solicita a través de los medios de comunicación y de la comunidad, toda ayuda posible en la búsqueda de Juan Pablo".
Sin embargo, el cuerpo del joven fue encontrado sin vida, también de manera casual. por un guardia del cementerio Parque del Sendero la mañana del domingo 28 de febrero, un día después del inolvidable terremoto del 27-F. Ante la falta de agua potable en la comuna de San Antonio, el vigilante ingresó a un pequeño terreno cercano al camposanto, en el cerro Cristo del Maipo, donde existe una copa de agua. Una pandereta de vibromán se cayó con el megasismo y el trabajador pudo llegar hasta la parte superior de la copa, donde se topó con una impactante escena: el cadáver del estudiante que estaba siendo intensamente buscado por ambas policiales.
Otro antecedente que se repite en ambas muertes es el estado de salud de las víctimas. Tanto Laura Landeros como Juan Pablo Mitjans decidieron terminar con sus vidas debido a que arrastraban sendas depresiones. Y ambos lo hicieron de una manera casi idéntica: escalando una antena de telefonía, desde donde se lanzaron al vacío. Las policías corroboraron en los dos casos que no existía participación de terceros, caratulándolos como suicidios.
En las dos investigaciones en un principio también cobraron fuerza las hipótesis de homicidio e incluso de un eventual secuestro, las que posteriormente fueron descartadas a la luz de los acontecimientos. Juan Pablo apareció con todas sus pertenencias personales -incluso el dinero que portaba al momento de su desaparición- y sus lesiones fueron atribuidas a una caída desde altura, tal como ocurrió con Laura Landeros.
Finalmente, ambos cuerpos fueron encontrados relativamente cerca del lugar donde habían sido vistos por última vez. La joven quilpueína apareció a poco más de un kilómetro de su casa, mientras que Juan Pablo Mitjans caminó más de dos kilómetros desde la discoteque donde estaba con sus amigos hasta la parte alta del Cristo del Maipo, donde finalmente se quitó la vida.
13 días estuvo desaparecida la estudiante de Quilpué Laura Landeros, cuyo caso impactó a la opinión nacional.