por Ramón González Labbé, ex director de Epsa.
El jueves 29 de junio, en Santiago, la Empresa Portuaria San Antonio (Epsa) y Técnica y Proyectos S.A. (Typsa) efectuaron una interesante y destacada presentación del estudio de Ingeniería Básica para el Desarrollo de un Puerto de Gran Escala. Por razones de fuerza mayor me fue imposible asistir al evento, pero gracias al streaming difundido por internet pude seguirlo atentamente.
Conociendo la incomodidad del Gobierno a que Epsa desarrollara esta presentación, no me causa sorpresa que en esta importante reunión no se haya contado con la asistencia de ningún representante del mismo, ya sea a nivel nacional, regional o provincial. Tal vez, será que San Antonio no está presente en la preocupación de estas autoridades, situación que a mi juicio y experiencia puede tener variadas interpretaciones.
Es un hecho que si este evento hubiese sido organizado por la Empresa Portuaria Valparaíso, con el beneplácito del Gobierno, se habría contado con la asistencia de variadas autoridades tanto ministeriales como políticas. No olvidemos el evento que los Ministros de Obras Públicas y Transporte, junto a senadores y candidatos varios, realizaron en mayo para dar un espaldarazo al cuestionado proyecto de ampliación de infraestructura portuaria, más conocido como T2.
Pese a su avance, llama la atención el escaso interés que el PGE en San Antonio genera entre quienes nos dirigen, siendo una obra de alto impacto en la economía para del país.
Ya son parte de la historia de San Antonio las dificultades que nos complejizan y hacen cuesta arriba la forma de materializar las inversiones en nuestra Provincia. Solo a modo de ejemplo, podemos mencionar la Construcción de la Ruta de la Fruta y el nuevo Hospital Claudio Vicuña, entre otros.
De la presentación ingenieril, se puede concluir que para este nuevo puerto PGE o Puerto Exterior, la Empresa Portuaria San Antonio está realizando desde el año 2010 todos los estudios, presentaciones y tramitaciones que corresponden a un proyecto de esta magnitud. Lo anterior, con objeto de estar en corto plazo en condiciones de licitar su construcción.
Mientras tanto, la tramitación, fechas y avances del proyecto de sus pares de la Empresa Portuaria de Valparaíso, aún son desconocidos. Asimismo, están imposibilitados de iniciar las obras de construcción del T2 por carecer de las aprobaciones en el Servicio de Evaluación Ambiental, sin olvidar el alto rechazo que genera en la comunidad.
Por esta razón, es un hecho de la causa que el Estado deberá otorgar un subsidio directo o indirecto con recursos de todos los chilenos. Ello, con el fin de lograr la materialización de aquel cuestionado proyecto.
Todo lo anteriormente dicho, deja en evidencia que desde hace más de dos años la Presidenta Bachelet ha postergado de manera inexplicable su pronunciamiento respecto de la localización de esta mega obra, siendo el 30 de junio, término del primer semestre de 2017, su último y mediático compromiso que yace sin concreción.
Pareciera que el Gobierno hoy le teme a una definición, considerando las ventajas de todo orden que presenta San Antonio. O bien, le incomoda que en nuestra comuna exista una alineación tanto de autoridades locales y comunidad para que en esta ciudad se construya el anhelado PGE. De todas maneras, es un hecho que esta indefinición afectará su puesta en marcha a mediados de la próxima década.
Debemos sobreponernos a la intransigencia, tal como ocurrió en el pasado, donde David derrotó a Goliat. Para vencer al gigante, sea Santiago o Valparaíso, vale la pena el recuerdo de que aunque tengamos todo en nuestra contra, siempre habrá posibilidades de salir triunfante.
Finalmente, hago un llamado a Epsa con objeto de replicar en San Antonio aquella presentación mencionada en un principio, respecto a los estudios de ingeniería básica del PGE. Lo anterior, porque estimo fundamental enriquecer y compartir en casa los avances alcanzados.
