Terrible jornada dieciochera terminó con ocho detenidos por violencia intrafamiliar
El excesivo consumo de alcohol detonó en conflictos de alta agresividad.
Ocho hombres fueron detenidos en el transcurso de la jornada de 18 de septiembre. En todos estos casos el delito que se investiga es la violencia intrafamiliar.
A eso de las 10.00 horas de ayer, hasta el Tribunal de Garantía de San Antonio llegó un furgón de Carabineros literalmente lleno con dichos imputados. Era la señal de que fue una noche violenta en muchos hogares de la zona.
El hijo
De acuerdo a la informado ayer en las audiencias de control de detención realizadas en el Tribunal de Garantía de San Antonio, uno de estos casos lo protagonizó el soldador J. G. N.
Según lo expuesto por el fiscal Ramón Espinosa, el individuo no cumplió con la medida cautelar, vigente desde junio del presente año, que le prohibe acercarse a sus padres y al domicilio de estos, ya que habría concurrido, la tarde del lunes, hasta la casa de estos en Cartagena y además habría amenazado de muerte a un arrendatario con el que sus progenitores tenían un problema.
El imputado fue formalizado por el delito de desacato en contexto de violencia intrafamiliar y por amenazas simples en contra del arrendatario.
El juez Gonzalo Celedón determinó que Gálvez cumpla con una nueva orden de no acercarse a sus padres y quedó en libertad.
Los pololos
Otro episodio involucró a P.P.S., quien, según la versión policial leída por el fiscal ayer en el tribunal, la noche del lunes, habría llegado hasta la parcela 25 del sector Los Morros, en Santo Domingo, donde su polola, de iniciales C. E.H.M. estaba compartiendo con algunos familiares.
"Tuvieron una discusión, y el imputado comenzó a insultarla y, posteriormente, pegarle golpes en el rostro, ocasionándole erosiones en la mejilla izquierda, lesiones de carácter leve", declaró Espinosa en la audiencia.
Por esa razón, el hombre, en el marco de un acuerdo reparatorio, debió pagarle $30.000 a la quien ahora es su ex polola para cubrir los gastos médicos que supone la agresión que la afectó, y además deberá cumplir con la medida cautelar de no acercarse a ella al menos por tres meses.
"Yo por mí, no lo quiero ver más en mi vida", dijo la mujer al referirse a su relación con el imputado, que al no tener el dinero que requería, recibió la ayuda de su empleador, que finalmente pagó esa suma a la víctima. "Con tal que termine esto, yo voy a pasar las 30 lucas", dijo aquella persona.
El alcohol
La otra causa que se vio ayer en el Tribunal de Garantía implica a R.M.P., quien, según el fiscal Espinosa, habría golpeado con sus puños a su pareja, de iniciales M.M.M.S. en medio de un incidente ocurrido la madrugada de ayer en la residencia del padre del mismo, en Llolleo alto.
R.M.P. negó haber atacado a su conviviente y entregó su versión ante el tribunal. "Yo estaba tomando con mi papá en su domicilio, y ella apareció en estado de ebriedad y comenzó a agredirme; alguna vez que lo escuchen a uno también, yo soy el agredido, yo llamé a Carabineros, y a mí me detuvieron", se defendió el hombre.
Este imputado fue formalizado por el delito de lesiones menos graves en contexto de violencia intrafamiliar. Ante esto, el juez Celedón ordenó la medida cautelar de firma semanal en la Subcomisaría de Carabineros de Llolleo, para que finalmente se decretara su libertad.
El padre
La madrugada de ayer, en una casa de la población Los Nogales, en Llolleo, Carabineros detuvo a H.G.S. porque, presuntamente, amenazó con un arma a su esposa, de iniciales L.F.G.
"Llegó el imputado (hasta la casa familiar), bajo los efectos del alcohol, comenzó a insultarla, para luego dirigirse al clóset, desde donde, saca un arma que, al parecer, es de fuego, y con la cual se abalanza sobre ella, se la coloca en el cuello y la amenaza de muerte, diciéndole que la iba a matar, aunque ella logró zafarse y huir del inmueble", relató el fiscal.
En esas circunstancias, el hijo del matrimonio intervino para defender a su madre, para lo cual agredió a su padre con un golpe de puño en la cara. Por lo mismo, ambos fueron arrestados.
Mientras H.G.S. fue formalizado por el delito de amenazas, su hijo enfrentó cargos por el delito de lesiones menos graves, ambos en contexto de violencia intrafamiliar. Los dos imputados quedaron en libertad aunque el padre deberá abandonar la casa que compartía con su familia.
La otra situación la vivió el comerciante sanantonino A.L.E., quien fue formalizado por desacato, ya que en la madrugada de ayer habría concurrido hasta la casa de su ex conviviente, de iniciales C.F. M.G. , en cerro Alegre, donde habría quebrado los vidrios de una ventana para luego ingresar al domicilio, esto pese a que solo el domingo 17 de septiembre había sido arrestado por violencia intrafamiliar y se le había impuesto la medida cautelar de no acercarse a su ex pareja.
Ante esto, el juez Celedón ordenó la medida de arresto domiciliario total para A.L.E. mientras dure la investigación del caso, ya que a su juicio, es posible que él vuelva a atacar a su ex mujer.