Dustin Muñoz: veloz y preciso dentro y fuera de las canchas
El delantero de los viejos tercios de Estrella de Chile, trabaja como operador de una grúa Gantry.
Trabaja a más de 50 metros de altura y sobre una grúa Gantry debe emplear la misma precisión y velocidad que usa cuando está dentro de una cancha de fútbol. Fue un prometedor delantero que vistió varias camisetas de clubes locales, incursionó en las cadetes de la Universidad de Chile y en San Antonio Unido. La vida lo llevó a buscar un destino distinto, pero Dustin Alejandro Muñoz Arellano nunca abandonó el deporte que lo apasiona.
En las alturas, sobre estos colosos capaces de levantar 100 toneladas, el delantero exhibe la misma habilidad que sobre los terreno de juego, donde actualmente defiende la camiseta de Estrella de Chile. Hoy, con 36 años (12 de febrero de 1981), confiesa estar en una etapa distinta de la vida, donde su familia es el centro, aunque el fútbol sigue jugando un rol fundamental.
No solo defiende la tricota roja de los parroquiales, también la de su empresa, San Antonio Terminal Internacional, y con el equipo portuario paseó el nombre del terminal por varios puntos del país y levantó varias copas.
Algo queda de ese veloz ariete, que prometía según los entendidos, y que nació en Concepción. Huachipato fue su cuna futbolística. Llegó a los 9 años a los acereros, pero a los 12 años, por el trabajo de su padre, Carlos, quien es mecánico de los barcos pesqueros, se vino a San Antonio. "Por el auge de las empresas pesqueras se vino a trabajar acá. Nos vinimos todos, con mi mamá y mi hermano mayor" , recordó.
Como integrante de las cadetes de Huachipato, el delantero tuvo la posibilidad de viajar a Brasil y Argentina. "El club se dedicaba harto a las inferiores, con hartas canchas y tiene el apoyo de la empresa acerera (CAP). Una vez al año íbamos al extranjero a jugar, era como un premio. Fue bien bonita esa etapa", recordó.
Cuando llegó a San Antonio, Dustin se sumó a las filas del Unión Católica, uno de los semilleros más productivos de futbolistas en la comuna. El paso por una selección Sub 17 de la Asofútbol San Antonio le dio la oportunidad de llegar a la Universidad de Chile.
"Esa selección era un buen equipo. Estaba el 'Chupete', el 'Pollo' Bustos, Claudio Silva, Julio Acevedo, 'Pepe' Silva, hartos conocidos. Era una buena generación y muchos estuvimos en el SAU y representamos a San Antonio", destacó.
De azul y lila
La actuación de ese equipo plagado de "estrellas" del fútbol local le permitió a Dustin dar un paso significativo en su carrera como futbolista cuando tenía 16 años.
"Un veedor me vio y me llevó a la 'U'. No me fui a probar, directamente firmé, estuve tres años. No resultó, volví a San Antonio y comencé a jugar por el SAU", resumió sobre la etapa más recordada de su carrera como futbolista.
En la cantera de los universitarios compartió camarín con "Johnny Herrera, Miguel Pinto, Sebastián Pardo, Mauricio Pinilla, varios jugadores que fueron profesionales", precisó.
Poco antes de cumplir 19 años, el proyecto en la Universidad de Chile terminó para Dustin y se devolvió a San Antonio. Muchas razones influyeron, pero una fue más potente.
"Nunca busqué otras opciones, porque a mi mamá (Rebeca) le habían diagnosticado cáncer, fue un momento complicado familiarmente. Se vinieron abajo hartas cosas. A ella le gustaba que jugara. Fue un periodo complicado emocionalmente. Ahí llegué al SAU", explicó sobre este triste episodio de su vida.
Su salida de la "U" le dejó algunas lecciones que ratifica con el tiempo. "Muchas veces prefirieron a los cabros de Santiago. En las cadetes, a los de provincia no los tomaban mucho en cuenta. Quizás con un poco más suerte habría sido otra cosa", reflexionó el delantero.
Su estadía en el SAU duró hasta 2002. Con Mauricio Riffo en el banco y con "Chupete" en el plantel, además de otros reconocidos jugadores locales como Jonatan Concha, Cristian Carvacho y Carlos Bustos, llegaron a la liguilla por el ascenso. "Era poca gente de afuera, porque el SAU no tenía tanto apoyo; cuando llegaron Riffo y 'Chupete', se arregló un poco", recordó.
Ese paso por el SAU, que duró hasta los 23 años, cuando cumplió el límite de edad impuesto por la Tercera División, marcó el fin de su carrera como profesional en el fútbol. "Empecé a trabajar, tenía a mi hijo, había nacido hace poco, había que optar por otro camino. Me resigné", admitió.
Dustin cree que pudo llegar más arriba por su condiciones, sin embargo, la vida le dijo otra cosa y siguió otro camino.
Amateur
Con otras obligaciones en la vida e iniciando una ruta en el mundo laboral, Dustin no dejó el fútbol, pero pasó a un plano secundario dentro de sus prioridades.
En Estrella de Chile le abrieron las puertas y le propusieron algunas alternativas laborales. "Como no tuve la oportunidad de estudiar, opté por Estrella y por un trabajo. Así llegué al club, una buena institución, que tiene la mejor cancha, junto con Huracán", resaltó.
También tuvo un paso por los rojos de la calle México (dos campeonatos) y volvió a Unión Católica, a sus raíces en el fútbol sanantonino. "Siempre quisieron que volviera y justo se dio que el club clasificó a la Copa Litoral, algo que nunca había pasado, porque se dedican más a la formación de los niños y lo hacen muy bien. Fuimos tres años seguidos, llegamos a la final (2013), la perdimos con Placilla y después dos veces seguidas a la semifinal", rememoró.
Tras ese paso por Católica, volvió a Estrella de Chile a fines de la temporada 2015.
Aunque juega en el fútbol amateur, Dustin no pierde el afán de competir y eso lo motivó a buscar nuevos horizontes y proyectos interesantes en los clubes locales. "Siempre quiero ganar, si es por ir a jugar mejor me quedo en la casa", reconoció.
En los seniors
Hoy en Estrella, Dustin aporta con su talento en cualquier sector de la cancha. No le hace el quite a asumir la conducción de los seniors parroquiales. "Somos hartos delanteros y si falta alguien en el medio, juego un poquito más atrás", contó sobre la función que realiza.
El domingo pasado le puso un pase perfecto al "Monito" Salazar para marcar el 3 a 2 que le dio el triunfo a su equipo sobre Cóndor. Los rojos, ese día botaron al puntero y terminaron con un invicto de un año y medio de los "Condoritos".
Sobre el presente del equipo de los viejos tercios Dustin admite que "no partimos bien, porque no jugábamos todos los fines de semana por las lluvias, es difícil armar un equipo y complementarlo. Se arregló el tiempo y también nosotros mejoramos en la cancha. Llevamos cuatro partidos seguidos ganados", analizó el delantero y conductor de los rojos.
El objetivo que se plantearon como grupo, junto al DT Eduardo Alarcón, es clasificar a la Copa Litoral, pero este es un trabajo conjunto. "La primera no nos está dando muchos puntos", reflexionó sobre la realidad de la institución que marcha en el sexto puesto de la general, la tabla que ahora designa los clasificados.
Su trabajo es demandante y por eso se dedica a jugar solo por los viejos tercios y deja de lado la primera. "Por un tema laboral y por tener más tiempo para estar el domingo por la tarde con la familia, postergo al equipo de primera. A veces voy a jugar a las 12 y después me voy a trabajar si me toca turno, o me toca de noche igual voy a jugar, es medio complicado, porque manejo una de las grúas de STI, es harta responsabilidad. El gusto por el deporte y por el fútbol es harto, me arriesgo un poco en el tema físico y por eso voy", reconoció sobre su pasión.
La responsabilidad laboral también lo llevó a rechazar un par de convocatorias de las selecciones. "Complican los tiempos, a veces trabajo de noche, tienes que entrenar, jugar el fin de semana, y tienes que responder en la cancha", explicó.
El delantero es un agradecido del fútbol porque asegura que "me ha dejado bonitas experiencias y puedo compartir con muchas personas. Fui profesional y he estado en varios equipos acá en San Antonio. Donde voy conozco a alguien y siempre he sentido el apoyo de mi familia y de la gente", sentenció el delantero.