Viajó desde Monterrey a San Antonio para conocer a su ídolo
Carlos Valdés llegó ayer hasta el entrenamiento del SAU para conocer a Humberto Suazo, quien le autografió tres camisetas, entre ellas la de Chile.
A Carlos Valdés (25) se le podrán olvidar muchas cosas, pero menos una que guarda a fuego en su corazón "Rayado".
Corría el minuto 85 de la final de vuelta entre Monterrey y Santos Laguna, en el Estadio Tecnológico de Monterrey, México.
36 mil espectadores, entre ellos este mexicano, veían ansiosos como su equipo ganaba 2-0 a los "laguneros", en el torneo del 2010. La ida había sido victoria de Santos por 3-2, por lo que un gol más del equipo visitante hubiese forjado la tanda de penales. Pero el sanantonino Humberto Suazo diría otra cosa.
A cinco minutos del final, Chupete recibe una pelota del ecuatoriano Walter Ayoví en el círculo central y emprende una carrera salvaje dejando en el camino a dos defensores. Cuando el portero le achicaba los espacios al 26 de los "rayados", Humberto terminó la jugada con un sombrerito desatando la locura entre todos los fanáticos del Monterrey que veían como su equipo se alzaba como campeón gracias a Suazo quien convirtió 2 de las tres conquistas de aquella inolvidable noche.
"Fue el estadio antiguo y estaba lleno de hinchas del Monterrey. Es el gol que más recuerdo de Suazo. Para mí y para muchos de los 'rayados' es un ídolo y estoy feliz de haberlo conocido", cuenta Carlos Valdés, tras presenciar la práctica de ayer de San Antonio Unido, donde actualmente milita Suazo, goleador histórico del Club de Fútbol Monterrey con 121 anotaciones en 220 partidos.
"Acá siento que no lo valoran mucho. Allá -en ciudad de Monterrey- dejas a Humberto Suazo y todo el mundo se le tira encima. Es un verdadero ídolo", describe Valdés, quien viajó junto a su padre Mere y su madre Carmina hasta San Antonio.
Este gerente de una tienda de zapatos confiesa que su viaje hasta San Antonio estuvo motivado por el nacimiento de su primera sobrina y por la posibilidad de conocer a su ídolo.
"Vine por dos personas muy importantes para mí como es mi sobrino Julián y Suazo que es mi ídolo. Ahora me llevo un gran recuerdo a México", dice en Llolleo, donde se está hospedando con su familia.
-¿Pudiste conversar algo con Humberto antes del entrenamiento?
-Sí. Nos saludó, accedió a firmarme dos camisetas del Monterrey y otra de Chile de él que me regalaron y me dijo que pronto iría a México a la despedida de su amigo Aldo de Nigris, quien también jugó con él y estuvo en ese partido donde se hizo ese golazo.