Buenos samaritanos de la Eisa arreglan sedes y casas sin cobrar un solo peso
El grupo de Pastoral de la Escuela Industrial lleva 4 años de silencioso trabajo en ayuda de los más necesitados.
Los dirigentes de la Junta de Vecinos Las Orquídeas de Llolleo no pudieron guardar el secreto. Recibieron una desinteresada ayuda en la instalación eléctrica de su sede y rindieron honores al noble gesto.
Sabían que había un grupo de buenos samaritanos en la Escuela Industrial de San Antonio (Eisa) y les pidieron su intervención.
"Nuestra sede es utilizada por unas 500 personas a la semana entre adultos mayores, centros de madres, clubes y talleres, entre otras instituciones. Pero la instalación eléctrica era un tema de seguridad que nos preocupaba mucho, porque teníamos los materiales, pero no nos alcanzaban los recursos para pagar la mano de obra. Estos muchachos hicieron el trabajo gratis y en apenas un día y medio. Se podrán imaginar lo agradecidos que estamos con ellos", comenta José Muñoz, presidente de la junta Las Orquídeas.
Se trata del grupo de alumnos de la Pastoral de la Eisa, estudiantes que desde hace 4 años se dedican a entregar su trabajo a quienes más lo necesitan, sin cobrar un solo peso.
Es así como se organizan en cuadrillas y apoyados por la dirección del colegio y sus profesores, aplican sus conocimientos reparando viviendas, haciendo instalaciones eléctricas, dando desayunos a las personas en situación de calle y diversos gestos de ayuda desinteresada a la comunidad.
Ayuda voluntaria
Carlos Oviedo, director del establecimiento de educación, reconoció estar muy orgulloso del trabajo de sus alumnos y destacó la entrega de valores que difunde la escuela. "Esta iniciativa siempre se ha hecho en forma silenciosa, porque nosotros lo hacemos desinteresadamente. Se gestiona ayuda para gente que necesita limpiar sus casas, por ejemplo, hacer reparaciones en la parte mecánica como soldaduras, instalaciones eléctricas y los jóvenes lo hacen felices", comenta Oviedo.
El alumno Ricardo Huerta, del 4° A de Electricidad, indicó que "para nosotros es muy grato y bonito estar trabajando en esta acción social, porque dejamos una huella en la comunidad. Puede que más adelante pase con un hijo por esos lugares y le cuente que yo ayudé en la instalación de esta sede. Agradecemos el reconocimiento que nos hace la Junta de Vecinos Las Orquídeas, pero esto nosotros no lo hacemos con el afán de ser vistos, sino con el objetivo de ayudar, porque esa es la idea".
Por su parte, el profesor de Electricidad Cristián Zúñiga añade que "uno de los casos que más nos impactó fue el de una casa que quedaba en lo alto de Bellavista en una toma. Ellos habían sufrido la inundación de su casa por un temporal y recuerdo que a ellos les reparamos el piso, el techo y la instalación eléctrica completa. La señora nos dijo que iba a tener que acostumbrarse a usar el interruptor de la luz, porque antes ella apretaba o soltaba la ampolleta, con lo peligroso que puede resultar eso".
4 años llevan los alumnos de la Pastoral haciendo este tipo de trabajos voluntarios.