Freddy Bascur: el arquero que forma a los reemplazantes de Bravo en la Roja
El muticampeón con Balmaceda, hoy en el arco de Cóndor, trabaja con los guardametas de las selecciones menores de Chile.
No es sanantonino, pero sin duda parte importante de su corazón está alojado en esta tierra que linda con el mar. Su nombre es reconocido y respetado en el medio del fútbol local y sin duda quedará en los anales de los grandes logros que obtuvo el balompié a nivel regional y nacional.
Freddy Andrés Bascur Calquín (38 años) fue el guardián de la portería del multicampeón Balmaceda, el equipo que ganó tres veces la Copa Anfa y el título del nacional de clubes. Hoy el santiaguino sigue ligado a un grupo de futbolistas que emigró a Cóndor junto al DT William Carrasco, pero además trabaja en lo que más le apasiona: el fútbol.
Freddy desde este año se desempeña como el preparador de arqueros de las selecciones menores de Chile. No puede estar más feliz.
La experiencia que atesoró en su carrera en clubes como Magallanes, Unión Española, San Antonio Unido, Copiapó y también en el fútbol amateur, hoy se la entrega a los arqueros de las selecciones menores de Chile.
"Estoy contento y feliz", admitió el portero, quien se desempeña desde enero de este año en esta función que lo llena laboral y personalmente. "Qué más le puedo pedir a la vida, haciendo lo que me gusta y estoy en la elite del fútbol chileno", resaltó sobre su trabajo.
Con estos meses de labor Freddy se aventura a proyectar el futuro de la Roja y del arquero que sucederá a Claudio Bravo en el pórtico nacional. "Brayán Cortés (Deportes Iquique) es uno de los llamados ser el reemplazante. Ahí estamos tratando de aportar con un grado de arena para lo que viene".
En estos momentos Freddy se concentra en la Sub 15, pero también entrega su sapiencia en las selecciones femeninas y la Sub 21. "La Sub 15 va en noviembre al Sudamericano (San Juan Argentina) y por eso me dedico en un 60 ó 70 por ciento de mi trabajo a este equipo", precisó el meta de Cóndor.
Inicios
En el Ajax Florida, de esta comuna del sur de la capital, están sus orígenes futbolísticos. En el club del barrio donde jugó su padre Miguel, un reconocido arquero y dirigente de la institución; y también su hermano que se llama igual que su papá, empezó a conectarse con el fútbol. "Comencé como central, como hasta los 10 ó 11 años. Mi viejo era muy conocido en el medio local como uno de los buenos arqueros, seleccionado de su asociación. Una vez faltó un arquero y me pusieron. Me comí un 7 a 0", recordó.
Poco a poco le empezó a agarrar el "gustito" al puesto en las pichangas del barrio con los amigos de la infancia. Cuando ya tenía 14 años se decidió definitivamente por el arco. "Jugué como dos o tres partidos y me subieron altiro a la primera adulta con 14 años. Ya lo estaba haciendo bien, sabía de qué se trataba el puesto".
Don Miguel, el papá de Freddy, siempre lo respaldó. "Cuando vio que lo hacía mejor en el arco que como central, me dio su apoyo. Siempre lo ha hecho hasta el día de hoy, en todas las decisiones y me acompaña cuando puede", reconoció.
En Santiago algunas competencias perdieron las series menores. Por una necesidad y sus ganas de jugar Freddy se pegó el salto a las categorías adultas, a pesar de su corta edad. "No me quería ir a otro club, no tenía infantiles, se me dio la posibilidad y le puse el pecho a las balas", contó.
Durante dos temporadas Freddy se forjó en el puesto de arquero, hasta que se le presentó una gran oportunidad. "Un vecino (Edgardo Barrera) muy querido y bueno en el fútbol me llevó junto con su hijo a probar suerte a Magallanes". Ese fue el inicio de la carrera profesional de Bascur.
Tenía 15 años cuando se fue a los "Carabeleros" y aunque quedó en los albicelestes no dejó al club de su barrio. "En la serie tenían un arquero que venía de Colo Colo, y al lado de él me faltaban fundamentos técnicos. Si no lo expulsaban o pasaba algo, no iba a jugar en Magallanes. Aprovechaba de entrenar en la semana, me sacaba la mugre, para estar bien físicamente y aprender técnica, porque en ese tiempo no había preparadores de arqueros. El sábado iba a la banca, pero el domingo jugaba por mi club", confesó.
Su permanencia en Magallanes era para Freddy un premio, pero una mala campaña en Tercera provocó la desaparición de las series cadetes del club y el portero se vio obligado a buscar un nuevo destino.
En esa búsqueda se le presentó una disyuntiva que marcó su carrera deportiva. "Me fui a probar a la Chile, me fue bien y me dejaban como cuarto arquero. El técnico que tenía en Magallanes (Atilio Guzmán) tomó la Unión Española. El profesor me buscaba y quería que me fuera a la Unión (Española), me prometía que iba a jugar".
Bascur debía tomar una decisión en ese momento. Quedarse en la Universidad de Chile, para hacer banca o inclinarse por los hispanos donde las opciones de jugar eran más ciertas.
Con 15 años se unió a la cantera de los hispanos y de a poco fue adquiriendo experiencia y llegó a formar el plantel estelar del equipo de Santa Laura. "Cuando pasé a la primera (infantil) entrenaba en el equipo de proyección con el plantel grande una o dos veces a la semana. A los 16 años ya estaba con Nelson Acosta, (Gerardo) Rabajda, el 'Lalo' Azargado, (Pablo) Galdames, 'El Pony' Ruiz, el 'Matador' Sánchez, un buen equipo. Llegué al año siguiente que llegaron a semifinales de la Copa Libertadores. Entrenaba con esas bestias en la cancha 1 de Santa Laura", agregó.
Bascur admite que "entrenar ahí para mí y todos los que subíamos era un premio, un sueño, un orgullo. Los miraba para arriba, los veía como un enano, creía que eran unos ídolos, intocables".
Freddy y el equipo de proyección de la Unión no compartían camarín con estas estrellas. El respeto era clave . "Así era antes, ahora no, a los pendejos los meten al camarín para que adquieran experiencia. Respetabas a los jugadores más grandes", explicó.
El portero evolucionaba y mejoraba su juego, tuvo la opción de llegar al camarín de las figuras de la Unión a los 17 años. "Pude compartir con los profesionales, llegar temprano, compartir un café, conversar, son experiencias que marcan tu carrera a futuro, tu pensamiento y tu forma de ver el fútbol y la vida".
Con el "Yemo" Yávar y Rogelio Delgado incursionó en el plantel profesional de la Unión. "Fue una de las mejores experiencias que pude tener en mi vida deportiva", reconoció.
En 1998, el arribo de Juvenal Olmos a la banca hispana terminó con la permanencia de Freddy en el club. "Llegó con su gente y yo no tenía nada qué hacer", explicó sobre las razones de su partida.
-¿Juvenal Olmos fue el responsable de tu salida de la Unión?
-No, no le echo la culpa. Me dieron las oportunidades, pero mi falta de experiencia y mi inmadurez en el puesto condicionaron mi salida.
San Antonio Unido
La partida de Unión Española fue el inicio de una relación que hasta hoy perdura en la vida de Freddy Bascur. Llegó a San Antonio para defender el SAU en 1999 y poco a poco fue dejando parte de su corazón en esta tierra.
Con Jorge "Coke" Rodríguez en la banca realizó una excelente campaña, que le permitió al adiestrador y al portero partir a Deportes Copiapó junto a otros integrantes de ese plantel en 2000.
La temporada siguiente el arquero retornó al SAU con Juan Páez en el banco lila y en 2002 Mauricio Riffo asumió como DT, en un equipo que tenía como su principal figura a Humberto Suazo. "Ese fue mi último año, hicimos una buena campaña gracias al 'Chupete', bueno para hacer goles", rememoró.
Tras cumplir la edad límite de la Tercera División y sin opciones de otro club de Primera, Freddy retornó a la capital. "Nació mi hija y tenía que velar por mi estabilidad económica. Me fui a Santiago a trabajar en algo nada que ver con el fútbol", relató.
No pasó ni un año de su salida del SAU, cuando recibió un llamado que marcaría su derrotero en el fútbol.
"Me llamó mi amigo 'Pollo' Bustos y me contó que estaban en un proyecto de un equipo de la zona, que querían hacer cosas grandes y conseguir logros. Me invitó a unirme al grupo".
El año anterior, en 2002 se iniciaba en los "gorriones" un trabajo comandado técnicamente por William Carrasco para instalar al club en la cúspide del balompié amateur regional y nacional.
"Me embarqué en ese proyecto. Creo que fue una de las grandes y mejores decisiones que tomé", contó con satisfacción.
Freddy agregó que "imagínate todo lo que se consiguió con ese grupo de amigos, porque eso era, un grupo de amigos que se vestía de corto y entraba a la cancha".
Mantener un proceso por más de una década en el fútbol es casi impensado, pero Balmaceda lo hizo y se transformó en el equipo con más logros en la provincia y uno de los más destacados del balompié de la región.
"No llegabas el domingo a jugar, ibas a ver a tus amigos, a tirar la talla, porque lo que nunca faltaba en ese camarín era la risa, la buena onda, la cordialidad, el respeto, todo lo mejor", aseveró sobre la interna de este plantel que pasará a la historia del fútbol sanantonino
Hoy su presente está en Cóndor, club con el que quiere reeditar los logros cosechados con los "gorriones" y en su trabajo con las selecciones chilenas. Todo ese recorrido que relata Freddy Bascur se lo quiere entregar a los porteros que en el futuro reemplazarán al capitán de la Roja.