Carolina Bustos Muñoz
"Un adulto puede entender la broma, pero no un niño", dijo tajantemente Yasna Díaz, quien junto a su hijo de 8 años fue protagonista de una particular "rutina" realizada por un mimo que desde hace unos días se ubica en Barros Luco, a la altura del mall, en San Antonio.
"Yo había visto su rutina, pero no le había tomado mucho asunto, hasta que lo vi parado al lado de mi hijo con una pistola de juguete", afirmó, con mucha molestia, la mujer.
Según su relato, el hecho se produjo la tarde del miércoles, cuando ella iba a dejar a su hijo al colegio. "Cuando estábamos detenidos en el semáforo esperando la luz verde, este mimo se acercó por el lado donde iba sentado mi hijo, y simulando un asalto, no encontró nada mejor que abrirle la puerta y apuntarlo con un arma".
Yasna aseguró que su hijo quedó en shock luego de ser víctima de esta traumática experiencia.
"Él no paraba de llorara, porque creyó que era un asalto ya que este tipo lo apuntó con una pistola. A lo mejor si la rutina incluyera una pistola de agua o de globos (globoflexia) los niños entenderían que es una broma", afirmó.
Yasna no ha sido la única que se ha visto afectada por la rutina de este personaje. Hace unos días, Gabriela Silva también vivió una experiencia un poco "traumática" con este artista callejero.
"Ese miércoles fui a San Antonio a ver a mis abuelos. Como a las dos (14 horas) viajaba de regreso a Santiago por calle Barros Luco, justo a la salida del mall, cuando este mimo intentó abrirme la puerta y me apuntó con una pistola. No fue una grata experiencia porque yo fui víctima de un asalto en un semáforo en Santiago, por lo que tú comprenderás que casi me morí cuando lo vi parado a mi lado con la pistola", relató la secretaria de 33 años.
"no se puede"
Los actores Sebastián González, María José Armijo y Marianela Peñailillo, quienes tienen años de experiencia sobre el escenario, criticaron la rutina de este mimo.
"Esta persona está haciendo una mala utilización del recurso de la mímica", señaló González, mientras que María José interrumpe agregando "uno no puede tocar a una persona ni al público, ni menos invadir su espacio. Acá no hay conciencia de lo que significa este arte callejero".
Marianela incluso va más allá. "El espacio de una persona es sagrado, por lo mismo, tú no puedes llegar y abrirle la puerta a un copiloto, y menos a un niño. Esta persona no debe tener experiencia en la mímica".
"Por eso después muchas veces los niños les temen a los payasos y a los mimos", añadió González.
Diario El Líder intentó conversar con este personaje, pero hasta el cierre de esta edición, nadie tenía noticias sobre su paradero.