Mónica Jorquera Escobar

Leandro Rodríguez sufre de un persistente dolor en la espalda luego de una serie de golpes que -asegura- le dieron hace casi tres semanas. Este hombre de 31 años denuncia que su dolencia se originó por una golpiza que le habrían dado unos carabineros.

El supuesto "abuso de poder policial" se hizo público el 16 de octubre pasado, cuando una dirigenta vecinal del sector Bruselas, en cerro Bellavista, reveló lo ocurrido a su vecino. Ahora es el propio afectado quien contó lo que pasó la noche del 14 de octubre pasado.

Leandro informó todo en el Departamento de Informaciones, Reclamos y Sugerencias (Oirs) de Carabineros de Chile al día siguiente de la supuesta golpiza. "Denuncié porque es injusto que se quede así, porque me pegaron sin estar haciendo nada", comenzó relatando.

El poblador de Bellavista recordó que la citada noche estaba bebiendo unas cervezas con unos amigos cuando salió a comprar. "Entonces nos topamos con unos carabineros que nos dicen 'así que son ustedes los que anoche andaban insultando'. Le dije '¡De adónde!' y ahí me pegaron. Uno de ellos me pegaba con la punta de la pistola y me decía: '¿Y cómo estái ahora?'".

El denunciante manifestó que luego lo subieron a una patrulla policial esposado, junto a otro joven de 24 años que estaba con él, a quien también habrían agredido.

"Nos llevaron arriba del carro hasta salir de Bruselas, hasta llegar cerca del camino que sube hacia el cerro La Virgen. Ahí (los carabineros) abrieron la puerta del carro y nos tiraron para abajo. Yo seguía esposado cuando me siguieron pegando", afirmó Rodríguez.

El afectado, que trababa como cargador de materiales, aseguró que después le sacaron las esposas y lo dejaron, junto a su amigo, en el sitio eriazo para comenzar a lanzarles piedras. "Nos tiraban las piedras y nos decían '¡ya, váyanse de aquí!'".

-¿Con qué lo golpearon y cuántas veces fueron?

-Con una luma, no sé cuántas veces habrán sido, pero más de quince. Me pegaron en la cara, la cabeza y sobre todo en la espada, que todavía me duele.

-¿Cuánto tiempo pasó desde que lo detienen afuera de su casa hasta que lo dejaron en el cerro La Virgen?

-Desde que me toman en calle Litoral hasta llegar al cerro calculo que unos 30 ó 40 minutos.

Leandro pretende seguir adelante con la denuncia hasta que haya un responsable. En este punto, explica que recibió una notificación para prestar declaración sobre los hechos en Carabineros. "Espero poder declarar, porque el documento me lo entregaron ayer (2 de noviembre) y decía que estaba citado para el 26 de octubre. Fui a la comisaría y me iban a recibir hoy (ayer)".

-¿Qué espera ahora?

-Esa persona que me pegó sin tener motivos tiene que responder. Si yo hubiese andado en algo malo, cometiendo alguna infracción me quedo callado, pero yo no estaba haciendo nada malo y me pegaron porque les dio la gana. Los carabineros no pueden andar así. Acá en la población (Bruselas) pasan cosas malas, es verdad, pero no por eso van a pegarle a la gente de esta manera.

Una gran cantidad de personas llegó ayer hasta la sede del club deportivo Río Maipo para despedir al pescador René Ortiz Céspedes, quien murió el miércoles en el hospital Claudio Vicuña.

"El Vicho", como también era conocido el vecino de Tejas Verdes, despertó esa mañana con un fuerte dolor en el pecho. Minutos más tarde su salud empeoró y a pesar de los intentos por estabilizarlo, tanto en su casa como en el recinto asistencial, su corazón no resistió.

Luego de una ceremonia religiosa, una larga caravana de personas a pie y vehículos emprendió el rumbo hasta el cementerio Parroquial de San Antonio donde fue sepultado el hombre de mar.

Sonia Pérez está derrumbada. Asegura que al dolor de ver partir a su hermano el 26 de septiembre, ahora se suma el inmenso daño que sufrió su casa luego de que supuestamente un balón de gas se inflamara.

Esta vecina de Llolleo afirma que en reiteradas ocasiones a ido a la empresa Lipigas a buscar una solución, y hasta ahora solo ha recibido un balón de gas nuevo, una válvula y una manguera.

"En la empresa me dijeron que están analizando el gas para saber por qué se prendió, pero hasta ahora no me han dado ninguna solución. Tomaron fotos del balón, pero no vieron cómo quedó la cocina", reclama la afectada.

Según la mujer, el 14 de octubre pasado ella estaba en su casa junto a su marido cuando sintió olor a quemado. "Pensamos que era el cargador del celular por el olor a goma que salía. Me fui al patio y al mirar a la cocina veo la llama. El balón de plástico se estaba quemando y las llamas se empezaron a ir para la cocina. Después el fuego agarró la manguera de la lavadora".

Tras varios minutos de intentar apagar las llamas, Sonia junto a su marido lograron controlar la emergencia.

"Fui al Sernac porque aún no me arreglan la cocina y decidí hacerlo público para alertar a otras personas", recalca la vecina de Llolleo.

A través de un comunicado, la empresa Lipigas respondió que "conocido el incidente de una inflamación provocada por una fuga de gas en su domicilio, se coordinó la visita de un técnico para la revisión del cilindro Lipigas Plus de 11 kilos presente en el lugar".

Asimismo indican que "en terreno se pudo constatar que la causa de la inflamación fue una fuga en la manguera del cliente, conectada a la cocina y no el cilindro antes mencionado, el cual presentaba signos de haber estado expuesto al calor. Éste se comportó de acuerdo a sus características de fabricación".

La empresa asegura que los antecedentes fueron puestos en manos de la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC).

"Lipigas dispuso la reposición del cilindro y entregó uno nuevo de acero, con carga de 11 kilos, y una nueva manguera y regulador completo", aclara la empresa.

Lipigas además hizo un llamado a sus clientes sobre la importancia de realizar mantenciones frecuentes a artefactos y reemplazar accesorios y mangueras, las cuales tienen un tiempo límite de duración".