David Muñoz Castillo
Turbulentas están las aguas entre los equipos de la Segunda División. El pago de una garantía de 30 millones de pesos para asegurar el pago de los sueldos de los jugadores al menos por tres meses en caso de incumplimiento de las instituciones, desató un clima hostil entre los dirigentes y la Anfp.
La situación se exacerbó el pasado lunes, cuando el gerente de competiciones de la Anfp, Rodrigo Astorga, informó a través de un comunicado, que los clubes que no cumplieran con este requisito económico perderían su lugar en la categoría. Desde esta misma gerencia se establecía como fecha límite para el pago las 18 horas de ayer.
La carrera por reunir la cuantiosa suma se inició en todos los 11 clubes que militan en la Segunda y también en San Antonio Unido.
Para tranquilidad de los hinchas lilas, a eso de las 17 horas el presidente del club, Danilo Rojas, informó que canceló los 30 millones de pesos en la Anfp y con ellos aseguró la participación lila en el torneo de la tercera categoría del fútbol profesional chileno.
Las dudas estaban instaladas y más cuando Luciano Uribe, delegado deportivo de Independiente de Cauquenes, aseguró al programa deportivo de la radio Bío Bío, que su club y otros más, entre los que estaba el SAU, no tenían el dinero exigido. "Nosotros no tenemos la plata. La tenemos que juntar y es muy complicado. San Antonio, Naval y nosotros estamos muy complicados, Malleco parece que también. Es una situación muy compleja", aseguraba el dirigente, que se atribuía la vocería de otros equipos.
Hasta el martes solo Deportes Santa Cruz y Deportes Melipilla habían cancelado la garantía que a solicitud del Sindicato de Futbolistas Profesionales (Sifup) exigió la Anfp para evitar sueldos impagos en la categoría.
San Antonio Unido, al igual que otros clubes, no empleó la garantía del torneo pasado, y tenía 13 millones de pesos como abono para cubrir el total de la exigencia. Deportes Colchagua, Vallenar y Malleco Unido estaban en una situación similar a los lilas.
Las escuadras ascendidas Provincial Osorno y Deportes Recoleta también estaban próximas a cumplir con la cuota, a pesar de pagar también por su incorporación al fútbol profesional.
Una de las instituciones que más resistencia puso a este pago fue Naval. "Las boletas de garantía deben ser proporcionales a la duración del campeonato. Deben existir, porque reflejan un compromiso, pero la cifra no debería ser mayor a los $15 millones", argumentó su presidente, Fernando Rojas. Anoche, trascendió a través de las redes sociales que los "choreros" no pagaron la cuota.