La enigmática historia del astronauta de la antigua ciudad maya de Palenque
La extraña inscripción en la tumba del rey Pakal ha inquietado a los investigadores durante décadas.
En México, en el estado de Chiapas, al pie de la cordillera del lado norte, se encuentra ubicada la antigua ciudad de Palenque, en pleno territorio de los mayas y situada en una meseta natural, a doscientos metros de altura.
Desde allí se obtiene una maravillosa vista de la selva húmeda del área. Se pueden distinguir con calidad los templos de Palenque -hoy Patrimonio de la Humanidad- que se reconocen como extraordinarias estructuras arquitectónicas del mundo maya.
Debieron pasar más de mil doscientos años para que fuera descubierta la tumba de Pakal, o Pakal el Grande (603-683 d.C.). En 1949, el arqueólogo Alberto Ruz Lhuillier encontró en una losa de la parte superior del "Templo de las Inscripciones", en la pirámide construida de gradas, doce curiosos agujeros en forma simétrica que parecían haber sido hechos para soportar el trono del gobernante.
Al percatarse que había un espacio hueco bajo dicha losa, comenzó a escarbar y encontró los escalones de la escalera interna de la pirámide, cuyo paso estaba totalmente obstruido.
El domingo 15 de junio de 1952, tras haber retirado toneladas de piedras y escombros, el equipo de arqueólogos logró penetrar a la cámara mortuoria de siete metros de largo por casi cuatro metros de ancho, la que estaba repleta de estalagmitas y estalactitas, pero los restos estaban cubiertos con cinabrio.
El cinabrio es un tipo de cuarzo, con base de sulfuro de mercurio, muy pesado y de color rojo oscuro; además de ser una fuente importante de ese metal líquido, preserva los huesos humanos y se usó para fabricar pinturas rupestres que se encontraron cercanas al sarcófago (como las descubiertas en Almadén, que es un municipio español de la provincia de Ciudad Real, en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha). También se utilizó en esa época para preparar un elixir que se suponía aseguraba la longevidad.
¿Cómo sabía la civilización maya la breve información del cinabrio y la aplicaban sabiamente? Son las dudas que aún están en el misterio.
Ruz Lhuillier, al descubrirla, pensó que la lápida de la tumba era una especie de altar, pues encontró seis esqueletos juntos, cinco masculinos y uno femenino, que creyó habían sido sacrificados como ofrenda al rey Pakal.
Extraña inscripción
Lo siguiente es extraordinario. La lápida del sarcófago, de cinco toneladas de peso, ha dado origen a múltiples discusiones por las interpretaciones que se le han dado. Desde científicos hasta los adictos a la pseudociencia.
En la ciudad de Palenque, destacada entre otros lugares de la civilización maya, existe una de las inscripciones jeroglíficas más extensas de la antigua etnia maya y que ha sido cuidada y protegida por años por sus encargados. Cada cierto tiempo se prohíbe el paso a turistas por esos importantes sectores de la ciudad.
Otra de las características de Palenque es que desde las montañas cercanas emergen manantiales naturales cuyas aguas fueron hasta hoy canalizadas por los extraordinarios "técnicos" de las vías de agua de la época, produciendo cascadas por medio de acueductos sorprendentes, que parecieran no coincidir con la época en que vivían.
Esos acueductos terminan en el valle llamado "El lugar de las grandes aguas" (Lakam Ha). En las cercanías de ese espacio se instaló una larga ocupación de los reyes mayas, desde el 200 al 900 d.C. El desciframiento de sus bien resguardados textos jeroglíficos descubiertos, proveyó a los estudiosos de un entendimiento detallado de la extensa dinastía de gobernantes, tanto hombres como mujeres.
Muchas de las tumbas y luego construcciones mayas guardan aún los más bellos ejemplares de arte megalítico, originales, esculpidas en piedra cercadas de paneles de estuco y grandes murales pintados que mantienen su color original.
Entre ellos, el sarcófago de Pakal, el llamado rey de Palenque, que tiene esculpida en la tapa del sepulcro un verdadero astronauta conduciendo una nave.
Hay varios autores e investigadores, como Erich Von Daniken, que señalan que ese príncipe maya, Pakal, fue un astronauta. Describiendo la escena, según los investigadores, detrás de la figura de Pakal se ve el fuego que sale de lo que podría imaginarse una tobera, además de que aparece una mascarilla para el oxígeno cerca de la nariz del astronauta y mil historias más que han logrado filtrarse en escritos y publicaciones. En fin, según los "investigadores del misterio" existirían muchas coincidencias con una nave espacial que podría haber dirigido el rey Pakal hacia su destino.
Además, la lápida del sarcófago representa una síntesis simbólica de la visión cósmica y existencial de esta civilización, en la que también hay inscripciones sobre el momento en que el rey inicia su viaje hacia el inframundo, hacia el lugar donde emprenderá el vuelo en una máquina es la duda y la interpretación de quien la observa.
La losa que sirve de tapa del sarcófago sigue teniendo un bajorrelieve que muestra la escena de una insólita nave que muchos escritores e investigadores han interpretado como increíble y fantástica por la aparente cantidad de detalles en la posición semi sentado de Pakal: manos en unos controles; cabeza con apoyo por la velocidad; su mirada atenta hacia el horizonte; fosas nasales cerca de algo que sugiere un respiradero; palancas y apoya pies en una actitud dinámica, dando energía y fuerza a la sorprendente nave. Por lo tanto, aún quedan muchos misterios e interpretaciones por descubrir en este glifo en la piedra. ¿Quiénes diseñaron este diagrama hace mil doscientos años y lo que sugiere desde que se descubrió?