Las bajas temperaturas del invierno pueden ser favorables para aplacar en algo la pestilencia que hay en el sector.

El hedor proviene en gran medida de la parte trasera de la localidad, donde se encuentra la línea del tren. Allí, algunos vecinos descargan las aguas grises de sus viviendas, pero otros también desvían las aguas de sus sanitarios, puesto que sus fosas están rebasadas.

Se trata de Leyda, pueblo ubicado a un costado de la Autopista del Sol, a solo 20 minutos del centro de San Antonio. En el lugar hay 150 casas con cerca de 500 habitantes.

Ellos son quienes están clamando por ayuda, puesto que la falta de un sistema de alcantarillado está afectando gravemente su calidad de vida.

De acuerdo al testimonio de los vecinos, deben pagar entre 60 y 100 mil pesos cada dos o tres meses para que limpien sus fosas sépticas, pero los modestos recursos monetarios con que cuentan hacen que este sistema sea insostenible.

"Hace más de cinco años que contamos con agua potable, pero esperábamos que el alcantarillado fuera de la mano. Primero decían que no estaba el terreno, así es que tuvimos una reunión con la ministra de Bienes Nacionales y ella se dio plazo hasta abril para dar una respuesta al municipio y hasta la fecha no hemos sabido nada. Incluso no nos quieren recibir", comenta Santiago Calderón, presidente de la Junta de Vecinos Leyda 42.

"La asamblea ya lo decidió y, si no tenemos una respuesta acerca de los avances del proyecto, nos vamos a tomar la autopista. Es la única forma de hacernos escuchar", agregó el dirigente.

La molestia de los residentes aumenta debido a las malas prácticas de algunos de ellos, quienes clandestinamente vierten el contenido de sus fosas en la vía pública.

"La mayoría de nosotros hemos hecho sistemas para no llenar tan rápido la fosa. Por ejemplo, yo dirijo la manguera de la lavadora y la del lavaplatos a un dren que hicimos con piedritas, pero hay otros vecinos que tiran esas aguas a la línea del tren, a pesar de que se exponen a partes de Medio Ambiente", añade la vecina Leticia Cabrera.

Municipalidad

Al ser consultado por Diario El Líder, el alcalde de San Antonio, Omar Vera, indicó que el municipio se comprometió a realizar el proyecto de alcantarillado, pero aclaró que se trata de un proceso que requiere tiempo.

De acuerdo a lo explicado por el edil, al buscar el lugar donde instalar la planta de aguas servidas lograron que Bienes Nacionales les cediera un terreno, y ahora esperan que esta entidad modifique la resolución de comodato por un periodo de 30 años para hacer factible la inversión pública.

"Una vez que tengamos esto podemos seguir avanzando para el financiamiento del diseño. Esto último involucra la ingeniería, la topografía y los planos. Estimamos que eso puede estar concretado de aquí a fin de año. Con eso, el próximo año debiéramos desarrollar el proyecto de ingeniería. Estamos hablando de una ejecución de unos 6 a 8 meses, porque además debe tener la autorización de la autoridad sanitaria", detalló Vera.

El alcalde expresó que de acuerdo a esos plazos, se postularía al financiamiento de ejecución de la obra en el 2019.

El estancamiento en los avances de la gestión del municipio respecto a este proyecto, de acuerdo a lo explicado por el edil, radica en que "inicialmente no estaban los terrenos disponibles para esta finalidad. Podríamos haber hecho los diseños y a lo mejor obtener los financiamientos para instalar cañerías, pero esas debían conducir a una planta de tratamiento y es ahí donde nos entrampamos, porque no teníamos terrenos disponibles".

"Si no tenemos una respuesta acerca de los avances del proyecto, nos vamos a tomar la autopista. Es la única forma de hacernos escuchar",

Santiago Calderón,, presidente JJ.VV."